Doi: https://doi.org/10.19053/01227238.16716
Artículo
de investigación
Intencionalidad
comunicativa, científica y pedagógica de la imagen: desde e
primer ibro ilustrado hasta los materiales
interactivos en Pospandemia COVID-19[1]
Communicative, scientific and pedagogical intentionality of the image: from the
first illustrated book to interactive materials in the COVID-19 Post-pandemic
Intenção comunicativa, científica e pedagógica da Imagem: desde o primeiro livro ilustrado até os materiais interativos na pospandemia COVID-19
https://orcid.org/0000-0002-9451-113X
Fabio Ignacio Munévar Quintero[3]**
http://orcid.org/0000-0002-4263-9166
Gloria Esperanza
Infante Castaño[4]**
https://0rcid.org/0000-0002-3749-1611
*Universidad del Magdalena, Colombia
**Universidad de Caldas, Colombia
Resumen
Objetivos: Explorar las tendencias iconográficas que han configurado los usos
e intencionalidades comunicativas, científicas y pedagógicas de las imágenes e
ilustraciones en contextos escolares desde el primer libro didáctico editado a
comienzos de la modernidad, siglo XVII, hasta las pedagogías virtuales durante
el período de pandemia COVID-19 en el siglo XXI.
Método: Análisis documental historiográfico de fuentes primarias y
secundarias a partir de contenidos iconográficos por períodos y épocas de
cambio. Se analizaron lecciones, demostraciones y entrevistas mediante plataformas virtuales desplegadas durante los
períodos escolares en tiempos de pandemia y pospandemia.
Originalidad/aporte: las imágenes y lenguajes ilustrados que contienen los materiales
educativos impresos y virtuales constituyen un testimonio histórico
significativo para comunicar, interpretar, leer, descifrar códigos y aprender
en determinados espacios, tiempos e intencionalidades. El primer libro
ilustrado diseñado a comienzos de la modernidad marcó la génesis de las
pedagogías activas en cuanto al aprendizaje de las primeras letras. El uso de las imágenes se va adaptando a las posibilidades de los desarrollos
tecnológicos y estimulan las habilidades intelectuales de maestros y
estudiantes en cada época.
Conclusiones: La incorporación de imágenes en los contextos educativos es un
aporte de las pedagogías activas. La estructura temática que configura los
materiales didácticos icónicos en las escuelas elementales se expande a otras
áreas curriculares y a otros niveles avanzados del proceso educativo. Las
imágenes conllevan intencionalidades que ayudan a estimular habilidades
científicas para observar, imitar, descubrir, crear ideas, representar objetos y reconstruir situaciones del contexto natural, a la vez que
conducen a la investigación y construcción de conceptos concretos o abstractos.
Su aporte es evidente en los tiempos actuales cuando los recursos mediáticos
avanzan significativamente y son imprescindibles para las comunidades del
presente y del futuro que aprenden en espacios presenciales y virtuales, tal
como sucedió en tiempos de la pandemia ocasionada por el COVID-19.
Palabras clave: Imagen; ilustraciones impresas y
virtuales; pandemia; pedagogías activas; primeras letras.
Abstract
Objectives:
Explore the iconographic trends that have shaped the communicative, scientific and pedagogical uses and intentions of images and
illustrations in school contexts, starting with the first didactic book
published at the beginning of modernity, 17 th
century, until the implementation of virtual pedagogies during the COVID-19
pandemic period in the 21st century.
Method: Historiographical documentary analysis of primary and secondary sources
based on iconographic contents by periods and eras of change. Lessons, demos and interviews were conducted through virtual
platforms enabled during school periods in times of pandemic and post-pandemic.
Originality/contribution: The images and languages illustrated in printed
and virtual educational materials constitute a significant historical testimony
to communicate, interpret, read, decipher codes and
learn in certain spaces, times and intentions. The first illustrated book
designed at the beginning of modernity marked the genesis of active pedagogies
in terms of learning the first letters. The use of images adapts to the
possibilities of technological developments and stimulates the intellectual
abilities of teachers and students in each era.
Conclusions: The incorporation of images in educational contexts is a contribution of
active pedagogies. The thematic structure that makes up the iconic teaching
materials in elementary schools expands to other curricular areas and to other
advanced levels of the educational process. Images carry intentions that help
stimulate scientific skills such as observing, imitating, discovering,
ideating, representing objects and reconstructing situations in the natural
context, while leading to the investigation and construction of concrete or
abstract concepts. Currently, the contribution of images is evident given the
profuse advancement of media resources, which are becoming essential for
communities of the present and the future that learn in both spaces, face-to-face
and virtual, just as happened in times of the pandemic caused by COVID-19.
Keywords: Image; printed and virtual illustrations;
pandemic; active pedagogies; first letters.
Resumo
Objetivos: Explorar as tendencias iconográficas que têm moldado os usos e intenções comunicativas, científicas e pedagógicas das imagens e ilustrações em contextos escolares desde o primeiro livro didático
editado no início da modernidade, século XVII, até as pedagogias virtuais durante o período da pandemia
COVID-19 no século XXI.
Método: Análise documental historiográfica de fontes primárias e secundárias baseadas nos conteúdos iconográficos por ciclos e épocas de mudança. Foram analisadas aulas, demonstrações e entrevistas
por via de
plataformas virtuais
desbordadas durante os períodos letivos em tempos da pandemia e pós-pandemia.
Originalidade/contribuição: as imagens e linguagens ilustradas contidas nos materiais educativos impressos e virtuais constituem um
testemunho histórico significativo para comunicar, interpretar, ler, desvendar
códigos e aprender em determinados espaços, tempos e intenções. O primeiro
livro ilustrado desenhado no início da modernidade marcou a génese das
pedagogias ativas no que diz respeito à aprendizagem das primeiras letras. O uso de imagens vai se adequando às possibilidades dos desenvolvimentos
tecnológicos e estimulam as habilidades intelectuais de professores e alunos em
cada época.
Conclusões: A incorporação de imagens nos contextos educativos é uma contribuição
das pedagogias ativas. A estrutura temática que configura os
materiais didáticos icônicos nas escolas de ensino elementar espalha-se a
outras áreas curriculares e a outros níveis avançados do processo educativo. As
imagens carregam intenções que ajudam a estimular habilidades científicas para
observar, imitar, descobrir, criar ideias, representar objetos e reconstruir
situações do contexto natural, ao
mesmo tempo que guiam à investigação e construção de
conceitos concretos ou abstratos. Sua contribuição é evidentenos
tempos atuais nos quais os recursos midiáticos avançam significativamente e são
essenciais para as comunidades do presente e do futuro que aprendem em espaços
presenciais e virtuais, como aconteceu em tempos da pandemia causada pelo
COVID-19.
Palavras-chave: Imagem; ilustrações impressas e virtuais; pandemia; pedagogias ativas; primeiras letras.
Recibido: 17/04/2022
Evaluado: 28/07/2022
Aprobado: 19/02/2023
Introducción
En términos de
la investigación contemporánea, la producción de literatura científica sobre
diseño de materiales impresos y virtuales con fundamento histórico y pedagógico
ha alcanzado notables avances en Colombia. Publicaciones internacionales han
contribuido a la comprensión de contextos escolares mediante la visualización
de prácticas en diseño[5],
de donde emergen intencionalidades comunicativas y aportan significados en los
espacios de uso público[6].
