https://doi.org/10.19053/01227238.12750
Artículos
El movimiento
estudiantil en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, 1971[1]
The student movement
at the Universidad Pedagógica
y Tecnológica de Colombia 1971
O
movimento estudantil na
Universidade Pedagógica
e Tecnológica da Colômbia 1971
Sandra Liliana Bernal Villate[2]*
https://orcid.org/0000-0003-2869-3139
Diego Eduardo Naranjo Patiüo[3]** https://orcid.org/0000-0002-6276-7368
*Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia
Grupo de investigación HISULA
**Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia
Grupo de investigación HISULA
Resumen
El Objetivo: de este trabajo se centra, en el análisis del
movimiento estudiantil de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia,
en el aüo 1971.
Originalidad/aporte: se
centraliza en la movilización y planteamientos de reforma estudiantil por
conseguir el cogobierno universitario, que realizaron los grupos políticos de
izquierda, en esta institución.
Método: se inscribió en la historia
política.
Estrategia/recolección de información: se
enfocaron en la recuperación de la memoria de sus protagonistas, contrastada
con la revisión de las Actas de los consejos académico y superior y las
publicaciones de la prensa nacional sobre el tema de las movilizaciones
estudiantiles.
Conclusiones: se puede concluir que, en esta universidad, las divisiones
internas de los colectivos estudiantiles, junto con las políticas represivas de expulsión y la no
vinculación del sector social y sindical al movimiento, incidieron en el hecho
de no lograr una negociación local que permitiera alcanzar el sueüo del
cogobierno universitario, que solo se lograría en Colombia, hasta el aüo 1991,
con el cambio de la Constitución política del país.
Palabras clave:
Movimiento estudiantil; Izquierda universitaria; Cogobierno;
represión; discurso político; 1971.
Abstract
Objective: This work focuses
on the analysis of the student movement of the Universidad Pedagógica y Tecnológica de
Colombia in 1971.
Originality / contribution: The
originality lies in the mobilization and proposals for student reform to achieve
university co-government carried out by left-wing political groups in this
institution.
Method: The method is based
on political history.
Information gathering: The
methodology and research strategies focused on the recovery of the memory of
the protagonists, which was contrasted with the minutes of the academic and
superior councils and the publications of the national press on the subject of
student mobilizations.
Conclusions: It is concluded
that in this university, the internal divisions of the student collectives,
together with the repressive policies of expulsion and the non-involvement of
the social and union sector in the movement, diverted the path of a local
negotiation that would have allowed the dream of university co-government to be
fulfilled at that time. This was only achieved in Colombia until 1991 with the
change of the country’s political constitution.
Keywords: Student movement; leftist
university ideology; co-government; repression; political discourse; 1971.
Resumo
Objetivo: deste trabalho
se
centra na análise do movimento estudantil da Universidade
Pedagógica
e Tecnológica da Colômbia, no ano de 1971.
Originalidad/aporte: consiste, na
mobilização e propostas da reforma estudantil por conseguir o cogoverno
universitário, que realizaram
os grupos políticos de esquerda nesta instituição.
Método se inscreve na história
política
e a metodologia e
Estratégia/coleta de dados: focam na recuperação
da
memória de suas protagonistas, contrastada com a revisão
das
Atas dos conselhos acadêmico e superior e
as publicações da imprensa nacional sobre o
tema das mobilizações estudantis.
Conclusões: É possível
concluir
que, nesta universidade, as divisões internas dos coletivos estudantis,
juntamente com as políticas repressivas de expulsão e a não vinculação do setor
social e sindical ao movimento, influenciaram no fato de não conseguir uma
negociação local que permitisse alcançar o sonho do co-governo universitário, que somente seria realizado
na Colômbia, até o ano de 1991, com a mudança da Constituição política do país.
Palavras-chave: Movimento
estudantil; Esquerda universitária; Co-governo;
repressão; discurso político;1971.
Recibido: 09/07/2020
Evaluado: 12/09/2021
Aprobado: 20/01/2021
Introducción
La investigación presentó como objetivo analizar la actividad política que realizaron los grupos de izquierda en el movimiento estudiantil que se llevó a cabo en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia en el aüo 1971. Los grupos seleccionados fueron aquellos que organizaban las marchas estudiantiles y que tenían los nexos con los partidos políticos nacionales. Por lo tanto, nos ocuparemos de cuatro grupos: la Juventud Patriótica (JUPA), que dependía del partido político MOIR con una orientación marxista-leninista o línea maoísta; la Juventud Comunista (JUCO), que dependía del partido político comunista colombiano con influencia de la Unión Soviética; los trotskistas, sustentados en el pensamiento libertario de León Trotsky; los Camilistas, que pertenecían a la corriente que dejó tras de sí la incorporación de Camilo Torres Restrepo al Ejército de Liberación Nacional en noviembre de 1965. De estos cuatro grupos, los tres últimos tenían, presuntamente, nexos con movimientos insurgentes.
El periodo
histórico lo ubicamos en el aüo 1971, por ser el aüo de la presentación y
negociación del Programa Mínimo de los estudiantes colombianos”. Esta
propuesta, estuvo acompaüada de grandes movilizaciones nacionales, siendo
Ministro de Educación el liberal Luis Carlos Galán, bajo el gobierno del
conservador Misael Pastrana
(1970-1974),
que finalizaba el Frente Nacional.
En la
metodología presentaremos las posiciones ideológicas con los puntos de acuerdo
y disenso de los cuatro grupos estudiantiles de izquierda y los enfrentamientos
internos entre ellos y la unidad respecto a su supervivencia frente a los
ataques del grupo de estudiantes y profesores autodenominados “Frente
colombianista”, dirigido por el profesor Corsi
Otálora, abiertamente declarados de “derechas” y sustentados políticamente en
el discurso y acciones de los llamados “Camisas negras” en Italia, el fascismo
alemán y, en especial, se recogían en la fuerte influencia de la “falange”
espaüola que desde la década de los treinta tenía repercusión en intelectuales
reconocidos en el ámbito educativo, como MiguelJiménez
López[4],
embajador de Colombia en Alemania entre 1925-1926; Rafael Azula Barrera,
director del diario El Vigía, “El Vigía, órgano de expresión
de las derechas” en la ciudad de Tunja. Por otra parte, dentro del sector moderado,
bajo los principios del partido conservador, y vinculados al campo de la
educación se destaca al educador Rafael Bernal Jiménez (1898-1974)[5],
secretario de Educación, quien en 1928 contrató al alemán Julius Sieber (1892-1963)[6]
para orientar una reforma del nivel educativo en el departamento de Boyacá,
identificados en el contexto local por su participación en la constitución del
proyecto educativo con el que se inauguró el proyecto educativo de la actual
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia a partir de la década de los
cincuenta del siglo XX.
Las
variables de análisis se agruparon en torno a: (1) el contexto socio-político
de los movimientos estudiantiles en el siglo XX y la incidencia en la
universidad colombiana; (2) las agrupaciones políticas estudiantiles de
izquierda con presencia en la UPTC; (3) el programa mínimo y su impacto en el
futuro de la universidad colombiana. En las estrategias se trabajó con
documentos y entrevistas que presentan posiciones ideológicas e imaginarios en
el transcurrir del tiempo.
Se concluye
que los movimientos estudiantiles en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de
Colombia presentan vinculación estrecha al movimiento estudiantil y a grupos políticospresentes en este periodo en el contexto nacional.
