Doi: https://doi.org/10.19053/01227238.16716

Artículo de investigación

 

Intencionalidad comunicativa, científica y pedagógica de la imagen: desde e primer ibro ilustrado hasta los materiales interactivos en Pospandemia COVID-19[1]

Communicative, scientific and pedagogical intentionality of the image: from the first illustrated book to interactive materials in the COVID-19 Post-pandemic

Intenção comunicativa, científica e pedagógica da Imagem: desde o primeiro livro ilustrado até os materiais interativos na pospandemia COVID-19

 

 

Josefina Quintero Corzo[2]*

 https://orcid.org/0000-0002-9451-113X

 

Fabio Ignacio Munévar Quintero[3]**

http://orcid.org/0000-0002-4263-9166  

 

Gloria Esperanza Infante Castaño[4]**

https://0rcid.org/0000-0002-3749-1611  

 

*Universidad del Magdalena, Colombia

**Universidad de Caldas, Colombia

 

Resumen

Objetivos: Explorar las tendencias iconográficas que han configurado los usos e intencionalidades comunicativas, científicas y pedagógicas de las imágenes e ilustraciones en contextos escolares desde el primer libro didáctico editado a comienzos de la modernidad, siglo XVII, hasta las pedagogías virtuales durante el período de pandemia COVID-19 en el siglo XXI.

Método: Análisis documental historiográfico de fuentes primarias y secundarias a partir de contenidos iconográficos por períodos y épocas de cambio. Se analizaron lecciones, demostraciones y entrevistas mediante plataformas virtuales desplegadas durante los períodos escolares en tiempos de pandemia y pospandemia.

Originalidad/aporte: las imágenes y lenguajes ilustrados que contienen los materiales educativos impresos y virtuales constituyen un testimonio histórico significativo para comunicar, interpretar, leer, descifrar códigos y aprender en determinados espacios, tiempos e intencionalidades. El primer libro ilustrado diseñado a comienzos de la modernidad marcó la génesis de las pedagogías activas en cuanto al aprendizaje de las primeras letras. El uso de las imágenes se va adaptando a las posibilidades de los desarrollos tecnológicos y estimulan las habilidades intelectuales de maestros y estudiantes en cada época.

Conclusiones: La incorporación de imágenes en los contextos educativos es un aporte de las pedagogías activas. La estructura temática que configura los materiales didácticos icónicos en las escuelas elementales se expande a otras áreas curriculares y a otros niveles avanzados del proceso educativo. Las imágenes conllevan intencionalidades que ayudan a estimular habilidades científicas para observar, imitar, descubrir, crear ideas, representar objetos y reconstruir situaciones del contexto natural, a la vez que conducen a la investigación y construcción de conceptos concretos o abstractos. Su aporte es evidente en los tiempos actuales cuando los recursos mediáticos avanzan significativamente y son imprescindibles para las comunidades del presente y del futuro que aprenden en espacios presenciales y virtuales, tal como sucedió en tiempos de la pandemia ocasionada por el COVID-19.

Palabras clave: Imagen; ilustraciones impresas y virtuales; pandemia; pedagogías activas; primeras letras.

 

Abstract

Objectives: Explore the iconographic trends that have shaped the communicative, scientific and pedagogical uses and intentions of images and illustrations in school contexts, starting with the first didactic book published at the beginning of modernity, 17 th century, until the implementation of virtual pedagogies during the COVID-19 pandemic period in the 21st century.

Method: Historiographical documentary analysis of primary and secondary sources based on iconographic contents by periods and eras of change. Lessons, demos and interviews were conducted through virtual platforms enabled during school periods in times of pandemic and post-pandemic.

Originality/contribution: The images and languages illustrated in printed and virtual educational materials constitute a significant historical testimony to communicate, interpret, read, decipher codes and learn in certain spaces, times and intentions. The first illustrated book designed at the beginning of modernity marked the genesis of active pedagogies in terms of learning the first letters. The use of images adapts to the possibilities of technological developments and stimulates the intellectual abilities of teachers and students in each era.