El uso de imágenes plasmadas en el
corpus de textos, manuales, cartillas,
libros didácticos interactivos y todo tipo de materiales impresos o virtuales,
ha captado el interés de estudios historiográficos y mediáticos. Estos
materiales marcan huellas de las transformaciones en el pensamiento, dan cuenta
de las representaciones sociales, intencionalidades y mentalidades en
correspondencia con los avances culturales, científicos, tecnológicos y
educativos en contextos históricos y geopolíticos determinados. Es el caso del
primer libro didáctico ilustrado, diseñado por Comenio a comienzos de la
modernidad[7]
y que recobra vigencia en el tercer milenio.
De acuerdo con las posibilidades que ofrece el cambiante mundo de las mediaciones
y las artes gráficas[8],
la edición, publicación y formatos de materiales impresos o virtuales han
pasado por graduales metamorfosis para acomodarse a las tendencias, técnicas
procedimentales y modalidades utilizadas en la producción y almacenamiento de
información con diferentes finalidades. “La dimensión o el aspecto que se
resalta con más intensidad es la comunicativa: el mensaje, el tipo de lenguaje,
y los medios de distribución y consumo”[9].
Por su alto poder comunicativo de
ideas, lenguajes, sentimientos y emociones, en las escuelas abundan diferentes
tipos de representaciones visuales icónicas que complementan la arquitectura de
las instalaciones y actualizan la disponibilidad de los recursos educativos. Es
el caso de fotografías, representaciones de objetos, dibujos, mapas, esquemas, murales, pinturas, ilustraciones,
pictogramas, vitrales, cuadros de época, tradiciones, paisajes, carteles,
avisos publicitarios, litografías y escenas de la vida cotidiana. Se observan
decoraciones estéticas en las paredes y lugares emblemáticos con mensajes claves para resaltar temáticas, infundir
normas, divulgar reglamentos, recordar prácticas de convivencia, embellecer el
ambiente o celebrar festividades de interés patriótico, cultural, social,
deportivo y literario.
Badanelli demostró que las ilustraciones
son dispositivos tanto textuales como icónicos, puesto que en ellas se
encuentran elementos de análisis para comprender fenómenos educativos,
intencionalidades artísticas y pedagógicas[10]. Un punto
de partida es “el soporte visual como instrumento didáctico-pedagógico con el
objetivo de recomponer la historia educativa”[11]. Desde el
enfoque de las disciplinas curriculares
(lenguaje,
ciencias sociales, ciencias naturales, matemáticas, historia, entre otras) las
imágenes e ilustraciones constituyen un soporte didáctico útil para estimular
habilidades intelectuales de observación, indagación, reflexión, orientado a la
construcción de conocimiento escolar, asunto que ha legitimado la razón de ser
de las escuelas normales y las facultades de educación en su compromiso
político y social de formar maestros y licenciados. El estudiante, individual o
colectivamente, aprende y es evaluado mediante la elaboración de esquemas,
gráficas, mapas conceptuales, caricaturas, lectura, interpretación o
construcción/deconstrucción de íconos.
El análisis de materiales
didácticos en formato plano o interactivo permite adentrarse en la arqueología
de la vida escolar para desentrañar códigos, lenguajes, discursos, tendencias y
prácticas.
[...] los textos son huellas que permiten rastrear las ideas con las
que maestros y niños se comunicaban y que sirvieron como vehículo tanto del
crecimiento intelectual y moral, y la forma en que el poder de la política
escolar fue fijando imágenes, imaginarios y estructuras mentales[12].
En este sentido, de acuerdo con las intencionalidades educativas, los criterios
para seleccionar las imágenes deben aportar al desarrollo integral del ser
humano.
El estado de la cuestión conduce a
plantear ¿cuál es el origen e intencionalidad comunicativa, científica,
pedagógica y tecnológica de la imagen en los contextos escolares? En
consonancia con la pregunta, se formulan los siguientes objetivos:
•
Explorar históricamente las tendencias iconográficas que han
configurado el uso de la imagen e ilustraciones, en correspondencia con los
principios de las pedagogías activas y la expansión de las nuevas mediaciones
en tiempos pandémicos.
•
Determinar las intencionalidades comunicativas, científicas y
pedagógicas de la imagen en contextos escolares presenciales, virtuales e
interactivos.
Materiales y método
Para responder a la pregunta sobre
el origen e intencionalidades comunicativas, científicas y pedagógicas de la
imagen en los contextos escolares, durante los años 2021 y 2022 se realizó un
estudio cualitativo fenomenológico mediante técnicas de análisis documental
historiográfico que cubre una línea de tiempo desde cuando se editó el primer
libro ilustrado hasta los tiempos actuales que optan por el uso de mediaciones
tecnológicas para el trabajo dentro y fuera de las aulas. La primera etapa
consistió en seleccionar fuentes primarias y secundarias para
buscar datos iconográficos a partir de artículos, libros, documentos de
política educativa por períodos y épocas de cambio. En la segunda etapa se
utilizaron diarios de campo, planes de lecciones o de clase, talleres y
materiales didácticos que contienen imágenes para uso presencial o virtual. La
tercera consistió en la realización y registro de entrevistas virtuales
demostrativas donde participaron profesores normalistas que utilizan la imagen
para iniciar la enseñanza de la lectura, la escritura y otras áreas curriculares.
Los métodos iconográficos e
iconológicos son avances logrados por la historia del arte y la semiología[13].
De allí se trasladan al campo educativo para indagar significados simbólicos
que las fuentes narrativas no logran transmitir o para complementar los
procesos comunicativos. Para Badanelli, iconología se
refiere a interpretar iconos e imágenes con mirada profunda, mientras que
“Iconografía es leer imágenes, al igual que leemos un texto escrito palabra por
palabra, letra a letra, para comprender finalmente lo que el autor nos quiere
transmitir, y para intuir lo que transmite sin querer hacerlo”[14].
Burke, en sus estudios sobre la imagen
como evidencia histórica, se vale de la iconografía para analizar e interpretar
las obras profundizando en los pequeños detalles, aún en los más ocultos[15].
De acuerdo con este autor, más allá del razonamiento puro, la observación
detenida, aún de lo que parece insignificante, ofrece datos intuitivos y
testimonios de gran relevancia.
Resultados
El lenguaje ideográfico en los pueblos primitivos
En la historia de la humanidad, la
creación y visualización de imágenes como producto natural del intelecto estuvo
asociada a las necesidades comunicativas de los pueblos primitivos. A partir de
la observación curiosa de la realidad cotidiana y la naturaleza (realidad
primaria), el hombre logró representarla en imágenes (realidad secundaria).
Así, se complementó la oralidad y se originó la invención de la escritura, hito
divisorio entre la prehistoria y la historia. De las huellas plasmadas en
pinturas rupestres, grabados, pictogramas e ideogramas surgieron reglas de
comunicación visual que luego se extrapolaron a complejos sistemas de escritura
y a todas las áreas del conocimiento.
Los pictogramas tienen la
característica de ir al significado directo de la apariencia real de los
objetos. Algún trazo o rasgo esencial puede dar la apariencia de una montaña,
un animal, una persona, un río o escenas de la vida cotidiana. Un círculo con
pequeños trazos relucientes representa el sol. Un pictograma del sol puede
convertirse en ideograma si se agregan rasgos que indiquen luz, calor o
movimiento. El lenguaje ideográfico es más complejo porque permite combinar
unidades de significado.