Por otra parte, estas organizaciones en lo cotidiano desarrollan unos grupos de
estudio sobre la realidad social, cultural y política de la nación, donde se
forjaron los líderes y académicos de las siguientes décadas y otros quedaron reseüados
y en aüos posteriores fueron asesinados o se exiliaron del país. Se concluye
también que existen divergencias en las formas de manifestar los desacuerdos,
según la concepción ideológica del grupo estudiantil, se evidencian diversos
mecanismos para conseguir los objetivos propuestos. Quizá, la formación
política que evidenciaban, en los aüos 70, los grupos estudiantiles de
izquierda les dieron una mayor visión en la propuesta
del Programa mínimo hacia una universidad con
proyecto político. En esta medida se aporta elementos, desde el análisis
reflexivo, para la comprensión de la dinámica actual del movimiento
universitario colombiano.
La
izquierda universitaria en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia frentea las jornadas de protesta de 1971
Para esta
época, nos encontramos con un total de 85.560 estudiantes universitarios, con
la capacidad de absorción de las universidades colombianas del 3,90%. Esta
población estudiantil correspondía a 13 universidades públicas y 11 privadas,
donde la universidad del Estado tenía una matrícula de 49.317 y la Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC) 1852 estudiantes y 182 profesores[7],
siendo una institución a donde llegaban estudiantes de todo el país,
por
el prestigio de la Facultad de Educación, en la formación de docentes y por la
facilidad de las residencias universitarias.
La situación
política del momento, se debe establecer con el hecho histórico de finalizar la
alternancia de los dos partidos tradicionales: liberal y conservador que se
habían pactado como sistema de sucesión en el poder desde el aüo 1957, tras el
derrocamiento de la dictadura de Rojas Pinilla. Es así, que las elecciones
presidenciales se dieron en el aüo 1970, se van a caracterizar por las
tensiones y denuncias de “fraude electoral”, que dieron lugar al a la posesión
como presidente del conservador Misael Eduardo Pastrana Borrero (1923-1997), quien designa
como Ministro de Educación al liberal Luis Carlos Galán (1943-1989), en un
ambiente político, del Departamento de Boyacá, donde predominaba el partido
conservador, con el gobernador[8]
y secretario de educación de esta filiación política.
Hay que
decir, que el aüo de 1970 lo ubican como el de la “crisis social y política de profundas
dimensiones
que repercutía en el ambiente universitario y en la UPTC”[9]. En el
contexto nacional, se tenía el antecedente de la reforma educativa y del Plan
de gobierno esbozado por el anterior Ministro de Educación Gabriel Betancurt Mejía y denominado “Plan integral de educación
1968-1971” y que el nuevo gobierno de Pastrana Borrero, intentaría llevar a cabo
con una reforma universitaria. Es así, que a mediados del mes de abril de eseaüo renuncia a la rectoría Eliécer Silva Celis y luego
el presidente Misael Pastrana
Borrero
nombra a Armando Suescún Monroy Para algunos este
rector tenía apertura mental, política de diálogo y tolerancia”[10],
mientras que para los estudiantes fue una figura represiva, por el hecho de las
expulsiones de alumnos que llevo a cabo en el aüo 1971. Lo real, es que le correspondió
afrontar la cúspide el movimiento estudiantil del aüo 1971, donde las
directrices de solución eran para definirlas en el contexto del gobierno nacional,
aunque
cada universidad estableció su pliego particular de peticiones.
En el caso
de la UPTC se presentaba la influencia sobre los estudiantes, de varios grupos
de izquierda[11]
y de derecha para este aüo de 1971. Sin embargo, para esta investigación solo
nos centramos en cuatro grupos, con ideologías políticas diferentes desde la
izquierda, que se guiaban por sus respectivos partidos y se ubicaban con
influencia internacional diferente de Rusia, China y Cuba. Dentro de este
contexto, se demarca una gran diferencia y es la posición, primero, de qué
sector debería dirigir la revolución. Para los de la JUPA-MOIR le correspondía
al movimiento obrero y, por lo tanto, no estaban de acuerdo con la
estrategia guerrillera. Este grupo tenía como órgano de expresión el periódico Tribuna Roja, el grupo
del Teatro Libre y su máximo dirigente era Ricardo Mosquera[12]. Por el
contrario, para los Camilistas y troskistas,
el sector líder de la revolución debería ser el movimiento campesino y por ende
la lucha armada era su principal forma de liberación[13]. Los del
partido comunista con la Juco propugnaban por diferentes formas de lucha,
incluyendo la armada, y la dirección de la revolución en la clase obrera.
Por otra
parte, hay que decir que, el Grupo “Golconda” que se
inscribía en el movimiento de la Teología de la Liberación tenía presencia en
la UPTC, con líderes de la UIS que conformaron un sector radicalizado, reivindicaban
las posiciones ideológicas del intelectual Camilo Torres Restrepo (1929-1966)[14].
El 15 de febrero de 1966, en el diario El Tiempo, uno
de los periódicos de mayor alcance e impacto en Colombia, publicaron una reseüa
sobre los hechos ocurridos bajo el titular “Camilo, el cura guerrillero”[15].
Para el grupo camilista, este sacerdote se había
convertido en la luz y modelo a seguir, como representante de la fuerza y el
carácter del intelectual reflexivo, sensato y crítico frente a los problemas
del país[16],
Su discurso del deber ser del estudiante fue introducido
en la UPTC a través del citado grupo “camilistas” que
lo consideraban fundamental para definir el habitus[17] de la
izquierda universitaria.
Por su parte,
en 1971 surge la JUPA-MOIR, desde una perspectiva “renovada” en su momento por
la distancia respecto a las formas de acción y participación de los grupos de
presión estudiantil.
La radicalización de la izquierda universitaria
En estos
aüos de 1970 a 1971, los grupos estudiantiles de izquierda tenían tres sitios
de reuniones en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. La
primera, correspondía a las habitaciones de las residencias universitarias
masculinas, ubicadas en el centro de la ciudad, detrás de la catedral, en el
antiguo convento Santa Clara Real[18];
se utilizaba para estudiar los documentos
políticos y trazar las estrategias
con respecto al movimiento universitario y alianzas con otros grupos si daba lugar. La
segunda, donde se reunían los diferentes
grupos estudiantiles, era el patio donde se ubicaba el comedor, actualmente
Bienestar universitario. Allí, cada grupo exponía sus tesis con respecto al
futuro de la universidad sustentados en citas de Marx, Lenin, Mao, Trotsky, Camilo y Marta Harnecker[19],
cuyo texto era, para este
período, de obligatorio conocimiento para los grupos políticos estudiantiles.
El tercero, era para realizar las asambleas generales estudiantiles y se
ubicaban en el gran auditorio de la universidad denominado el “FAUSTO”, que
tenía capacidad para más de 300 estudiantes. Los de estudiantes de izquierda se
reconocían por su vestimenta informal, que acompaüaban de una ruana y por lo tanto,
contrastaba
con las de los hombres y
mujeres que se les tildaba de tradicionales. Las mujeres con vestido, cartera y
media velada y los hombres con su vestido formal de paüo, sin corbata. Para
esta época ya no se llevaba el sombrero muy común en la década anterior[20].