Conclusions: The incorporation of images in educational contexts is a contribution of active pedagogies. The thematic structure that makes up the iconic teaching materials in elementary schools expands to other curricular areas and to other advanced levels of the educational process. Images carry intentions that help stimulate scientific skills such as observing, imitating, discovering, ideating, representing objects and reconstructing situations in the natural context, while leading to the investigation and construction of concrete or abstract concepts. Currently, the contribution of images is evident given the profuse advancement of media resources, which are becoming essential for communities of the present and the future that learn in both spaces, face-to-face and virtual, just as happened in times of the pandemic caused by COVID-19.

Keywords: Image; printed and virtual illustrations; pandemic; active pedagogies; first letters.

 

Resumo

Objetivos: Explorar as tendencias iconográficas que têm moldado os usos e intenções comunicativas, científicas e pedagógicas das imagens e ilustrações em contextos escolares desde o primeiro livro didático editado no início da modernidade, século XVII, até as pedagogias virtuais durante o período da pandemia COVID-19 no século XXI.

Método: Análise documental historiográfica de fontes primárias e secundárias baseadas nos conteúdos iconográficos por ciclos e épocas de mudança. Foram analisadas aulas, demonstrações e entrevistas por via de plataformas virtuais desbordadas durante os períodos letivos em tempos da pandemia e pós-pandemia.

Originalidade/contribuição: as imagens e linguagens ilustradas contidas nos materiais educativos impressos e virtuais constituem um testemunho histórico significativo para comunicar, interpretar, ler, desvendar códigos e aprender em determinados espaços, tempos e intenções. O primeiro livro ilustrado desenhado no início da modernidade marcou a génese das pedagogias ativas no que diz respeito à aprendizagem das primeiras letras. O uso de imagens vai se adequando às possibilidades dos desenvolvimentos tecnológicos e estimulam as habilidades intelectuais de professores e alunos em cada época.

Conclusões: A incorporação de imagens nos contextos educativos é uma contribuição das pedagogias ativas. A estrutura temática que configura os materiais didáticos icônicos nas escolas de ensino elementar espalha-se a outras áreas curriculares e a outros níveis avançados do processo educativo. As imagens carregam intenções que ajudam a estimular habilidades científicas para observar, imitar, descobrir, criar ideias, representar objetos e reconstruir situações do contexto natural, ao mesmo tempo que guiam à investigação e construção de conceitos concretos ou abstratos. Sua contribuição é evidentenos tempos atuais nos quais os recursos midiáticos avançam significativamente e são essenciais para as comunidades do presente e do futuro que aprendem em espaços presenciais e virtuais, como aconteceu em tempos da pandemia causada pelo COVID-19.

Palavras-chave: Imagem; ilustrações impressas e virtuais; pandemia; pedagogias ativas; primeiras letras.

 

Recibido: 17/04/2022

Evaluado: 28/07/2022

Aprobado: 19/02/2023

 

Introducción

En términos de la investigación contemporánea, la producción de literatura científica sobre diseño de materiales impresos y virtuales con fundamento histórico y pedagógico ha alcanzado notables avances en Colombia. Publicaciones internacionales han contribuido a la comprensión de contextos escolares mediante la visualización de prácticas en diseño[5], de donde emergen intencionalidades comunicativas y aportan significados en los espacios de uso público[6].

El uso de imágenes plasmadas en el corpus de textos, manuales, cartillas, libros didácticos interactivos y todo tipo de materiales impresos o virtuales, ha captado el interés de estudios historiográficos y mediáticos. Estos materiales marcan huellas de las transformaciones en el pensamiento, dan cuenta de las representaciones sociales, intencionalidades y mentalidades en correspondencia con los avances culturales, científicos, tecnológicos y educativos en contextos históricos y geopolíticos determinados. Es el caso del primer libro didáctico ilustrado, diseñado por Comenio a comienzos de la modernidad[7] y que recobra vigencia en el tercer milenio.

