Iliá Yefimovich Repin (1844-1930)
https://doi.org/10.19053/01203053.v37.n66.2019.8485
Nació
el 5 de agosto de 1844 en la pequeña ciudad ucraniana de Chuguev. Hijo de un colono agricultor y exmilitar, y al igual que muchos hijos de colonos
militares, fue a la academia de topografía de la escuela militar, donde surgió
su pasión por el dibujo, la pintura y la escultura. A los trece años demostró
su facultad para hacer retratos y se dedicó a realizar íconos religiosos y
restauraciones para las iglesias ortodoxas de su pueblo, bajo la enseñanza del iconografista Bunakov.
En
1863, a los 19, el joven artista fue a San Petersburgo, pero como no pudo
ingresar a la Academia Imperial de Artes, decidió entonces trabajar con el
famoso fundador de los Itinerantes, Kramskoy, para
suplir sus vacíos en el dibujo clásico. Con la recomendación de su maestro,
ingresó un par de meses después a la Academia, recibió las mejores
calificaciones por su denotada genialidad, convirtiéndose rápidamente en
estudiante de la Academia.
Repin
completó sus estudios en la Academia en 1871, y en la competencia organizada
por la misma fue galardonado con la Gran Medalla de Oro por su obra sobre la
historia del Evangelio "La resurrección de la hija de Jairo", y fue
becado para viajar a Francia.
Se
casó en febrero de 1872 con Vera Alekseevna Shevtsova, quien dio
a luz a cuatro hijos: Vera, la mayor, Nadejda, Yuri y
Tatiana. Entre 1873 y 1879 Repin se estableció en el
extranjero auspiciado por la Academia de
las Artes, y en Italia y Francia conoció a Rembrandt y el impresionismo. En 1887 se divorció de Vera Alexeyevna. La escritora Natalia Borisovna
Nordman, que escribió bajo el seudónimo Severova, fue la segunda esposa del pintor y lo acompañó
desde fines de 1900. Este segundo matrimonio terminó trágicamente, puesto que
Natalia contrajo tuberculosis y murió en junio de 1914.
Repin
fue amigo de grandes personalidades de la época, desde el círculo de los
mejores pintores de su patria, así como de escritores como Tolstoy,
Maxim Gorky y Zinaida Gippius, científicos como
Dmitri Mendeleev y Vladimir
Bekhterev; pintó retratos de personajes importantes
de la elite rusa, de antes y después de la Revolución, y realizó obras dedicadas
al Consejo de Estado, al zar Nicolás y a Kerensky.
Entre
su vasta obra se evocan principalmente personajes de la cotidianidad de las
clases populares, así como de los hechos importantes de la vida rural, de la
vida política y religiosa, de la aristocracia, de cosacos y campesinos, del
folklor, de su familia, en suma, de elementos de su entorno así como del pasado.
Murió
a los 86 años en su casa “Los Penates”, lugar que fue la vivienda y, a la vez, el estudio del artista; ubicada en Kuokkala —anterior territorio finlandés, que desde 1930 es
una provincia de Leningrado—, en cuyo jardín está enterrado. En 1947, la
Academia Imperial de Artes de San Petersburgo fue trasladada a Moscú y desde
entonces se llamó “Instituto Académico de San Petersburgo de Pintura, Escultura
y Arquitectura Iliá Repin”,
en honor al más grande maestro de los realistas rusos. Repin
fue, es y será considerado, sin duda, el más grande de los pintores de su país.
En
la carátula de este número: Apples and Leaves ,1879 ©