Como hemos
indicado, en la UPTC existieron, entre otras organizaciones de izquierda,
Espartaco (trotskista), los Comandos Camilistas, la
JUPA-MOIR, la JUCO y MUFLA (alianza entre la línea Pekín y la línea Cuba);
estas organizaciones confluían en los debates organizados por el Consejo
Superior Estudiantil (COSUES), precedido por Germán Pinzón, Hernando Benítez, Queipo Timaná, Jairo Durán y
Ernesto Camacho (1970-1971). Los entrevistados
coincidieron en resaltar en Germán Pinzón su capacidad de oratoria,
convocatoria y dirección del movimiento; a Hernando Benítez se le recuerda por
ser agitador y también porque, tras su captura ilegal en 1979, se
originó el movimiento conocido como el Catedralazo[21].
La presencia
de la mujer en el movimiento estudiantil era escasa, si bien a partir 1957
habían ingresado como estudiantes las primeras 20 mujeres al programa de
Filología e Idiomas, “todas ellas externas, quienes fueron organizadas en una
sección femenina, dirigida por una profesora”[22]. De hecho lo
hicieron, previo permiso del “ Obispo de Tunja y de la
Ministra de Educación Nacional, seüora Josefina Valencia de Hubach
(1913-1991)”[23],
hermana de Guillermo León Valencia (1909-1971), quien posteriormente, fuera
presidente en el periodo 1962-1966. Más adelante, ingresaría la primera mujer
docente a la Facultad de Educación Lucía Corsi
Otálora, hermana del profesor Luis Corsi, dirigente
del grupo denominado “Frente Colombianista”. Considera, Ana Hamon que “Es así, como las
primeras mujeres estudiantes y docentes que ingresaron a la UPTC lo hicieron a
la Facultad de Educación, para ejercer su tarea de educadoras, y de Enfermería,
para ser cuidadoras de la salud de la familia y de la sociedad”[24].
Es más, tomando las 3 cohortes de las mujeres en la Uptc,
que establece esta investigadora, localizamos que es en el segundo periodo
cuando las estudiantes y docentes ingresan a la política universitaria. En este
periodo la influencia de los movimientos feministas rompe con estructuras y
formas de sociabilidad de la sociedad conservadora de la época. Se evidencia en
frases despectivas, como: “se volvió macho”, usadas para referirse a las
estudiantes que integraban grupos de estudio para analizar y organizar acciones
que permitieran dar visibilidad a nuevas lecturas sobre la realidad política de
la nación colombiana, alejadas del canon establecido por las autoridades
académicas, eclesiásticas y políticas.[25]
Para el aüo
1971, el ingreso de la mujer a los movimientos de izquierda, se daba ya en
forma abierta, aunque recibían el rechazo de los sectores conservadores.
Podemos reseüar el grupo efímero femenino denominado “Tania” que lideró Diana Soto[26],
en el grupo camilista y que dejaría al ingresar al
MOIR, para ser la gestora de la Juventud Patriótica, en la UPTC, en el aüo
1970.
El COSUES convocaba a asamblea para
discutir las principales problemáticas de la universidad, el país y la región,
como lo recuerda Carlos Castro: El teatro Fausto se convierte en el
centro de la vida estudiantil y de la vida política y del movimiento
estudiantil en la UPTC, los grandes debates en la historia de la UPTC se dan en
el teatro Fausto[27] [...] los protagonistas fundamentalmente dos
grupos, por un lado Espartaco, la Brigada Che Guevara, los grupos Camilistas y por el otro lado grupos como el Frente
Colombianista[28].
Se evidencia
que las asambleas son conducidas por las organizaciones de izquierda y por los
líderes estudiantiles que integran el COSUES, y que el paro es, en última
instancia, una medida de presión hacia la administración.
En aquella
época el problema de la alimentación era secundario, se pagaban tres pesos por
comida, y simplemente, cuando esta no era adecuada o se quería llamar la
atención, se hacía el “llamado de los cubiertos”, que consistía en hacer sonar
todos al mismo tiempo los cubiertos sobre la mesa y al final cada estudiante se
llevaba para su casa el recordatorio del cubierto. Se recuerda que lo
fundamental era la bandera de la universidad pública, que en el Moir correspondía —el ideal en un eslogan—, a tener a una
institución “científica, democrática y de masas”[29].
Con el fin
de verificar las tensiones y posiciones del estudiantado, se presenta a
continuación un recorrido por algunos de los acontecimientos seüalados en la
prensa y en las actas del Consejo Superior y Académico, para los aüos de 1970 y
1971.
En primera
instancia, debemos seüalar que el movimiento estudiantil era nacional. Se gestó
desde la convulsión política originada en el aüo 1970, como resultado del
aumento en la cobertura y la situación financiera del sistema estatal de
universidades; en segundo lugar, debe considerarse el potente discurso del socialismo
latinoamericano que tenía eco en los estudiantes universitarios; precisamente,
una
de las banderas de
lucha se relacionaba con la participación de agencias extranjeras,
particularmente de los EEUU, como
asesores de la organización curricular de las Universidades Publicas
Colombianas. En el marco de estas discusiones sobre la política educativa tiene
lugar la construcción de un pliego conocido como “Programa Minino de los
Estudiantes Colombianos”, donde se establecen las condiciones “mínimas” para desarrollar
una agenda de construcción de la política educativa con la participación activa
de la ciudadanía y de los responsables
de la Universidad como bien de la sociedad, los Estudiantes Universitarios.[30]
Para el
domingo 1.° de febrero de 1970, el periódico El Tiempo titulaba: “Anuncian huelga en la universidad de
Tunja. Se espera la participación de 300 estudiantes en la huelga en rechazo al
ingreso de recursos económicos de la Fundación Ford”. A esta huelga se llegó
por el acuerdo de los grupos de estudiantes de la izquierda en la UPTC. Es
relevante comentar que, en todo el país, la izquierda universitaria reemplazar
por: interpretaba los préstamos y aportes de las fundaciones “gringas” como
evidentes seüales del intervencionismo estadounidense (imperialismo), que
buscaba, de una forma u otra, imponer las recomendaciones del Plan Atcon[31],
particularmente en lo que tenía que ver con la despolitización de la
universidad.
Es evidente
que las acciones
colectivas de los estudiantes
lograban captar la atención de los medios de
comunicación, donde encontramos la transcripción y descripción de las controversias y tensiones que
experimentaba la comunidad universitaria; sin embargo, al interior del
movimiento se van a presentar fisuras entre los grupos estudiantiles. Es más,
en
las actas del
Consejo Superior quedó registrada la participación de estudiantes que estabanen desacuerdo con la medida del paro, rechazaban y
se oponían a los métodos utilizados por estos “grupos de presión”, que se
autodenominaban estudiantes “independientes” y deseaban entrar a clase:[...] actualmente
el grupo llamado independiente de estudiantes universitarios, quienes están en
permanente lucha ideológica con elementos filo comunistas, que en ocasiones han
hecho uso de la fuerza y la violencia contra ellos. Pide que las directivas
universitarias fijen su posición con respecto a este movimiento y a esos grupos
de presión que entorpecen la labor que ellos quieren desarrollar en bien de la
Universidad. El Seüor Arzobispo y el Padre Bello elogian la entereza del
estudiante Palacios al hacer estos planteamientos y le piden que organicen una
brigada de buenos líderes que oriente al estudiantado y a la ciudadanía en las
buenas doctrinas[32].
La
confrontación ideológica no se da solo entre la izquierda universitaria. Es
importante destacar, que en la universidad va a existir una organización de
derecha que actuaba como grupo de presión, en la cual participaban no solo
estudiantes, sino profesores. A este grupo se le denominaba el Frente Colombianista,
y la fuente ideológica se encontraba en las teorías de Primo de Rivera, Adolfo
Hitler y los trabajos de Luis Corsi Otálora[33].