De acuerdo con las posibilidades que ofrece el cambiante mundo de las mediaciones y las artes gráficas[8], la edición, publicación y formatos de materiales impresos o virtuales han pasado por graduales metamorfosis para acomodarse a las tendencias, técnicas procedimentales y modalidades utilizadas en la producción y almacenamiento de información con diferentes finalidades. “La dimensión o el aspecto que se resalta con más intensidad es la comunicativa: el mensaje, el tipo de lenguaje, y los medios de distribución y consumo”[9].

Por su alto poder comunicativo de ideas, lenguajes, sentimientos y emociones, en las escuelas abundan diferentes tipos de representaciones visuales icónicas que complementan la arquitectura de las instalaciones y actualizan la disponibilidad de los recursos educativos. Es el caso de fotografías, representaciones de objetos, dibujos, mapas, esquemas, murales, pinturas, ilustraciones, pictogramas, vitrales, cuadros de época, tradiciones, paisajes, carteles, avisos publicitarios, litografías y escenas de la vida cotidiana. Se observan decoraciones estéticas en las paredes y lugares emblemáticos con mensajes claves para resaltar temáticas, infundir normas, divulgar reglamentos, recordar prácticas de convivencia, embellecer el ambiente o celebrar festividades de interés patriótico, cultural, social, deportivo y literario.

Badanelli demostró que las ilustraciones son dispositivos tanto textuales como icónicos, puesto que en ellas se encuentran elementos de análisis para comprender fenómenos educativos, intencionalidades artísticas y pedagógicas[10]. Un punto de partida es “el soporte visual como instrumento didáctico-pedagógico con el objetivo de recomponer la historia educativa”[11]. Desde el enfoque de las disciplinas curriculares (lenguaje, ciencias sociales, ciencias naturales, matemáticas, historia, entre otras) las imágenes e ilustraciones constituyen un soporte didáctico útil para estimular habilidades intelectuales de observación, indagación, reflexión, orientado a la construcción de conocimiento escolar, asunto que ha legitimado la razón de ser de las escuelas normales y las facultades de educación en su compromiso político y social de formar maestros y licenciados. El estudiante, individual o colectivamente, aprende y es evaluado mediante la elaboración de esquemas, gráficas, mapas conceptuales, caricaturas, lectura, interpretación o construcción/deconstrucción de íconos.

El análisis de materiales didácticos en formato plano o interactivo permite adentrarse en la arqueología de la vida escolar para desentrañar códigos, lenguajes, discursos, tendencias y prácticas.

[...] los textos son huellas que permiten rastrear las ideas con las que maestros y niños se comunicaban y que sirvieron como vehículo tanto del crecimiento intelectual y moral, y la forma en que el poder de la política escolar fue fijando imágenes, imaginarios y estructuras mentales[12].

En este sentido, de acuerdo con las intencionalidades educativas, los criterios para seleccionar las imágenes deben aportar al desarrollo integral del ser humano.

El estado de la cuestión conduce a plantear ¿cuál es el origen e intencionalidad comunicativa, científica, pedagógica y tecnológica de la imagen en los contextos escolares? En consonancia con la pregunta, se formulan los siguientes objetivos:

     Explorar históricamente las tendencias iconográficas que han configurado el uso de la imagen e ilustraciones, en correspondencia con los principios de las pedagogías activas y la expansión de las nuevas mediaciones en tiempos pandémicos.

     Determinar las intencionalidades comunicativas, científicas y pedagógicas de la imagen en contextos escolares presenciales, virtuales e interactivos.