La interpretación del conjunto de
signos y símbolos constitutivos de la escritura jeroglífica sirvió para
describir la conexión con los sistemas alfabéticos. Las investigaciones
lingüísticas[16]
indican que hace miles de años se dio el tránsito de la imagen a la
palabra escrita. Desde tiempos antiguos existen registros contables simples en
tablas de arcilla con datos sobre el número total de esclavos, cifras de
cosechas recolectadas, cantidades de ganado, entre otros. Con base en los dedos
de la mano, los pictogramas romanos representaban los números I, II, III, IV;
el número V imitaba el ángulo formado entre el pulgar e índice.
Capturar la realidad en imágenes y
luego comprenderla, analizarla y traducirla en caracteres escritos como forma
de comunicación resultó pertinente para promover investigaciones en contextos
escolares, lo cual contribuyó al desarrollo del inconsciente cognitivo y las habilidades de pensamiento.
Aprender a hablar antes que observar: métodos prevalentes de la
Edad Media
Antes de adentrar en la escuela,
en el campo del arte, a partir del siglo XIII[17], las
pinturas y esculturas despertaron el interés por estudiar el concepto de fe y
los comportamientos morales. En la época medieval el uso de imágenes no estuvo
presente como mediación didáctica en las lecciones porque el propósito de la
enseñanza se orientaba al “arte de saber hablar”[18]. Los
métodos orales, memorísticos, mecánicos, abstractos carentes de significado y
contenidos aislados de la realidad eran propios de las prácticas escolásticas.
Las lecciones (lectio), consistían en leer y recordar textos en latín. Los alumnos
repetían en voz alta o por escrito lo que el maestro leía; realizaban
ejercicios individuales y colectivos, preguntas-respuestas de algunas
disciplinas y memorizaban historias y fábulas. Las cartillas y los catecismos
servían para reproducir las lecciones.
Hacia el año 1430, con la
invención de la imprenta de Gutenberg se
ejerció una fuerte influencia en la propagación masiva de la cultura escrita y
del conocimiento existente. Para la escuela, el arte de enseñar a escribir
constituyó un propósito fundamental. “Los estudiantes escribieron primero en
pizarras y luego en hojas, más tarde en cuadernos que buscaban reproducir los
libros”[19].
Ya no era necesario que el maestro dictara las lecciones para copiarlas o
reproducir los libros manualmente.
Durante el siglo XVI y comienzos del XVII, la enseñanza aún se concebía como arte, pero después de
profundos debates adquirió un carácter científico. Se utilizaban manuales
(narrativos) para ayudar al maestro a transmitir enseñanzas orales, presentar
reglas sencillas, hacer más entendibles los lenguajes, signos y significaciones
y simplificar conceptos complejos. Con la impresión tipográfica, las artes
visuales constituyeron un factor de cambio en los tiempos modernos; siglos
después evolucionaron a través de los objetos virtuales que incorporaron
narrativas enriquecidas con la multimedia y otras herramientas digitales
interactivas, muy utilizadas durante y después de la crisis pandémica al
terminar la primera década del tercer milenio.
El primer libro didáctico ilustrado a comienzos de la modernidad
El primer libro didáctico
ilustrado data de un momento histórico de intersección entre la edad media y la
moderna. Hasta la segunda mitad del siglo XVII la escuela recibía fuertes
críticas por la incidencia verbalista de la tradición clásica medieval. En
adelante, el uso de la imagen marcó un giro disruptivo en los métodos, en las
formas de difundir el conocimiento y en la adquisición de las lenguas,
empezando por el latín.
Fue el teólogo y pedagogo checo,
Juan Amos Comenio (1592-1670), quien en 1658 diseñó el primer libro ilustrado
titulado Orbis Sensualium
Pictus (El mundo en imágenes), con intenciones didácticas para
aprender a leer y escribir. Esta obra constituyó un referente innovador para el
diseño y edición de los subsecuentes textos auxiliares de la enseñanza y elaprendizaje comprensivo de contenidos escolares, con un
enfoque teológico, antropológico y cultural[20]. Los
educadores requerían nuevas ayudas para facilitar la imaginación, la retención
y la memoria a través de objetos sensibles, lo cual constituyó un gran aporte
para la interpretación pedagógica. Por estas y otras razones, a Comenio se le
considera el precursor de la educación audiovisual[21].
Según Aguirre, Comenio acogió las tendencias del arte barroco por cuanto estas
obras estimulan lo visual mediante representaciones sensibles, inspiran
deleite, conllevan mensajes morales, se aproximan a la espiritualidad y logran
representar figurativamente las virtudes[22]. Estas
características se aprecian, por ejemplo, en las decoraciones de murallas, paredes pintadas y museos griegos. Era
intención de los artistas “exponer el conocimiento a la vista de todos”[23].
Así surgió la idea de reproducir temas de enseñanza en las paredes mediante
dibujos y emblemas para ayudar a los sentidos, entender y retener lo aprendido,
pues lo oral se olvidaba fácilmente. Esto facilitaba a los niños aprender
ciencias, anatomía, historia natural, preceptos de medicina.
En la misma línea de Aristóteles
(384-322 a. C.), Comenio reforzó que los sentidos son paso previo e
indispensable para el desarrollo del intelecto. De acuerdo con Ferrater, para
el pensamiento aristotélico, el fin último del conocimiento inicia en los sentidos. “Llamo, por ejemplo,
capaz de construir al que puede construir, dotado de la vista, al que puede
ver; visible a lo que puede ser visto”[24]. Los
datos que reciben los sentidos tienen una conexión
directa con la memoria, el conocimiento perdura en el tiempo y la buena
comunicación favorece la enseñanza. El maestro, entonces, encuentra en las
imágenes un excelente recurso representacional entre las cosas y las palabras.
Esta ventaja se observa en los tiempos actuales con el diseño de componentes
multimedia para promover el aprendizaje sensorial que aprovecha el oído para la
música, la vista para la observación y el tacto para manipulación de los objetos circundantes. Siglos más tarde, los componentes
interactivos multimedia, además de novedosos, fueron útiles durante la pandemia
y abrieron el camino para promover las clases
virtuales que serán prototipo para la era digital del futuro.
Estudios iconográficos previos[25]
resaltan diversas características del primer libro didáctico ilustrado Orbis Sensualium Pictus y sus efectos en la pedagogía
contemporánea. Alineadas en un marco teológico y
ontológico, a manera de enciclopedia, las categorías
de análisis están estructuradas a partir de la Biblia: Dios, el mundo, la
naturaleza terrenal, el hombre, los animales, el trabajo humano, virtudes, religión, moral, etc.
Otra característica consiste en que logra representar cosas sensibles mediante
imágenes y cuadros temáticos sobre la percepción de la realidad del hombre del
siglo XVII, tecnologías, vida social, enseñanza de las lenguas; variedad de
láminas para aprender conceptos científicos sobre el sistema planetario,
cosmografía, geocentrismo, heliocentrismo, el tiempo, el espacio, anatomía y
fisiología. Woo analiza analogías para ilustrar
dualismos y contrastes: luz-obscuridad, orden-desorden, educado-no educado,
autoridad-obediencia[26].
La analogía sol-nube es un cuadro
de metáforas teológicas. El sol brillante y resplandeciente simboliza Dios,
autoridad, orden, sabiduría y conocimiento. Los rayos divergentes conectan
iconos abstractos que permiten ver el sol como algo dinámico. En contraste, la
nube puede ser interpretada como un ícono negativo que bloquea la luz del sol,
lo cual representa destrucción y separación.
La analogía naturaleza-cultura es
un dualismo. El cuadro representa un prado y árboles sin podar. Las casas y
edificios son construcciones materiales; puede significar que la naturaleza
descuidada es un estado incivilizado del mundo o un símbolo de la oscuridad.