Este grupo
(Frente Colombianista), desempeüo un papel fundamental en el movimiento
estudiantil, porque asumieron la función de denunciar a sus compaüeros
estudiantes militantes en la izquierda, ante las fuerzas militares. Por este
motivo se les denominaba los “esquiroles” “camisas negras” “fascistas”. Esta
situación es denunciada en Consejo Académico por el representante de los estudiantes
cuando indica que: “en la
portería los militares tienen dos listas, la una por la resolución rectoral y
otra elaborada, según dicen por otros estudiantes”[34]. Existen
también seüalamientos de que acudían con perros a las protestas, vestidos con
camisas negras, actuando como fuerza de choque y apoyo a la incursión de la
policía y el ejército en la UPTC.
Así mismo,
el profesor Luis Corsi Otálora, nombrado por casi
todos los entrevistados como líder de este grupo, escribió una novela que lleva
por título La batalla olvidada[35], a propósito de los hechos que van a iniciarse a partir de
la masacre de los estudiantes en Cali, en la que va a registrar, de manera anecdótica, los
hechos ocurridos en el aüo de 1971 y el papel del Frente Colombianista en la
UPTC. Su papel ha sido determinante en la preservaciónde
los ideales del conservadurismo en el contexto universitario; además, permite
ver el reflejo de las tensiones políticas que se experimentaban en el país para
la década del setenta.
Por su
parte, los grupos de izquierda articularon un movimiento que fue organizándose
y se presentaron en todo el país movilizaciones sociales[36] y se
integraron a las mismas los estudiantes universitarios. Reiteramos que ese aüo
se presentó un movimiento social donde confluyeron los de FECODE y la
organización campesina ANUC que tenía como eslogan la defensa de “la tierra
para el que la trabaja”.
Dentro de
las causas generales del movimiento encontramos la solidaridad de los
estudiantes universitarios por los hechos ocurridos el 26 de febrero de 1971 en
Cali[37],
cuyo saldo fueron alrededor de veinte muertos. Desde ese momento las
universidades se van a unir en solidaridad con las jornadas de protesta,
realizando tomas de los campus, asambleas y paros que, en la mayoría de ocasiones,
terminaron en pedreas por el ingreso de la policía a los claustros
universitarios[38].
La coyuntura del movimiento nacional permitió hacer públicas las denuncias por
la injerencia de capitales extranjeros para la financiación de la universidad
(créditos de entidades extranjeras y fundaciones)[39], la crisis
de representación de las universidades (Consejos Superior y Académico),
seüaladas como aparatos burocráticos que solo facilitaban el detrimento de la
Universidad Pública puesta al servicio del mercado, se exigía una mayor participación en
el gobierno universitario[40].
Para los
estudiantes, su pensamiento se orientaba hacia la estrategia que “solamente un
paro general permite que, entre el aire libre a la universidad, que docentes y
alumnos, piensen sobre el servicio que dan o reciben y sobre el establecimiento
mismo”[41].
Dentro de
este contexto, se entiende que la izquierda universitaria en la UPTC se uniera
a las jornadas de movilización a partir del mes de marzo. En esta universidad
se organizó una marcha por la ciudad, para el día 29, que continuaría con paros
escalonados, pequeüas acciones que tenían como objetivo establecer anormalidad
académica, llamando la atención a la población, frente al escenario de protesta
estudiantil desatado en el país desde el 26 de febrero en Cali. De esta manera,
las jornadas de solidaridad se sumaron al rechazo de la política estatal, a las
normas expedidas por las autoridades de la universidad: Consejo Superior y
Consejo Académico, en respuesta a la modernización de la universidad en función
no de la sociedad sino del capitalismo y el mercado.
Para la
izquierda universitaria la crisis obedecía al avance de la universidad hacia la
privatización socavando la financiación del Estado hacia la Universidad
Pública. Ciertamente, los organismos Internacionales como el Banco Mundial iban
imponiendo sus medidas y no es un hecho a parte que, a partir del aüo 1967,
cuando fue presentado el Plan Básico para la Educación Superior, resultado de
la “Misión de Asesoramiento, Proyecto de Educación Superior de Colombia”, se
establece una política de auto-financiación de la universidad pública y de
darle pre-rogativas y facilidades al crecimiento de la universidad privada. De
esta manera se entiende, que los gobiernos recibían con beneplácito los informes
como el de Rockefeller,
Atcon, que contaron con la participación
del Fondo Universitario Nacional y la Agencia de los Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional[42].
Es necesario, indicar que las políticas
educativas para esta época ya eran expuestas en los lineamientos por las organizaciones internacionales
creadas al final de la segunda guerra mundial como el Banco Mundial (1944), con
sede en Estados Unidos; la UNESCO (1945) creada en Londres y adscrita al ONU y
la OEA (1948), también con sede en Estados Unidos. Es en este contexto, que a
su vez nacen las organizaciones políticas de Izquierda y las sindicales como la
Asociación Sindical de Profesores Universitarios ASPU (1966)[43].
Nos
encontramos, pues, en 1971, con organizaciones sindicales y los grupos
estudiantiles — buscando las estrategias de unidad para enfrentar las políticas
internacionales que consideraban privatizarían la universidad pública y la
unidad para buscar la autonomía universitaria. Conviene destacar que, para el
15 de abril, un día después de culminado el III Encuentro Nacional
Universitario en Palmira (Valle del
Cauca), que da a conocer el Programa Mínimo de los estudiantes, y se hace
manifiesta la exigencia de los estudiantes frente a la composición del Consejo
Superior de la universidad. El periódico El Tiempo del
16 de abril, al referirse a los hechos ocurridos en Tunja, seüala: “ Toma transitoria de la rectoría de la Universidad, para solicitar
la exclusión de los representantes de la curia, Acerías Paz del Rio, ex alumnos,
banca, comercio e industria del Consejo Superior de la Universidad [...] En reunión efectuada hoy en la maüana
los estudiantes aprobaron realizar bloqueos de media hora a las principales
vías de acceso a la ciudad “para explicar a los pasajeros lasfinalidades
que el estudiantado persigue con el plan básico de la reforma universitaria”.
Pese a la orden nacional de realizar manifestaciones, los universitarios
tunjanos acordaron no llevar a cabo la que tenían programada para hoy, con el
propósito de evitar enfrentamiento con las autoridades[44].
Las jomadas
de movilización universitaria iban en aumento en el país. Fueron militarizadas
la Universidad de Valle, UIS, Nacional, Cartagena, Medellín, Cauca y la UTP en Pereira.
Los
estudiantes de la UPTC, el día 21 abril realizaron una manifestación con
disturbios y pedreas a la gobernación de Boyacá, a las oficinas de El Tiempo y el Club Boyacá[45]. Así fue
registrado en El Tiempo del 22 de abril de 1971: Por lo menos tres mil estudiantes de la Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia participaron en una manifestación de protesta, que fue
disuelta enérgicamente por la policía mediante la utilización de gases
lacrimógenos [...]
en la tarde las autoridades desalojaron a los estudiantes que
ocupaban las vías de esa capital. La calma era anoche total, aunque los
universitarios exteriorizaron su propósito de continuar hoy el paro de 48
horas, para atender lo dispuesto por el “Encuentro de Palmira”. Ante esta situación, la
administración de la UPTC declaró vacaciones, a partir del 22 de abril hasta el
8 de mayo. Pero, dentro de este contexto del movimiento estudiantil nacional,
el gobierno (el 5 de mayo) presenta catorce puntos de la reforma universitaria
y anuncia su implementación a partir del mes de junio[46]. La convulsión
política se trasladó a movimiento social con el apoyo de organizaciones
sindicales y este hecho lleva al gobierno, en el trascurso del mes de mayo, a cerrar dieciséis
universidades, incluida la UPTC.
