42 Cuestiones de Filosofía No. 35 - Vol. 10 Año 2024 ISSN 0123-5095 Tunja-Colombia
Las tecnologías digitales con sus brillantes pantallas se convierten en “espejos
negros” de transparencia/opacidad. Los algoritmos
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son una parte de ese
invisible digital porque el usuario no sabe que interactúa directamente con
ellos. Lo supone, se lo han dicho, pero no lo tiene en su rango de percepción.
La interfaz se interpone haciendo fácil una interactividad sensitiva, visual,
auditiva y/o táctil. Los dispositivos están allí para responder y fomentar la
interactividad humana escondiendo la lógica que procesa y responde.
En la era mecánica, la automatización era visible (Giedion, 1978). Palancas,
engranajes, motores, correas, cadenas mediaban, de modo más o menos
visible, moviendo piezas que respondían a la acción humana. Botones, pedales
o manijas eran una interfaz ecaz para conseguir el resultado esperado. Lo
oculto era la energía, la electricidad, por ejemplo, que ayer como hoy, solo
sigue presente para los especialistas. Aunque popularmente se hable de “luz”
para nombrar a la electricidad, es de todo, menos visible. La infraestructura
energética permanece oculta.
Cuando el software tomó el mando (Manovich, 2013), la mediatización
tecnológica se invisibilizó aún más que la propia electricidad. Las pantallas e
interfaces grácas se interpusieron ocultando el “mecanismo”. Su apariencia
visible, entretenida, brillante, luminosa se convirtió en un lugar en sí mismo.
Como si el “detrás de la escena” no interesara o estuviera prohibido para el
usuario, un lugar donde sólo el experto puede entrar. El desajuste y distancia
entre usuario y experto aumentó paralelamente a la complejidad de la
tecnología digital. Las dimensiones de esa opacidad son múltiples y pueden
ser atribuidas a la complejidad general de la tecnología material, sin embargo,
también se deben, y hay que destacarlo, a estrategias de ocultamiento como
son las narrativas de la inmaterialidad y de lo intangible.
Tanto la invisibilidad de la ecacia como las estrategias narrativas del
marketing facilitan mantenerse en la supercie, funcional y efectiva, de
lo que nombran los procedimientos y aparatos. Ello permite esconder la
infraestructura material como el consumo de energía, el gasto de agua para
refrigerar, el uso de mano de obra barata e incluso esclava, la extracción de
tierras raras (neodimio, praseodimio, etc.), las injerencias de los estados y
de ejércitos en una lógica extractivista y explotadora de recursos y humanos
(Parikka, 2021; Crawford, 2022).
1 Para una denición de algoritmo puede consultarse: Goey (2008), Gillespie (2016), Pasquinelli y
Joler (2021), NIST (2023), Louridas (2023).