Por el contrario, los íconos de la cultura y la civilización ubicados debajo
del sol pueden indicar luz y sabiduría.
La analogía maestro-discípulo
muestra a un niño (discípulo) a la izquierda y a un adulto (maestro) a la
derecha. El niño se quita el sombrero y expresa un rostro amable indicando
respeto y obediencia. El maestro viste una capa, un sombrero y sostiene una
vara en su mano, demostrando experiencia, sabiduría
y autoridad para invitarlo a observar y conocer.
El primer libro ilustrado también
constituyó una fuente para renovar los alfabetos[27]:
alfabetos cósmicos para representar la naturaleza; alfabetos filosóficos y
lexicográficos para diferentes saberes; alfabetos mnemotécnicos,
pictóricos, simbólicos y vivientes. En los alfabetos visuales el niño encuentra dibujos de animales ordenados según la
letra inicial. En los alfabetos vivos, cada letra se pronuncia con el sonido onomatopéyico de los
animales. Con unas tijeras abiertas se enseña la letra X.
El libro ilustrado de Comenio
constituyó una innovación pedagógica inspiradora para la enseñanza activa del
lenguaje, fundamentada en la experiencia sensorial, la observación de fenómenos
naturales y sociales, la comprensión como etapa previa a la memorización con
sentido, interés, diversión, placer, juego, espontaneidad y orden.
Imagen, interpretación científica e interacción entre disciplinas
desde el siglo XVIII
Según Quiceno, a finales del siglo
XVIII el manual (que contenía doctrinas, métodos, teorías y reglas para
simplificar la enseñanza) se transformó en texto escolar[28]. En una
concepción más avanzada, la enseñanza dejó de ser arte para entenderse como
interpretación científica y la imagen aportó significaciones e interacciones
con otras disciplinas. En la década de 1840 el uso de textos ilustrados se
consolidó aún más con el surgimiento de la Escuela Nueva europea que llegó a
Latinoamérica y revitalizó las prácticas pedagógicas en las escuelas normales.
Por sus características y propósitos, el primer libro ilustrado, creado por
Comenio el siglo anterior, cuando inició la modernidad, fue sin duda un
material didáctico de referencia.
En el ámbito escolar colombiano se
consideraron los aportes de las pedagogías activas para promover el desarrollo cognitivo y propender por un concepto integral de las facultades
intelectuales de la población infantil, según los alcances conceptuales de
modernidad “como era la pedagogía pestalozziana”[29].
Desde entonces, el uso de imágenes, dibujos de figuras, símbolos algebraicos,
cifras y caracteres constituyen una renovación pedagógica porque ayuda a
retener la memoria, almacenar y entender información necesaria, así como a
integrar las habilidades comunicativas: leer, escribir, hablar y escuchar.
Con estos principios activos se
dejarían atrás los procedimientos mecánicos para la comunicación de contenidos,
el castigo y la imposición autoritaria provenientes de la enseñanza
escolástica; todavía prevalecían las lecciones transmitidas mediante cartillas,
manuales, catecismos tipográficos y la pedagogía lancasteriana. El maestro
londinense Joseph
Lancaster (1778-1838)
utilizaba carteles para aprender a leer, mientras que el pedagogo suizo Johann Pestalozzi (1746-1827), recomendaba un texto para cada niño[30].
En este período, el nuevo saber se orientaba fundamentalmente hacia la
aritmética, la gramática castellana, la escritura y la lectura, pero también se
incluían temas de religión, moral, dibujo lineal, geometría, ciencias naturales
y geografía.
En 1872, el Director
de Instrucción Pública, presentó un informe al Congreso de la República,
solicitando reformas urgentes justificadas en la necesidad de solucionar
problemas de desmotivación para asistir a las escuelas, pérdida de años,
aprendizaje repetitivo, memorístico y fatigante de conocimientos que se olvidan
rápidamente. Era necesario adquirir mobiliario, textos y materiales de estudio.
“Cuadernos de escritura, aritmética y dibujo, pizarras regladas, cuadros de
historia natural, atlas del reino animal, vegetal y mineral, cuadros de
zoología, de razas humanas, mapas en relieve”[31]. También
se requerían colecciones de cuadros ilustrativos con representaciones de
cosmografía, botánica, geología, física, química, mineralogía, antropología,
artes, oficios, navíos, máquinas de vapor, atlas geográficos, cuadros de citolegia, cartografía, globo celeste y terrestre, series
de libros de lectura y aparatos científicos. Se solicitaba implementar metodologías alemanas, particularmente, el sistema de Pestalozzi,
quien resaltó la importancia del lenguaje para desarrollar la capacidad de
pensar y fundamentar las demás materias científicas y artísticas.
Según el informe anual de 1874,
presentado al Estado Soberano de Cundinamarca, una de las pruebas finales para
aprobar las lecciones consistía en la elaboración de cuadros para decorar el
salón. “[...] los niños pequeños dieron minuciosos informes referentes a la
descripción de buques, locomotoras de vapor, líneas telegráficas, etc.”[32].
Se construían abecedarios sobre tablillas, se realizaban planas y muestras
litografiadas de escritura con caracteres uniformes y excelente letra. El
informe contenía listados de dibujos en láminas aumentando dos o tres veces el
tamaño de las muestras originales, con imitación exacta de colores: mapamundis,
animales, flores, frutas, paisajes, castillos, cultivo de productos agrícolas, asuntos
políticos y religiosos. Los mejores dibujos, elaborados con gusto artístico y
belleza, eran expuestos en galerías de pinturas para adornar lugares
estratégicos y conmemorar celebraciones patrias o de otra índole.
Cardoso investigó textos que facilitaban la instrucción objetiva mediante
la combinación del dibujo, la escritura y la lectura[33]. La citolegia, siguiendo el método alemán del sonideo, se utilizaba con la intención de ejercitar la
observación, el análisis y la investigación. Cada objeto iba acompañado de su
respectiva palabra “de tal forma que la asociación visual entre el dibujo y la
repetición pausada de las sílabas haría reconocer éstas ante su presentación en
la composición de otras palabras”[34].
Las lecturas correlacionaban diferentes temas sobre animales, objetos, vivienda
y elementos cotidianos, incluyendo frases o máximas con algún mensaje de
educación moral.
Observación, curiosidad, imaginación e investigación a partir del
siglo XX
Camelo y Bernal describieron cambios innovadores de las pedagogías activas,
resaltando los aportes del médico belga Ovidio Decroly (1871-1932) en el
desarrollo psico-biológico e intereses del niño, a propósito de su visita a
Colombia en 1925. “Los órganos normales de los sentidos se hallan siempre
listos a impresionarse ante cualquier manifestación externa”[35].
Por esta razón, el niño sigue con su vista todos los objetos, personas y
fenómenos que le interesan. El maestro, progresivamente, incrementa su sentido
de observación, “destello vivísimo de su psiquis en desenvolvimiento”[36],
para romper la tradición escolar de recargar la memoria 218
con datos y reglas incomprensibles. La observación de los recursos que la
naturaleza ofrece, permite a los niños imitar,
descubrir, crear y representar artísticamente objetos, animales, herramientas,
situaciones de la vida familiar y del contexto cotidiano donde actúa.
“Los libros deben servir para
consultas e investigaciones una vez que el niño haya leído en el propio libro
de la naturaleza, de donde debe sacar las deducciones que le dé su experiencia
de observación”[37].