Es así, que
el Consejo Académico evalúa la situación, y para el día 27 de mayo acuerda
reanudar actividades a partir del 14 de junio. Es preciso indicar, que se
advierte a la comunidad estudiantil que “si para esa fecha no se normalizan las
actividades académicas se declarará cancelado el semestre”[47]. En un acto
de presión, y buscando principalmente la desmovilización del estudiantado, se
estableció que de asistir al menos un veinte por ciento del curso (un solo
estudiante), las clases serían impartidas. Hay que decir, que la mayoría del
Consejo Académico presentaban una posición contraria
al movimiento estudiantil.
Si bien se
reanudaron actividades en la UPTC a partir del 22 de junio, en todo el país se
vivieron intensas jornadas de movilización. Se entiende que, tras lograr el
programa mínimo y ante lo expresado por el ministro de Defensa el 1.° de mayo, quien declaró que el Programa Mínimo “no llena
ninguna aspiración de los universitarios”, los estudiantes se lanzaron a las
calles para socializar el documento, con la constante represión que en algunos
casos degeneró en enfrentamientos, con saldo de
estudiantes muertos, golpeados y detenidos.
Las jornadas
de protesta en la UIS y en la Universidad de Caldas llevaron a la
militarización y cierre de la UIS; para el día 26 de junio la prensa registraba
choques en la UPTC, los estudiantes ocupaban la universidad, desalojaban a
estudiantes y profesores desde el día 25 de junio y se declaraba el paro en
solidaridad con las
protestas en la UIS, con la particularidad de la irrupción del Frente
Colombianista: [.] hacia la media noche, el grupo Frente Colombianista,
que propicia el retorno a la normalidad académica, penetró en la Universidad,
quitó los obstáculos que los “maoístas” habían colocado y dejó los muebles en
orden para las clases de hoy, que se reanudaron con escaso número de alumnos[48].
El representante estudiantil Néstor
Romero expresa la situación de la siguiente manera: “Esto no es
de la universidad, es una situación general; aquí se estaba demorando y se
agudizó por las palabras del ministro. La universidad estaba normalizada y las
otras universidades enviaron sus protestas. Así, en la Universidad Nacional hay
un letrero que dice: “Nos iremos a entregar como lo estudiantes perros de
Tunja”, al igual que en la Universidad Libre y en la UIS[49].
El 2 de
julio la asamblea decide reanudar actividades en la universidad[50].
Para el día 12 de julio, en el acta del Consejo Superior se evidencia la
continuidad de las acciones de protesta, se hacen seüalamientos por parte del
decano de la Facultad de Ingeniería, Eduardo Machado Leiva, y resaltan
los nombres de Hernando Benítez, Juan Mejía Peüaloza, Orlando Cabás, Guillermo
Castro Esparragoza, Eduardo Barón Gallardo, Celso
Montaüa, Zahin Cuadros, Yamel
López y Edgard Castro[51].
Según este documento las acciones emprendidas por los estudiantes se presentan
en respuesta a las declaraciones del ministro de Educación, al referirse a la
Pedagógica y Tecnológica de Colombia como modelo a seguir por las demás
universidades del país que se encuentran movilizadas, refiriéndose a la acción
del Frente Colombianista y el retorno a la normalidad académica, lo que causa
la aversión de la izquierda universitaria.
A causa de
la tensión vivida en el país y específicamente en la Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia, desde el 10 de julio de 1971, la ciudad de Tunja quedó
bajo la vigilancia de las fuerzas armadas. Debemos considerar varios elementos:
por cuenta del decreto 1259, que daba plenos poderes a los rectores para
expulsar estudiantes, profesores y administrativos. Unido al anterior decreto
se anunció la expedición de uno nuevo que incorporaba al ejército a los estudiantes
expulsados o que estuvieran en receso sin causa justificada[52]. Es así, que
se desencadenó una persecución contra los líderes del Consejo Nacional
Estudiantil[53].
Estos fueron capturados por el DAS y doce estudiantes de la UPTC fueron
suspendidos y diecisiete expulsados. Pero, además, la administración de la UPTC
para garantizar que los estudiantes asistieran a clases les expidió
credenciales especiales, con lo que consideraba se garantizaba el reintegro y
la normalidad académica.
La
universidad, en cabeza de rector Armando Suescún
Monroy, enfrentaba el desafío representado por las movilizaciones
estudiantiles. Así expresaba la situación el Consejo Académico: “El lunes 12 de Julio, sin provocación causa o motivo alguno, se
presentaron desórdenes, atropellos a los profesores y a los alumnos en clase; causa
para la sanción de 12 estudiantes [...]
el 13 se intentó la toma de la rectoría. Toma bochornosa con
la presencia de centenares de encapuchados, con el intento de agresión al
rector [.] la sanción favoreció la
subsistencia de la Universidad[54]. Dentro de este contexto, se presenta el cierre de la UPTC
y se ratifican las resoluciones 225 y 228, mediante las cuales se sancionaba
con la suspensión de matrícula a un total treinta y cinco estudiantes, de los
cuales diecisiete serían irrevocablemente expulsados (16 de julio de 1971).
Pero, como se ha indicado los hechos ocurridos en el campus universitario de la
UPTC, estaban relacionados con la coyuntura nacional y la actitud del Consejo
Académico en cada una de las sesiones fue la preocupación por identificar y
sancionar a los estudiantes implicados en las acciones que impedían la
normalidad académica: [...] no debemos ser de oídos
sordos. Ayer sancionamos, hoy los hechos fueron más graves y no podemos
callarnos. Y pide a los miembros del
consejo que comuniquen a sus profesores el deber de ayudar en la identificación
de los estudiantes autores de la zambra, y que maüana al medio día esté
identificada esta gente, comunicándolo a los decanos, a los directores de división,
a la secretaría académica o a la rectoría, no siendo necesario hacerlo por
escrito y que igualmente se guardará absoluta reserva[55].
El problema
estaba planteado con la sanción a los treinta y cinco estudiantes. Hay que
decir, que este hecho generó desconcierto entre los universitarios y en los
siguientes meses se llevarían a cabo acciones en solidaridad y exigencia del
reintegro de los sancionados. El movimiento estudiantil se reagrupa y para el
mes de noviembre se decretó el paro, de modo que los estudiantes dejaron de
asistir a clase el 19 de noviembre. El decano de ingeniería describe la
situación de la siguiente manera: “El punto clave y álgido está en el reintegro
de los 35 estudiantes sancionados. Hoy se observa una total inasistencia. Ayer
asistieron a clase los llamados colombianistas, pero hoy no, originándose así
una polarización”[56].
El hecho es
que el movimiento estudiantil nacional continuaba y esta coyuntura desató en la
UPTC un escenario de confrontación. Quedo en la palestra la evidencia de las
posiciones encontradas entre los estudiantes y la administración. Por un aparte,
los
primeros, se encontraban divididos entre una izquierda minoritaria y
fraccionada; un grupo de derecha apoyado por docentes y decanos; y una
comunidad apática. Por otra parte, la posición de las autoridades consistía en
preservar su derecho de autoridad bajo la legitimidad de las leyes, su objetivo
era, conservar el orden y no ceder ante las demandas de los estudiantes;
conciliar o ceder hubiera significado presentarse débil ante la presión que
ejercían los grupos de izquierda[57].
