119
Rosero, J. (2022). Normalización losóca o la naturalización de la colonialidad losóca:
consideraciones desde la losofía intercultural. Cuestiones de Filosofía, 8 (31), 113-132.
https://doi.org/10.19053/01235095.v8.n31.2022.15110
3. Una revisión curricular y de los planes de estudio –así sea poco ex-
haustiva– en el ámbito de la enseñanza de la losofía en la educación
media y superior en Colombia y Latinoamérica, pone en evidencia que
la cartografía losóca trazada por Occidente, cuya mejor expresión es
la adopción explícita del Canon, sigue haciendo curso, es decir, se im-
pone el eurocentrismo cultural y epistémico sobre otras tradiciones de
pensamiento y/o losofías otras
7
. A continuación, se discurrirá sobre las
anteriores consideraciones.
Normalización losóca o exclusión
Analizar y reexionar sobre las implicaciones y repercusiones del concep-
to de “normalidad losóca”, 80 años después de su formulación e imple-
mentación, parece resultar una actividad irrelevante. En particular, porque
se trata de un concepto cuya carga semántica tiene vida propia, tradición
histórica, amplia difusión –manuales, libros de texto, currículos, enciclope-
dias, diccionarios, artículos, conferencias, sitios web, etc.– y se basa en el
supuesto de que todos saben o deberían saber a qué hace referencia, al menos
en el ámbito académico o educativo. Hacemos referencia a una conceptual-
ización atribuida primigeniamente a la gura del lósofo argentino Francisco
Romero
8
, para referirse al ejercicio de la losofía como actividad académica
y profesional, tomando como referente la tradición losóca occidental, es
decir, desde lo que los europeos entendían por “Filosofía”. En otras palabras,
la normalidad losóca “(…) alude al proceso de profesionalización y mayor
difusión de los estudios losócos en América Latina, lo cual habría ocurrido
7 Entiéndase aquí por losofías otras, aquellas tradiciones de pensamiento cuyos lugares
de enunciación y geopolíticos se sitúan en América latina (y sus pueblos originarios), el
mundo islámico (de Marruecos hasta Mindanao en Filipinas), África bantú subsahariana
y su diáspora, India, el sudeste asiático y China (Dussel, 2015, p. 93). Josef Estermann se
reere a ellas como “losofías surgidas en contextos no-occidentales, o bien [que] fueron
y siempre son consideradas ‘para-religiones’ (como en el caso de las tradi-ciones védicas y
chinas), o bien etiquetadas como ‘etno-losofías’, ‘sabi-durías’, ‘pensamientos’ o ‘mitos’
(2015, p. 221).
8 Todo parece indicar que el concepto de “normalidad losóca” fue acuñado por Francisco
Romero (1891-1962), en el marco de un homenaje a Manuel García Morente en el P.E.N.
Club de Buenos Aires, la noche del 15 de septiembre de 1934. Danilo Cruz Vélez llegó
a considerar a Francisco Romero como “(…) el personaje más importante de la escena
losóca hispanoamericana en la primera mitad del siglo XX (…)”, y con él “en nuestra
América se comenzó a vivir en la normalidad losóca” (1991, p. 105). Según Romero, la
normalidad losóca es “(…) el ejercicio de la losofía como función ordinaria de la cultu-
ra, al lado de las otras preocupaciones de la inteligencia (…)” (1944, p. 126). Véase Romero
(1986), Salazar Bondy (1981), Cruz Vélez (1991), Presas (1990) y Santos-Herceg (2010).