Partiendo de lo conocido a lo desconocido y de lo concreto a lo abstracto, los
escolares sienten placer por las cosas nuevas, espontaneidad para explorar
lugares, tomar fotografías, pintar, dibujar, levantar croquis, elaborar
ilustraciones en láminas, en el pizarrón o en el cuaderno; estampar, medir,
contar, pesar, colorear, comparar, correlacionar, describir, establecer
proporciones, formular preguntas, realizar ordenadores gráficos y exponer
oralmente sus ideas y creaciones. Todo esto “para estar atentos al proceso de
las ciencias”[38]
desde las lecciones de lenguaje, aritmética, geografía, historia, zoología y
otras áreas de estudio. Mediante imitación de pequeñas obras escultóricas con
arena, cera, greda, piedras, tierra, maderas, semillas y toda clase de
materiales plásticos, “pueden verse las facilidades que cada alumno tenga para
el modelado, la estatuaria, el gusto artístico”[39].
Una alta correlación entre la
observación, la curiosidad, el dibujo, la objetivación, la expresión oral y la
investigación sirve de base para orientar las habilidades profesionales que se
van fortaleciendo en los posteriores niveles educativos, porque “el alma del
niño es esencialmente investigadora”[40]. Así
mismo, para las pedagogías activas, “los conocimientos que se obtienen por el
mayor número de sentidos, perduran; mientras que los
obtenidos solamente oyendo, se esfuman fácilmente”[41] [42].
La Universidad Pedagógica Nacional
conserva en su museo pedagógico una colección de libros y cartillas ilustrados,
entre ellos el libro primero de la Alegría de leer42, cartilla de lectura y escritura
editada por primera vez en 1930, cuyos autores se basaron en el método
ecléctico, con especial énfasis en el ideovisual de Decroly. Las estrategias ideovisuales
establecen asociaciones entre la imagen y la idea, procurando que las lecciones
sean fáciles, eficientes e interesantes. Palabras, letras, vocales y consonantes
van acompañadas de su correspondiente representación gráfica. Después de la
Primera Guerra Mundial abundaron las colecciones de textos sobre aritmética,
geometría, geografía, zoología, botánica, el cuerpo humano, física, química,
historia, comercio, literatura universal[43]. Se
aprendían fábulas, historietas, poemas, cuentos, creados por otros autores o
por los mismos alumnos y maestros. Los niños no solo leían piezas literarias sino que dibujaban secuencias, personajes
principales, vestidos, costumbres, inferían moralejas o creaban obras
diferentes, producto de su propia imaginación.
Innovaciones tecnológicas y editoriales en los siglos XXy XXI
Hacia la tercera década del siglo
XX resurgió la idea de utilizar libros de texto para enseñar una ciencia de manera
atractiva, estimulante y con sentido. Durante la República Liberal (1930-1946),
época de cambios políticos, culturales y educativos[44], se pensó
en un proyecto editorial que contemplara una “dimensión técnica y social del
libro, usuarios, funciones, organización formal del libro, distribución, etc.”[45].
Terminando el siglo, frente al auge de la tercera revolución tecnológica, los
impactos de la era digital y los vertiginosos avances de los sistemas
informáticos y comunicacionales, es innegable el cambio de orientación en la
producción de textos y materiales educativos. Las innovaciones curriculares generan cambios en las finalidades, contenidos, objetivos,
metodologías y experiencias de aprendizaje, en correspondencia con las
tendencias didácticas y metodológicas contemporáneas más influyentes.
Avanzando el siglo XXI, dadas las
circunstancias de la era de la información, comunicación e
industrialización, se incrementan los sistemas de diseño, graficación,
producción y comercialización de material didáctico para responder a las
demandas sociales e interculturales. Los manuales también son “productos
comerciales y culturales producidos en una determinada época”[46].
Las empresas mediáticas e industriales encuentran en la producción cultural y
académica nuevas posibilidades de gestión editorial[47]. La
producción semiótica de los ambientes multimedia facilita no solo la
interpretación sino la producción de imágenes con expectativas específicas. Las
plataformas y herramientas tecnológicas incrementan posibilidades icónicas
creativas, motivacionales y divertidas, con variedad de formas, figuras,
tamaños, colores, diálogos entre personajes reales o ficticios, fantasía e
interactividad[48].
Estas producciones fueron muy útiles para el trabajo en casa durante la
pandemia ocurrida a principios del tercer milenio, a pesar de las limitaciones
de equipos y hábitos metodológicos presenciales que afectaron principalmente
las escuelas públicas y rurales pertenecientes a estratos sociales con
poblaciones menos favorecidas. Además, las nuevas políticas de infancia e
inclusión social (Ministerio de Educación Nacional, MEN), la problemática ambiental[49] y la
cuarta revolución industrial jalonan avances investigativos en la producción
editorial sobre literatura ilustrada en entornos tecnológicos, que sea de
utilidad para diferentes comunidades con necesidades educativas especiales,
aplicable a la solución de conflictos y accesible a diferentes ramas del saber.
Demostraciones didácticas de la imagen en lecciones de lenguaje
durante la pandemia COVID-19
Maestros normalistas describen
diferentes usos de la imagen en la escuela, principalmente para enseñar a
escribir y leer, en atención a los lineamientos del Ministerio de Educación
Nacional[50].
La cartilla o cuaderno de trabajo propone que, previamente al desarrollo
escritural, se dé importancia a los trazos grafomotores, a la coordinación
visomotora y a la motricidad fina.
A continuación
se presentan extractos de las entrevistas virtuales realizadas a maestros
normalistas dedicados durante varios años a la enseñanza de la lectura y la
escritura en instituciones de educación básica primaria en Colombia:
Bueno,
entonces les voy a contar cómo se trabaja la lectura y la escritura en la
escuela. La
imagen juega un papel muy importante porque los niños son muy
visuales. Ellos aprenden lo que ven a través de los ojos, a través de la
visión.
Yo muestro una imagen a los
estudiantes con la correspondiente letra mayúscula y minúscula para delinear Se
les pregunta qué ven.
“¡Ah!, profesor: abeja, araña, avión, vaca, hormiga, flor”, etc.
Después se les pregunta qué letra ven o si conocen esa letra.
“¡Ah!, sí.
Vemos la letra a”.
¿Qué otras
palabras empiezan por la letra a?
Después se les enseña el morfema,
la forma del dibujo.
Fuente: MEN, Aprendamos
todos a leer, 5.
Imagen 1. Imágenes para aprender con letras mayúsculas y minúsculas,recomendadas por el
Ministerio de Educación de Colombia
En el siguiente momento les enseño
otras imágenes. Deben colorear las letras, en este caso, la a. Bueno, y así
mismo, se enseñan todas las vocales y se trabajan también las demás letras.
Les muestro otra imagen: mamá,
águila, cama, anillo. ¿Qué dice debajo de esa imagen? Ellos van asociando la
imagen con la escritura de la palabra. Se
trabaja de lo general a lo específico. La lectura y la escritura van
simultáneamente. Se les refuerza qué es lo que dice ahí.
Más abajo vemos otras imágenes:
ala, araña, cama. Ellos deben completar las palabras que están incompletas con
la vocal correspondiente. En este caso, con la vocal a.
Lo mismo pasa con ‘papá’, ‘pala’ y
‘montaña’.
Después se pasa a un ejercicio más
avanzado que consiste en colorear el avión, el árbol y la ardilla. También se
les pide que dibujen otros elementos que comiencen por la letra a.
Después de las vocales, viene un
ejercicio más complejo. Hay una iguana, un reloj, una abeja, una nube, un
avión. Pero siempre la imagen está presente.