Así lo expresa el rector Suescún: [.] las sanciones son justas y adecuadas por lo tanto las confirmo
[.] el reintegro total significaría que en la universidad se
entroniza indefinidamente el poder del grupo de los estudiantes que provocaron
los desórdenes del pasado, entronización del desorden y el caos; se sabría que
en la universidad las sanciones son de mentirillas hoy y maüana se borran;
cuatro meses después por un paro las autoridades van a retroceder o temblar,
retroceden asustadas[58].
Queda
establecido, que, si bien los grupos estudiantiles obedecían a directrices
nacionales de la coordinadora nacional estudiantil y de la dirigencia de sus
respectivos partidos políticos, en la práctica las condiciones locales eran
diferentes. Así quedó demostrado en las universidades como la UIS, la Nacional
o la Universidad de Antioquia, donde los estudiantes mantenían jornadas
de
protesta que obligaron al gobierno a pactar y en los casos de Bogotá y
Antioquia se pudo realizar por corto tiempo la experiencia del anhelado
cogobierno universitario[59].
Quizá, el
debilitamiento del movimiento estudiantil en la Uric, se deba a la posición de la administración de no
negociación y una fuerte amenaza de represión, a lo que se le sumo la
participación de los estudiantes de derecha, encargados de seüalar estudiantes
comprometidos o no con la izquierda universitaria.
Este
escenario, junto con una
inclinación apolítica de un vasto sector de la comunidad universitaria uptecista, crearon las condiciones
para que, en diciembre de 1971, se estableciera la normalidad académica, tras
la firma de un acuerdo en Bogotá entre el ministro de Educación, el rector y un
sector de la representación estudiantil. Hay que decir, que esta representación
de los estudiantes no presentó una posición unificada, por lo tanto,
ante
las autoridades universitarias, se invalidaban las demandas de las
organizaciones estudiantiles de izquierda[60]. En definitiva, el
“glorioso” movimiento estudiantil del aüo 1971, no logró los objetivos deseados
por los estudiantes uptecistas. Pero, consideramos
que fue una de las mayores experiencias de práctica de la cultura política,
donde quizá fue el periodo donde se formaron la generación que aüos más tarde
ocuparían cargos de dirección académica en las diferentes universidades del
país.
En términos
generales, concluimos que la situación del movimiento estudiantil en la UPTC no
se separa del contexto que
vivieron las demás universidades del país. Los logros alcanzados se pueden
medir en el grado de experiencia adquirida por los líderes estudiantiles que
participaron activamente en las jornadas de protesta, sus experiencias se
convierten en una referencia para comprender la crisis actual de la
universidad, que, al igual que en 1971, presentan posiciones que se confrontan
en los espacios académicos y de socialización. Esta experiencia permite
analizar las prácticas políticas de los grupos estudiantiles de izquierda de la
época, donde la formación teórico-ideológica de sus miembros nos ayuda a reflexionar en los cambios que se han dado
en la universidad en términos de lo que representa hoy el estudiantado. Es así,
que, a nuestra pregunta inicial sobre la vinculación e impacto del movimiento
estudiantil, con apoyo de la sociedad boyacense, podemos seüalar que las
demandas se ubicaron en el espacio académico e institucional. En el caso de la
UPTC, quedo en evidencia un movimiento estructurado ideológicamente que logró
grandes movilizaciones y vinculación, y se rescata la formación de los líderes
con proyección en el ámbito universitario nacional Pero, en cuanto a las
reivindicaciones locales, primó las posiciones divergentes, con las divisiones
internas de los colectivos estudiantiles, que junto con las políticas represivas
de expulsión y la no vinculación del sector social y sindical al movimiento,
incidieron en el hecho de no lograr una negociación local que permitiera
alcanzar el sueüo del cogobiemo universitario, que
solo se lograría en Colombia, hasta el aüo i99i, con el cambio de la
Constitución política del país.
Los autores
declaran que no tienen conflicto de interés.
Resultado
del proyecto marco “Políticas públicas, reformas y movimientos universitarios
en Colombia", SCI Í295, vinculado como resultado del Proyecto de
investigación “Culturas políticas e imaginarios de los profesores de
Licenciatura en Filosofía, Ciencias Sociales (UPTC), y ENS (UPTC) en la
formación de educadores", SCI 2406. Vicerrectoría y Dirección de Investigaciones,
UPTC. Proyecto de tesis doctoral movimientos estudiantiles universitarios: El
caso de la Universidad Nacional de Colombia (1953-1974).
Archivo Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia. Actas del Consejo Superior y del Consejo Académico,
1970-1971.
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"Plan Atcon" (1961), misión enviada por la
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Entrevista a Camargo,
Nelson. Tunja, 12 de enero de 2016.
Entrevista a Castro, Carlos. Tunja, 10 de enero de 2016.
Entrevista a
Cuervo, Carlos. Tunja, 12 de
enero de 2016.
Entrevista a informante anónimo.
Tunja, 20 y el 22 de noviembre de 2015.
Entrevista a Mojica, León. Tunja, 9,10 y 12 de enero de 2016.
Entrevista a Munar, Carlos. Tunja, 23 de julio, 10 de octubre
de 2015 y 7 de enero de 2016. Entrevista a Soto Arango, Diana Elvira, septiembre
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XX, ed. Olmedo Vargas Hernández (Tunja: RU D ECO
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Cómo citar: Bernal Villate, Sandra Liliana y Naranjo, Diego: “El movimiento estudiantil
en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, 1971” Revista Historia de la Educación
Latinoamericana vol.23 no.36 (2021).
[1] Resultado delproyecto
marco “Políticas públicas, reformas y movimientos universitarios en
Colombia", SGI 1295, vinculado como resultado delProyecto
de investigación “Culturas políticas e imaginarios de los profesores de
Licenciatura en Filosofía, Ciencias Sociales (UPTC), y ENS (UPTC)
en la formación de educadores", SGI 2406. Vicerrectoría y Dirección de
Investigaciones, UPTC. Proyecto de tesis doctoral movimientos estudiantiles
universitarios: El caso de la Universidad Nacional de Colombia (1953-1974).
[2] Magíster en Historia de América Latina. Candidata
a
doctora, Universidad Pablo de Olavide. Espaüa,
docente Escuela de Ciencias Sociales Universidad Pedagógica y Tecnológica de
Colombia. Miembro Grupos de investigación HISULA, sandra.bernal@uptc.edu.co.
[3] Magíster en Historia de América Latina.
Estudiante de doctorado, Profesor Universidad Pedagógica y Tecnológica de
Colombia. Miembro Grupos de investigación HISULA-ILAC. diego.naranjo@uptc.edu.co
[4] Abel Fernando Martínez-Martín, “Trópico y
Raza. Miguel Jiménez López y la inmigración japonesa en Colombia,
1920-1929", Historia y Sociedad, n.0 32, (2017): 103-138, https://dx.doi.org/10.15446/hys.n32.59366.
[5] Fue rector de la Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia de 1963 a 1965. Se considera que aportó en el campo de
la educación de Colombia en “la Escuela Nueva y la Facultad de educación".
El Dr. historiador
Javier Ocampo lo ubica en la generación de los nuevos, pero en el estudio de
Soto, Rivadeneira, Duarte, Bernal 2018, no se le ubica. Véase.
