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Ayala-Colqui, J. (2024). From Market Totalitarianism to Digital Totalitarianism.
Cuestiones de Filosofía, 10 (35), 123-143.
https://doi.org/ 10.19053/uptc.01235095.v10.n35.2024.17124
de vivir. E, interiormente, el mercado dista de ser libre porque es siempre
manipulado a partir de las reglas de juego del valor de cambio. Es decir que
el mercado, defendido en el plano discursivo como un ámbito de idealizada
libertad (Friedman, 1980; Hayek, 2017), no es un dato natural, sino una
realidad por fabricar:
La competencia pura no es dato primitivo. No puede sino ser el resultado
de un prolongado esfuerzo (…) el mercado o, mejor, la competencia pura,
que es la esencia misma del mercado, sólo puede aparecer si es producida, y
si es producida por una gubernamentalidad activa (…) Es preciso gobernar
para el mercado y no gobernar a causa del mercado (Foucault, 2007, p. 153).
La manipulación del mercado es llevada a cabo, por supuesto, de modo directo
e indirecto. De forma indirecta, por ejemplo, en el caso de América Latina,
que resultó evidente en las imposiciones jurídicas (nuevas constituciones) que
establecieron los gobiernos neoliberales, muchos ellos dictatoriales y represivos,
como los de Pinochet en Chile y Fujimori en Perú, quienes, a través del control
social militarizado, impusieron constituciones políticas que permitieron la
creación de mercados capitalistas contemporáneos (Valdés, 2008). De manera
directa, la manipulación se lleva a cabo cuando, de un lado, en los episodios
de bonanza nanciera se promueve la normativización de la competencia por
medio de la exoneración de impuestos a las grandes empresas, el nanciamiento
estatal a proyectos privados, la naturalización de la exibilidad y la precariedad
laboral, el desarme de las políticas sociales, el endeudamiento generalizado
de la población y la imposición de medidas rígidas de austeridad (Lazzarato,
2013; Standing, 2014). Por otro lado, en los episodios de crisis económica –
verbigracia, en el caso de las hipotecas subprime en 2007 (Lapavitsas, 2016) o
la pandemia de la Covid-19 (Ayala-Colqui, 2022a)– el capitalismo “manosea”
explícitamente al mercado (Laval and Dardot, 2013).
El mercado es, por ello, todo menos “libre” (Chang, 2010). Un mercado que
no establezca límites respecto a adquisiciones empresariales o posesión de
capitales deviene forzosamente en la conformación de monopolios (Foster,
1986; Rikap, 2021; van den Broek, 2019), produciéndose, con ello, la
desregulación mercantil, dado que ciertas posiciones hegemónicas pueden
modicar las condiciones del mercado de manera fraudulenta, como se
aprecia por ejemplo en las bolsas de valores con las llamadas “ballenas”
(whales). A este respecto, Franz Hinkelammert ha acuñado acertadamente la
expresión “totalitarismo de mercado”: un “poder totalitario del mercado (…)