Cuando pasa a la evaluación,
entonces observa, analiza y colorea todas las imágenes que empiecen por una
vocal. Se asigna un color diferente a cada vocal. Se utilizan los recursos del
entorno. Estos recursos le indican los colores naturales. Los decoran con
plastilina, crayolas, escarcha, etc. Pueden salir del aula para buscar más
recursos. Luego el niño dibuja otros animales.
Vamos a las consonantes.
Normalmente, siempre las primeras consonantes que se trabajan son la eme y la
pe. Luego, muestro lo mismo al estudiante. Le pregunto ¿qué ve ahí?
“¡Ah!, un niño, una señora”.
¿Qué letra será esta? Se muestra
una mamá. Entonces, ¿qué dice debajo?
De una vez empieza a leer ‘mamá’.
Sin deletrear.
Se hacen ejercicios variados,
recortan y pegan palabras que comiencen por la letra eme. Sílabas que comiencen
por la letra eme, y también otros elementos o animales que comiencen por esa
letra. Generalmente, ellos aciertan en lo que dice cada imagen.
En otros ejercicios, observan la
imagen y completan la letra que falta en la palabra. ¿Qué letra falta? “La
eme”. Y lo complementamos con otros dibujos que ellos hacen. Vamos a dibujar
cinco palabras que empiecen por la letra eme. Dibujos sencillos, fotografías.
Se trata de contextualizar en la cultura del niño.
Se llevan otras imágenes para
actividades de conjunto porque trabajamos en Escuela
Nueva. Se llevan juegos, imágenes y palabras recortadas. Fijo imágenes en el
tablero. El estudiante busca la ficha que tiene el nombre de esa imagen.
También hay guías de internet. Con
la tecnología hay más alternativas. Los estudiantes descargan e imprimen. Es
más interactiva. Pero la imagen está presente en cualquier tipo de mediación o
ambiente. Impresa o virtual. Son cartillas muy ricas en actividades lúdicas y otras habilidades de interacción.
Luego vienen fábulas, cuentos,
adivinanzas, dictados, historietas con la imagen. Con diez imágenes se inventan
un cuento. Decodificación primaria, secundaria, lectura categorial. Secuencia
de imágenes, videos. Se les desordena un texto y ellos lo ordenan. Se van dando
otros procesos, interpretación, coordinación motora, estética, alegría,
inferencia. También se trabaja la imagen en otras áreas curriculares. En todas las áreas. [51]
En la siguiente descripción de
clase, registrada en el diario de campo, otra maestra desarrolla producción de
narraciones a partir de imágenes como mediación didáctica.
Procedimiento:
- La profesora mostró un video corto
de dibujos animados sobre animales en general.
- Realizó un ejercicio de
comprensión, a nivel literal e inferencial.
- Hizo una exploración acerca de las
preferencias y experiencias cercanas de los estudiantes con animales.
- Entregó a los niños una breve
historia en imágenes, sin ningún orden, para que fueran organizadas en
secuencias lógicas.
- Los niños expusieron de manera
oral las historias ordenadas.
-
La profesora entregó a cada niño una hoja con ilustraciones (de su autoría) de
algunos animales y otros elementos, los cuales sugerían una historia; éstos
fueron elegidos con propósitos específicos, de acuerdo con los objetivos de la
lección:
Fuente: Diario de campo de la investigadora
Imagen 2. Ilustraciones para colorear las escenas de la historia infantil
- A partir de estas ilustraciones, los estudiantes debían: 1)
Colorear la escena. 2) Asociar los dibujos contenidos con las palabras que las
nombran (v.gr., “oso”, “ola”, “olla”, “sol”, etc.). 3) Producir un escrito
(historia o relato), en el cual se remarcara el uso de
palabras que iniciaran con la letra o, y que contuvieran dicho grafema. Se
sugirió hacer un dibujo con el cual se ilustrara la
escena central del relato o el presonaje principal.
La maestra explicó trabajos realizados por sus estudiantes, tal como los que se
muestran en las imágenes 3 y 4. Durante la pandemia, los niños sintieron la
necesidad de conseguir computador, buscar estrategias para desarrollar las
guías en casa y solicitar ayuda por correo o WhatsApp.
Fuente:
nina de 2.° grado; cuaderno
escolar.
Imagen 3. Interpretación: Cuento infantil
Los profesores entrevistados
aplican las pedagogías activas (Modelo Escuela Nueva) para la enseñanza del
lenguaje en los primeros años. Coinciden en afirmar que el uso de imágenes es
más importante que las reglas gramaticales de memorización. Para los
profesores, las representaciones visuales de lo que el niño ya conoce en
interacción con el contexto inmediato es un principio pedagógico fundamental.
Fuente: niño de 2.° grado; cuaderno
escolar.
Imagen 4. Producción cuentos infantiles
Discusión
Una vez constatada la importancia
de la imagen y todo tipo de ilustraciones impresas o virtuales en los procesos
pedagógicos activos desarrollados durante la pandemia, surgen planteamientos
relacionados con los avances más recientes propuestos por el Ministerio de
Educación Nacional[52].
Es importante contrastar si los aportes del primer libro ilustrado de comienzos
de la modernidad se mantienen en el diseño de las cartillas actuales para
aprender las primeras letras, con base en los enfoques constructivistas y
semántico-comunicativos, cuya intencionalidad pedagógica es incorporar la
realidad circundante del niño, sus intereses y necesidades. En esta misma
línea, los maestros cuentan con oportunidades cada vez más desafiantes para
hacer ajustes curriculares[53], en correspondencia con las características de los contextos
históricos, culturales, científicos y tecnológicos. Es innegable el beneficio
de la imagen en los nuevos diseños de materiales didácticos ilustrados,
cargados de significados y simbologías representativas de la cotidianidad con
la clara intención de incentivar la creatividad, la sensibilidad, el
pensamiento y otras habilidades intelectuales.
La imagen ocupa un espacio
privilegiado desde tiempos prehistóricos mediante jeroglíficos, pictogramas e
ideogramas. La imprenta en el medioevo, el primer libro didáctico ilustrado a
comienzos de la modernidad y el desarrollo de las artes gráficas con la
irrupción de las revoluciones tecnológicas han impactado la cultura escrita y
las formas de ver el mundo. El siglo XXI sigue avanzando con la nueva cultura
cibernética de alta influencia iconográfica en los medios de comunicación[54].
Es necesario reinterpretar los textos ilustrados, como mediaciones que van
evolucionando y generando disrupciones para adecuarse a nuevas funciones de las
tecnologías comunicacionales ligadas a la educación, las cuales ampliaron su
potencial durante y después de la pandemia.
Con todo, retomando a Montesdeoca[55],
hace falta analizar con mayor rigor y profundidad la cantidad desbordante y la
calidad de imágenes accedidas desde la Web y todo tipo de redes sociales. Los
contenidos digitales, la televisión, la computación, los dispositivos móviles,
el concepto de realidad aumentada y las implicaciones de los lenguajes
informáticos exigen una mirada didáctica frente a los desafíos educativos,
usos, desusos y sentidos. Es necesario profundizar en un análisis actual acerca
de los dibujos de los niños para identificar las intencionalidades que se
encuentran detrás de esas imágenes; quizás existan acercamientos, pero también
distorsiones de la realidad.
Los resultados de este estudio
encuentran coincidencias entre investigaciones iconográficas recientes[56],
las propuestas de los primeros pedagogos de la escuela activa (Comenio,
Pestalozzi, Decroly) y las demostraciones de los maestros entrevistados que
usan la imagen bajo los principios de las pedagogías activas[57].