Javier Ocampo López, Rafael Bernal Jiménez, Sus ideas
educativas, sociológicas, humanistas y la Escuela Nueva en Boyacá. (Tunja,
Doctorado Ciencias de la Educación. Universidad Pedagógica y Tecnológica de
Colombia, RUDECOLOMBIA), 33-40. Diana Elvira Soto Arango, José
Antonio Rivadeneira, Jorge Enrique Duarte Acero, Sandra Liliana Bernal, “La
generación del movimiento estudiantil en Colombia. 1910-1924". Tunja,
Revista Historia de la Educación Latinoamericana. vol. 20, n.° 30, (2018):
217-241.
[6] Su primera labor fue en la Escuela Normal
Superior desde 1926, donde en 1928 inició labores “el curso suplementario de
especialización" (Ordenanza 38 de 1929 de la Asamblea de Boyacá). En 1952
fue rector de la Escuela Normal Superior que se traslada nuevamente a Tunja y
al aüo siguiente se expide el Decreto 2655 de 1953 que crea la Universidad
Pedagógica de Colombia. Véase Lina Adriana Parra Báez, La Universidad
Pedagógica de Colombia y la formación de maestros 1953-1960.) Tunja, Serie
Historia y Ciencias Sociales, 3, Universidad Pedagógica y Tecnológica de
Colombia, 2003)48, 49.
[7] Jerónimo Gil Otálora. Viaje de la memoria
por la Escuela de Idiomas. 1960-2010. (Tunja, Uptc,
2013), 98.
[8] Humberto Avila
Mora, fue gobernador del 28 de agosto de 1970 al 18 de enero de 1972.
[9] Ibíd., 19.
Álvaro Acevedo Tarazona y Gabriel Samacá Alonso. “Juventudes universitarias de izquierda en
Colombia en 1971: un acercamiento a sus discursos ideológicos" Revista
Historia Caribe 8, n.° 22, (2013): 195-22.
La cúpula de la dirección la ocupaban Otto y
Omar Ñáüez, Daniel Paternina y Marcelo Torres, entre
otros.
Eduardo Umaüa Luna. “El sociólogo Camilo
Torres y su influjo sobre el país, desde la Universidad Nacional de
Colombia", Revista Colombiana de Sociología, vol. 6, n.0 1
(2001): 52-57.
Walter Broderick, Camilo,
el cura guerrillero (Nueva York: Doubleday, 1975 -
Bogotá: icono Editorial, 2013). Cfr. Fernando Cubides,
Camilo Torres: testimonios sobre su figura y su época (Bogotá: La Carreta
Social, 2010).
Camilo Torres. Liberación o muerte (comp. de textos con int. de
Francisco González) (La Habana: Instituto del Libro, 1967).
Pierre Bourdieu se refiere a las
estructuras mentales o cognitivas por medio de las cuales las personas orientan
el mundo social. Citado por Álvaro Acevedo Tarazona,
Por una vía explicativa, 298.
[18] Se le llamaba el edificio Residencias Sor
Josefa del Castillo, ubicadas en la carrera 7 con calle 19 y 20, en la ciudad
de Tunja.
[19] El libro de Marta Harnecker,
Los conceptos elementales del materialismo histórico (Madrid: Siglo XXI
editores, 1969), se convirtió en un texto base para los grupos de izquierda y
las bases del marxismo. Entrevista a Diana Elvira Soto Arango, Tunja,
septiembre, 2018.
[20] Los de izquierda utilizaban ruana en las
noches y chaquetas. Los “tradicionales, ropa de paüo. Entrevista a Diana Elvira
Soto Arango, Tunja,
5 septiembre de 2018.
[21] Véase: Olmedo Vargas, “Un movimiento más allá
de la Universidad: La democracia y el derecho a la vida", en Movimientos
universitarios: América Latina, siglo XX, ed. Olmedo Vargas Hernández (Tunja:
RUDECOLOMBIA, 2005).
[22] Suescún, óp. cit.,234.
* “Josefina Valencia, fue gobernadora
del Departamento del Cauca en 1955, Ministra de Educación de 1953 a 1957,
siendo la primera mujer en el país que ejercía esta importante posición que
había sido reservada solo para los hombres. Fue Senadora de la República en
l960 por la Alianza Nacional Popular. Una de las fundadoras de la Organización
Nacional Femenina la que le correspondió presidir por algún tiempo". En:
Melo, óp. cit., p.436.
[23] Ana Hamon. “Las
mujeres docentes en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. 1961-
1980". Tesis doctoral. Doctorado en Ciencias de la Educación. Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Rudecolombia.
Tunja, 2010: 14.
[24] Ana Hamon. Las
mujeres docentes en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, 20.
[25] Frases comunes en los aüos setenta en la
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, que se fueron rompiendo a
través del tiempo por la participación activa de la mujer en movimientos
estudiantiles. Entrevista a Diana Soto Arango, 7 de agosto de 2010,
por Ana Hamon, citada en la tesis doctoral,
[26] El grupo publicó un folleto Titulado “Tania la
guerrillera", que solo tuvo 3 ediciones. Soto, utilizó el seudónimo de
Liliana López y bajo este nombre recibía la correspondencia de China, de la
Revista “China Reconstruye", que luego se distribuía en la universidad y
cuadros políticos del MOIR. Entrevista a Diana Soto, 6 agosto de 2018.
[27] Teatro Fausto es un auditorio de la UPTC, con
una capacidad aproximada para 250-300 personas.
[28] Álvaro Acevedo Tarazona
y Gabriel Samacá, “Entre la
movilización estudiantil y la lucha armada en Colombia. De utopías y diálogos
de Paz", Anuario de Historia Regional y de las Fronteras, vol. 20, n.0
2 (2015): 1 57-182.
[29] Entrevista a Diana Elvira Soto Arango, septiembre
de 2016.
[30] Publicado en Revista Historia de la Educación
Latinoamericana, 2008, n.° 11, pp. 257-258.
[31] R. Atcon, “Plan Atcon" (1961), misión enviada por la UNESCO, Eco
Revista de la Cultura Occidente, t. VII/1-3 (mayo - julio 1963).
[32] Acta n.° 3 de 1970. Archivo UPTC, Fondo
Actas: Consejo Superior.
[33] Entrevista a Nelson Camargo,
Tunja,
12 de enero de 2016. Entrevista a Carlos Castro, Tunja, 10 de enero de 2016.
Entrevista a León Mojica, Tunja, 10 de enero de 2016. Entrevista
informante anónimo, Tunja, 20 y 22 de noviembre de 2015. Así mismo, en las
entrevistas realizadas por Luis Fernando García Herreros en 1998 a Armando
Moncada, Javier Pereira, Darío Vargas y Pepe González, en Luis
Fernando García Herreros, “Movimiento estudiantil colombiano y su incidencia en
el movimiento estudiantil de la UPTC. 1970-1980. Tesis de pregrado, Escuela de
Ciencias Sociales en Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, 1998.
[34] Intervención de Samuel Malangón,
representante de los profesores. Acta del 13 de julio de 1971. Consejo
Académico, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Archivo UPTC.
Fondo Actas: Consejo Académico.
[35] La obra del profesor Luis Corsi
Otálora, formado como representante del nacionalismo, se caracteriza por la
defensa del tradicionalismo hispánico. En su abundante producción narrativa y
ensayística rechaza los postulados del liberalismo económico, el capitalismo y
la democracia. Entre sus trabajos relacionados con la universidad encontramos:
De la democracia al partido único (1969), Crisis universitaria y poder político
(1971), Los estandartes rotos (1972) y La batalla olvidada (1974). Biografía de
L. C. Otálora. Véase: https://consejofelipesegundo.wordpress.com/2013/12/28/ha-muerto-luis-corsi-otalora/
(22 de enero de 2016).
