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Rocha de la Torre, A. (2022) y Muñoz Manrique, I. (2022). Gaetano Chiurazzi (2021). Más alta
que la realidad está la posibilidad: dynamis y enérgeia en Heidegger.
Cuestiones de Filosofía, 8 (31), 163-174. https://doi.org/10.19053/01235095.v8.n31.2022.15298
Dynamis y enérgeia no son categorías, sino modos del ser. Al decir que “el
ser se dice de muchas maneras”, Aristóteles no pretendía aludir simplemente a
la multiplicidad de los predicados posibles de la ousía, sino, como escribe en
el libro VI de la Metafísica, a modos que son añadidos e irreductibles a ella:
El ser, en general, tiene múltiples signicados: uno de estos (...) es por
accidente; un segundo es como verdadero, y el no-ser como falso; asimismo
están las guras (schémata) de las categorías (por ejemplo, la esencia,
la cualidad, la cantidad, el dónde, el cuándo y todas las restantes); y, aún,
además de todas estas, está como potencia y acto (Met. VI 2, 1026a33-b2).
Todo el camino losóco de Heidegger puede ser denido como un intento
de explorar la articulación y modalización fundamental del ser. Lo ha notado
agudamente Franco Volpi, sosteniendo que en el fondo Heidegger intenta
constantemente releer a Aristóteles probando “(…) ocasionalmente, conside-
rar de forma determinante cada uno de los diversos signicados, quizás ini-
cialmente el de sustancia, luego el de lo verdadero y, por último, el de la enér-
geia (…)” (1984a, p. 187). Después de la Kehre Heidegger se concentra ante
todo, en particular, en los conceptos de dynamis y enérgeia, mostrando un
creciente y paralelo interés hacia la physis, término con el cual llega a desig-
nar el “ente en general”, la “totalidad del ente”, como era de esperar ante todo
de los presocráticos. Pero estos conceptos son en el fondo ya determinantes
y centrales en Ser y tiempo, en la concepción de la existencia, en la rela-
ción entre la comprensión (como apertura a la posibilidad) y la interpretación
(como articulación actualizante de una posibilidad), y así sucesivamente. Tal
centralidad es debida al hecho de que a través de estos conceptos, Aristóteles
buscó explicar uno de los términos más enigmáticos de la ontología antigua:
el de ‘movimiento’, que para Heidegger es uno de los rasgos principales de la
existencia y, podemos decirlo, del ser en cuanto fundamentalmente temporal.
El movimiento y la fundamentalidad de lo posible
Según palabras de Gadamer, el texto fundamental del pensamiento aristo-
télico era para Heidegger la Física (Gadamer, 1989; 1990). Más explícita
al respecto es la armación directa de Heidegger: “La Física aristotélica es
el libro fundamental de la losofía occidental; un libro oculto y, por tanto,
nunca pensado sucientemente a profundidad” (1976, GA 9, p. 242; 1987,
p. 196). La importancia de la Física es debido al hecho de que su objeto es
el devenir, el movimiento, el cambio, esto es, el estar sujeto a las condicio-
nes del tiempo. Y el movimiento (kínesis) es, así lo arma Heidegger en el