Todos ellos toman en serio los aprendizajes adquiridos en las etapas iniciales
de vida, donde las condiciones favorables o desfavorables son determinantes
para la adquisición del lenguaje y el posterior desarrollo cognitivo, espacial, motriz, afectivo y emocional. Por cuanto los niños son
visuales, perceptivos y abiertos a la información icónica, la lectura de textos
ilustrados es más atractiva para ellos.
El análisis pedagógico y
hermenéutico del primer libro ilustrado se ha realizado en la línea de la
investigación iconográfica que busca significado simbólico. Mediante iconos
tales como círculos y triángulos, Comenio simbolizó conceptos con propósitos teológicos,
religiosos, sociales y pedagógicos para educar. No obstante, Woo cuestiona que el propósito es más teológico que como
libro ilustrado para aprender a leer[58]. En todo
caso, este primer libro sirvió no solo para demostrar cómo se concebían la
ciencia, la religión y la cultura en el siglo XVII, sino la intencionalidad
para plasmar cómo debía reformarse la educación. Así mismo, es incuestionable
que las imágenes constituyen un valioso repositorio histórico portador de
principios, sentidos, significados, creencias y comportamientos arraigados en
las culturas de los pueblos pero con mayor impacto en
la era digital.
Otro asunto de debate se refiere a
si, efectivamente, Comenio, al crear Orbis Sensualium Pictus a comienzos de la modernidad,
adquiere el mérito de ser el primer diseñador de textos didácticos en el mundo[59].
Woo demuestra que históricamente no lo es porque,
desde siglos atrás, se conocían ilustraciones en otros países e idiomas[60].
Pero, en defensa de Comenio, sí fue el primero con intencionalidad didáctica,
inspirado en las obras de arte. Además de aprender a leer y escribir una lengua
con agrado, se comunican mensajes acerca de la manera de pensar en una época,
lugar o institución. Por ejemplo, el tamaño grande del cuerpo y la expresión
del rostro del maestro evocan autoridad, invitando a adquirir sabiduría y
virtudes después de observar. El alumno, pequeño y asustadizo, es figura de
obediencia[61].
Los rayos del sol y las nubes, además de representar un fenómeno natural o
científico, conllevan una intencionalidad teológica para expresar la
magnificencia de Dios y su omnipotencia en la creación.
Si bien desde inicios de la
modernidad el primer libro didáctico ilustrado de Comenio propició una
transformación importante en la reproducción del saber universal, producto de
la observación e imitación de la naturaleza sensible, actualmente, en el tercer
milenio, no se trata de imitar sino de inventar nuevos modelos. En todo caso,
las investigaciones historiográficas, iconológicas, sociales y educativas[62]
resaltan la funcionalidad de la imagen, dada su dimensión comunicativa y cognitiva; es, además, coadyuvante de la producción artística, cultural,
científica y tecnológica para la educación y progreso de los pueblos. Aún, desde
el campo jurídico[63]
en procesos de transformación social, protección de derechos fundamentales,
toma de decisiones y participación ciudadana, las comunidades se organizan y
movilizan con el fin de reclamar garantías, de acuerdo con intereses colectivos
orientados a la protección del medio ambiente.
En el enfoque del lenguaje total[64],
palabras, sonidos e imágenes son elementos constitutivos y expresivos. Lo que
percibe la vista se procesa de manera instantánea porque llega directamente al
cerebro provocando una sensación de cercanía y afectación respecto a la
realidad. En este sentido, la imagen constituye un soporte de
comunicación visual capaz de materializar fragmentos significativos y
polisémicos de la realidad[65].
Aunque entre imagen, sonido y palabra existe complementación e interrelación,
puede suceder que, al usar imágenes en procesos comunicativos sincrónicos o
asincrónicos, las palabras sean innecesarias. Esta aseveración coincide con
Montesdeoca[66],
en cuanto a que el lenguaje visual es más universal y global en comparación con
el verbal. Así mismo, es posible que, al codificar ideas simples en
pictogramas, para luego representar proposiciones más elaboradas en ideogramas,
las imágenes sean suficientes y no requieran explicaciones verbales.
La importancia que se atribuye al
contenido, estructura y significación de lo que se observa es una actividad
intelectual que supera la estimulación sensible mediante representación directa
de formas puras de objetos, personas, animales, etc., como lo dijo Aristóteles[67].
Es indiscutible, entonces, que en el aula, durante y después de la pandemia, las imágenes son unidades de
sentido con lenguaje propio, susceptibles de ser construidas, interpretadas y
explicadas, coadyuvando exitosamente al proceso de decodificación (lectura) y
codificación (escritura) de símbolos. Niños que aún no conocen el alfabeto, al
asociar el símbolo con la realidad, aprenden nuevos conceptos y palabras.
Historias, fábulas, cuentos o poemas acompañados de imágenes despiertan la
curiosidad natural, provocan reacciones de asombro, sentimientos y emociones y,
a la vez, desarrollan el intelecto[68]. La
personificación de animales tiene el propósito de despertar en el niño su
capacidad connatural de simbolización y desciframiento de signos, sentidos y
significados de las acciones.
No obstante, queda la inquietud si
todas las imágenes que acompañan los contenidos de los textos escolares son
interpretadas acertadamente, si todas por sí mismas estimulan la observación o
si pasan desapercibidas por carecer de soporte didáctico. Intencionadamente o
no, las imágenes, ilustraciones, pinturas, fotografías,
son testimonios históricos eficaces. Sin embargo, debido a su carácter
subjetivo[69],
la imagen tampoco logra reflejar una realidad tal como es y
por el contrario, puede distorsionar los significados. Esta característica
desvirtúa de algún modo el tratamiento de la imagen como documento histórico
que, sin duda, está vinculada a la interpretación, intereses, experiencia y
contexto del autor.
A transferir la teoría a la
práctica, el maestro corre el riesgo de tergiversar o replicar tácticas
prescriptivas recargadas de esquemas tomados de otros contextos y con
mediaciones educativas obsoletas. También son cuestionables las cartillas
comerciales orientadas a la lectura y la escritura, alejadas de situaciones
comunicativas reales sin tener en cuenta las capacidades creativas del niño;
aún más, el maestro no está obligado a acoger las orientaciones de las casas
editoriales ni las intencionalidades de otros autores. En cuanto a los tiempos
de pospandemia, la escuela colombiana enfrenta retos,
oportunidades y amenazas para incorporar las tecnologías virtuales que causan
disrupciones con las acostumbradas metodologías presenciales. No obstante, las
comunidades académicas aceptan que las generaciones del futuro serán más
digitales y experimentarán procesos educativos mediante objetos conectados a
internet donde la imagen seguirá portando intencionalidades comunicativas,
científicas, pedagógicas y políticas.
Conclusiones
En este estudio se ha resuelto el
interrogante relacionado con el origen e intencionalidades comunicativas,
científicas y pedagógicas atribuidas a la imagen. Se han explorado las
movilidades en subsecuentes períodos históricos y su correspondencia con los
caminos trazados por los discursos pedagógicos, curriculares, didácticos
e iconográficos que han configurado las prácticas escolares no solo para
mejorar el aprendizaje de la lectura y la escritura de una lengua, sino para
comprender todo tipo de conocimiento. Se ha mostrado cómo la imagen 228
acompaña la estructura temática e intencionalidades del corpus de materiales impresos en estrecha
relación con las tendencias pedagógicas. Cuando las lecturas se soportan en imágenes
se logra contextualizar vivencias diarias y orientar la comprensión, de acuerdo
con las intencionalidades del autor o del maestro. Todas las ilustraciones
didácticas tienen intenciones orientadas a que los niños entiendan fácilmente y
con agrado los mensajes que se quieren comunicar en su respectiva época y
lugar.