[36] Álvaro Acevedo, Tarazona,
1968. Historia de un acontecimiento. Utopía y revolución en la universidad
colombiana. (Bucaramanga, Universidad Industrial de Satander,
2017), 36.
[37] “Declarado el Estado de Sitio, decreto 250
del 26 de febrero de 1971", El Tiempo, 26 de febrero de 1971,1 y 6. En
esta edición se comparan los hechos en Cali con las protestas de mayo en
Francia.
[38] En ese aüo la prensa nacional registraba
innumerables acciones de protesta en las principales ciudades, protagonizadas
por los estudiantes. En Bogotá, Bucaramanga y Medellín se registraron
confrontaciones con la fuerzas militares e incineración de vehículos oficiales;
en Cali se dan batallas campales en las calles, como lo recuerda el escritor
caleüo Andrés Caicedo en su cuento El atravesado (Bogotá: Editorial Norma,
1997): “El 26 de febrero prendimos la ciudad de la Quince para arriba, la tropa
en todas partes, vi matar muchachos a bala, niüas a bolillo, a Guillermito
Tejada lo mataron a culata, eso no se olvida. Que di piedra y me contestaron
con metralla. Que cuando hubo que correr corrí como nadie en Cali. Que no hay
caso, mi conciencia es la tranquilidad en pasta, por eso soy yo el que siempre
tira la primera piedra". En Bucaramanga se declara toque de queda a partir
de las jornadas de protesta del 15 de abril: “la medida se adoptaba con el fin
exclusivo de mantener la paz, por cuanto se venía preparando por parte de
elementos subversivos, la perturbación del orden". Gabriel García-Peüa,
“Toque de queda en Bucaramanga", El Tiempo, 16 de abril de 1971, 1.
[39] “Las fundaciones extranjeras, a través de las
cuales se ejerce el colonialismo cultural y económico, deben someter a revisión
todos sus programas sobre ayuda técnica y financiera. El gobierno debe iniciar
la política de reajuste de las regalías petroleras, para que sin mayor recaudo
se destine a la financiación de la actividad científica de las
universidades". Declaraciones de Heraldo Romero en rueda de prensa del 15
de abril, El Tiempo, 16 de abril de 1971, 9.
[40] Los profundos debates a favor y en contra del
Co-gobierno, están delimitados por el sistema de ideas de una u otra
organización estudiantil.
[41] Crisis universitaria colombiana, 83.
[42] Justo, Cuüo Bonito. El Espacio Iberoamericano
del Conocimiento en la perspectiva de transformación de la Universidad en una Microversidad. Revista Historia de la Educación
Latinoamericana, vol. 21 n. 32 (2019): 35-58
[43] ASCUN: 50 aüos construyendo pensamiento
universitario (Bogotá: Panamericana Formas e Impresos, 2009).
[44] José Riveros, “Estudiantes se tomaron
rectoría de la U. de Tunja", El Tiempo, 16 de abril de 1971,9.
[45] “Clausuradas dos universidades", El
Tiempo, 22 de abril de 1971, 6.
[46] “Reforma total en junio", El Tiempo, 5
de mayo de 1971, 1 y 6. Se transcribe el discurso del presidente Misael Pastrana Borrero.
[47] Acta del Consejo Académico, Tunja, 27 de mayo
de 1971, Archivo UPTC, Fondo Actas.
[48] José Riveros. “Choques en la U. de
Tunja", El Tiempo, 26 de junio de 1971, 9. Se anota por parte de la
secretaria académica “que la fecha de iniciación de clases del segundo semestre
académico será el 18 de octubre de 1971".
[49] El Tiempo, 30 de junio de 1971, 3.
[50] José Riveros. “Ocupada la U. de
Nariüo. Levantan paro en Tunja", El Tiempo, 2 de julio de 2016, 6.
[51] Consejo Académico UPTC, Acta n.° 28, Tunja,
12 de julio de 1971, 1-3. Archivo UPTC, Fondo Actas.
[52] Una investigación exclusiva del tema podría
seüalar si la medida se aplicó y cuántos estudiantes expulsados fueron
reclutados (Ley 1.a de 1945). “Servicio militar para estudiantes
expulsados 9 de julio", El Tiempo, 10 de julio de 1971, 1.
[53] Marcelo Torres, Boris Ackerman
y
Leonardo Posada fueron detenidos los días 28 y 29 de octubre “bajo la acusación
de agitadores". “Detenido el dirigente estudiantil M. Torres", El
Tiempo, 30 de junio de 1971, 2.
[54] Consejo Académico UPTC, Acta del 19 de
noviembre de 1971, Archivo UPTC, Fondo Actas, 6.
[55] Intervención de Hernando Mesa Pérez,
secretario académico. Consejo Académico UPTC, Acta del 13 de julio de 1971,
Archivo UPTC, Fondo Actas.
[56] Intervención de Eduardo Machado, decano de
Ingeniería. Consejo Académico UPTC, Acta del 19 de noviembre de 1971, Archivo
UPTC, Fondo Actas.
[57] Reiteramos que “la universidad es ante todo
un ente constituido por múltiples capitales (social, cultural, simbólico,
económico y político), enfrentados en una lucha que atraviesa una serie de campos
relativamente autónomos con respecto al espacio social en su conjunto, y en el
cual unas personas detentan un capital particular y luchan con otras que
detentan otras variedades de capitales para dar más fuerza al suyo en una red
que interviene en todos los campos". Álvaro
Acevedo Tarazona,
“Por una vía explicativa del Movimiento Universitario
en Colombia", Prospectiva, n.° 18 (2013): 295-318. Renate
Marsiske, “La universidad de México: Historia y
desarrollo", Revista historia de la educación latinoamericana, n.° 8
(RUDECOLOMBIA, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, 2006).
[58] Intervención de Armando Suescún
Monroy, rector. Consejo académico UPTC, Acta del 19 de noviembre de 1971,
Archivo UPTC, Fondo Actas.
[59]
En la Universidad Nacional surgió en noviembre de 1971 y en la de Antioquia en
enero de 1972, pero fue efímera su existencia dado que en mayo de 1972 fueron
derogados, declarados ilegales y disueltos a fines de mayo de 1972 mediante los
decretos 856 y 886. Se restauró la vigencia del decreto 1259 que restituyó a
los rectores autocráticos, suspendió la
participación de estudiantes y profesores en los consejos superiores y
restableció la asistencia del ministro de Educación. Álvaro
Acevedo Tarazona,
“Movilización y protesta estudiantil en Colombia (1971). Una lectura desde la organización gremial por el cogobierno universitario y la
memoria de protagonistas y testigos", Anuario de Historia Regional y de
las Fronteras, n.° 16 (2011): 221-241, 233.
[60]
Consejo académico UPTC, Acta del 19 de noviembre de 1971, Archivo UPTC, Fondo
Actas. Aparecen Leonor Gamarra y Néstor Romero como representantes de los
estudiantes; sus posiciones se dividen frente al caso de los treinta y cinco
estudiantes que reclaman su reintegro. Luego de escuchar los argumentos del
rector, Leonor está de acuerdo en que se mantengan las sanciones. Por su parte,
Néstor apela hasta la última instancia y advierte que no se da ninguna solución
manteniendo las sanciones.