Dadas sus características, las
imágenes son mediaciones educativas por excelencia. La lectura y la escritura,
así como otras áreas o disciplinas curriculares, tienen
como característica ® relevante que cuando el niño observa una imagen, no
solamente está aprendiendo fonemas 0 y grafías, sino que paralelamente (de
forma implícita o explícita, intencionada o no) está asimilando valores, pautas
de comportamiento, priorización de contenidos y reafirmación de una mentalidad
individual y colectiva en cada época y en cada geografía. La comunicación
apoyada en imágenes adquiere valor didáctico al armonizar variedad de colores,
formas, contrastes, tamaños, dimensiones e intencionalidades. De esta manera,
estimula lo que el aprendizaje activo siempre pretende lograr en cuanto a
intereses, saberes previos, creatividad, comprensión, interacción, capacidad de
análisis y construcción de conocimiento, desde las etapas tempranas de
escolaridad.
Los investigadores iconográficos
en el campo de la educación constatan un alto poder comunicativo y cognitivo de
la imagen, ligado a una metodología para utilizarla de manera significativa y
contextualizada. La interpretación iconológica e iconográfica reviste especial ^ importancia por cuanto se adentra
en detalles para intuir, comprender y desentrañar significados intrínsecos que
subyacen en los lenguajes, recursos y métodos pedagógicos. Desde los
jeroglíficos en arcilla, el papiro, las tablillas, pasando por la renovación
del libro impreso al libro interactivo, las cartillas, los manuales, los textos
y ahora las herramientas tecnológicas virtuales, la imagen conserva su función
comunicativa de ideas, conceptos, intencionalidades, sentimientos y emociones.
Al develar la historia de pueblos, comunidades, grupos sociales y contextos
educativos específicos, las imágenes aportan intenciones, pautas de
comportamiento y valores impregnados de significado cultural.
Los materiales visuales se
convierten en oportunidades tecnológicas que incrementaron su utilidad en
tiempos de pandemia y continúan su aplicación con el advenimiento de la
revolución industrial cuatro punto cero donde se
impone la inteligencia artificial, la robótica, las aulas inteligentes y toda
clase de objetos, artefactos y dispositivos conectados a internet.
Los autores declaran no tener
conflicto de interés.
Sin financiación
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Cómo citar este artículo: Quintero
Corzo, Josefina; Munévar Quintero, Fabio
Ignacio; Infante Castaño, Gloria Esperanza. “Intencionalidad
comunicativa, científica y pedagógica de la imagen: desde el primer libro ilustrado hasta los materiales interactivos en Pospandemia COVID-19)” Revista Historia de la Educación Latinoamericana. vol. 25 no. 40 (2023).
[1] Este
artículo fue elaborado a partir del proyecto de investigación titulado
"Escenarios posibles de un currículum disruptivo para la escuela 4.0 en el
marco de la RI4.0” inscrito en las líneas de investigación del grupo
Innov-Acción Educativa, Categoría A de Minciencias, avalado por la Universidad
de Caldas y la Universidad del Magdalena (Colombia).
[2] Docente
Titular de la Universidad de Caldas (Manizales, Colombia). Doctora en
Educación. Posdoctorado en Ciencias de la Educación. Investigadora Emérita de
Minciencias. Directora del grupo Innov-Acción Educativa. Correo: josefina. quintero@ucaldas.edu.co
[3] Docente
Asociado de la Universidad del Magdalena (Santa Marta, Colombia). Doctor en
Ciencias de la Educación, área comunicación. Investigador Junior Minciencias. Codirector del
grupo Innov-Acción Educativa. Correo: fmu-
nevar@unimagdalena.edu.co
[4] Docente
Ocasional de la Universidad de Caldas (Manizales, Colombia). Magíster en
Educación. Integrante del grupo Innov-Acción Educativa. Correo: gloria.infante@ucaldas.edu.co
[5] María
Fernanda Ramírez E., "Prácticas de visualización en la investigación
académica en diseño gráfico”, Revista Kepes vol. 17, n.0 22 (2020).
[6] Beatriz
del Carmen Peralta D. y Liliana María Villescas G., "Significados sociales
e institucionales de uso del espacio público”, Revista Kepes vol. 17, n.0 22 (2020).
[7] María
Esther Aguirre, "El recurso de la imagen en
la enseñanza. Una historia temprana, Revista Educación y Pedagogía vol. 13, n.os
29-30 (2010); David I. Smith, "Gates
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and Language Learning”, Christian
Scholar's Review vol. 30, n.° 2 (2000); Jeong-Gil Woo,
"Revisiting Orbis
Sensualium Pictus: An Iconographical Reading in Light of the
Pampaedia of J. A. Comenius", Stud Philos Educ vol. 35, n.° 2 (2016); Antonio Yapor
Miguel, Juan Amos Comenio.
Buenos Aires: El
Cid Editor, 2005.
[8] Miguel Ángel Gómez, "La historia
ilustrada del libro escolar en España”, Revista Educación y Pedagogía vol. 13, n.os
2930 (2015); Agustín Escolano, dir., Historia ilustrada del libro
escolar en España. De la postguerra a la reforma educativa, Madrid:
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[10] Ana
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[11] Ibid., 5.
[12] Néstor
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[13] Badanelli,
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[14] Badanelli,
"Las imágenes y sus interpretaciones”, 5.
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[18] Quiceno,
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[19] Ibíd.
[20] Aguirre, "El recurso de la imagen”; Smith, "Gates Unlocked”; Woo,
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[21] Yapor, Juan Amos Comenio.
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[25] Aguirre, "El recurso de la imagen”; Smith, "Gates Unlocked”; Woo, "Revisiting Orbis Sensualium Pictus''.
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[28] Quiceno,
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[29] Olga
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[30] Cardoso, "Los textos de lectura en Colombia”.
[31] Dámaso
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[32] Dámaso
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[33] Cardoso, "Los textos de lectura en Colombia”.
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[35] Julio
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[36] Ibíd., 12.
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[38] Ibíd., 88.
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[40] Ibíd., 88.
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[43] Quiceno,
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[46] Badanelli,
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[49] Claudia
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[50] Ministerio
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[51] Entrevistas
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Posada
(maestros normalistas), Manizales, 17 de diciembre de 2020.
[52] MEN, Aprendamos todos a leer.
[53] Fabio Jurado, Investigación, escritura y
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[54] Badanelli,
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[55] Cristina Paola
Montesdeoca, Lectura
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[56] Badanelli,
"Las imágenes y sus interpretaciones”; Burke, Eyewitnessing.
Ibíd.; Badanelli, "Las imágenes y
sus interpretaciones”; Escolano, Historia ilustrada del libro escolar; Gómez,
"La historia ilustrada del libro”; Woo, "Revisiting Orbis
Sensualium Pictus".
[63] Claudia Alexandra Munévar, Carlos
Dávila y Rodrigo Giraldo, De los conflictos socioambientales a las resistencias
territoriales.
[64] Rudolf Arnheim, Arte y percepción visual.
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[65] Luis
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[66] Montesdeoca, Lectura de imágenes.
[67] Ferrater Mora, Diccionario de filosofía.
[68] Montesdeoca, Lectura de imágenes.
[69] "Aristóteles",
en Ferrater Mora, Diccionario
de filosofía; Badanelli, "Las imágenes y sus
interpretaciones”.