 

Materiales y método

Para responder a la pregunta sobre el origen e intencionalidades comunicativas, científicas y pedagógicas de la imagen en los contextos escolares, durante los años 2021 y 2022 se realizó un estudio cualitativo fenomenológico mediante técnicas de análisis documental historiográfico que cubre una línea de tiempo desde cuando se editó el primer libro ilustrado hasta los tiempos actuales que optan por el uso de mediaciones tecnológicas para el trabajo dentro y fuera de las aulas. La primera etapa consistió en seleccionar fuentes primarias y secundarias para buscar datos iconográficos a partir de artículos, libros, documentos de política educativa por períodos y épocas de cambio. En la segunda etapa se utilizaron diarios de campo, planes de lecciones o de clase, talleres y materiales didácticos que contienen imágenes para uso presencial o virtual. La tercera consistió en la realización y registro de entrevistas virtuales demostrativas donde participaron profesores normalistas que utilizan la imagen para iniciar la enseñanza de la lectura, la escritura y otras áreas curriculares.

Los métodos iconográficos e iconológicos son avances logrados por la historia del arte y la semiología[13]. De allí se trasladan al campo educativo para indagar significados simbólicos que las fuentes narrativas no logran transmitir o para complementar los procesos comunicativos. Para Badanelli, iconología se refiere a interpretar iconos e imágenes con mirada profunda, mientras que “Iconografía es leer imágenes, al igual que leemos un texto escrito palabra por palabra, letra a letra, para comprender finalmente lo que el autor nos quiere transmitir, y para intuir lo que transmite sin querer hacerlo”[14]. Burke, en sus estudios sobre la imagen como evidencia histórica, se vale de la iconografía para analizar e interpretar las obras profundizando en los pequeños detalles, aún en los más ocultos[15]. De acuerdo con este autor, más allá del razonamiento puro, la observación detenida, aún de lo que parece insignificante, ofrece datos intuitivos y testimonios de gran relevancia.

 

Resultados

 

El lenguaje ideográfico en los pueblos primitivos

En la historia de la humanidad, la creación y visualización de imágenes como producto natural del intelecto estuvo asociada a las necesidades comunicativas de los pueblos primitivos. A partir de la observación curiosa de la realidad cotidiana y la naturaleza (realidad primaria), el hombre logró representarla en imágenes (realidad secundaria). Así, se complementó la oralidad y se originó la invención de la escritura, hito divisorio entre la prehistoria y la historia. De las huellas plasmadas en pinturas rupestres, grabados, pictogramas e ideogramas surgieron reglas de comunicación visual que luego se extrapolaron a complejos sistemas de escritura y a todas las áreas del conocimiento.

Los pictogramas tienen la característica de ir al significado directo de la apariencia real de los objetos. Algún trazo o rasgo esencial puede dar la apariencia de una montaña, un animal, una persona, un río o escenas de la vida cotidiana. Un círculo con pequeños trazos relucientes representa el sol. Un pictograma del sol puede convertirse en ideograma si se agregan rasgos que indiquen luz, calor o movimiento. El lenguaje ideográfico es más complejo porque permite combinar unidades de significado.

La interpretación del conjunto de signos y símbolos constitutivos de la escritura jeroglífica sirvió para describir la conexión con los sistemas alfabéticos. Las investigaciones lingüísticas[16] indican que hace miles de años se dio el tránsito de la imagen a la palabra escrita. Desde tiempos antiguos existen registros contables simples en tablas de arcilla con datos sobre el número total de esclavos, cifras de cosechas recolectadas, cantidades de ganado, entre otros. Con base en los dedos de la mano, los pictogramas romanos representaban los números I, II, III, IV; el número V imitaba el ángulo formado entre el pulgar e índice.

Capturar la realidad en imágenes y luego comprenderla, analizarla y traducirla en caracteres escritos como forma de comunicación resultó pertinente para promover investigaciones en contextos escolares, lo cual contribuyó al desarrollo del inconsciente cognitivo y las habilidades de pensamiento.

 

Aprender a hablar antes que observar: métodos prevalentes de la Edad Media

Antes de adentrar en la escuela, en el campo del arte, a partir del siglo XIII[17], las pinturas y esculturas despertaron el interés por estudiar el concepto de fe y los comportamientos morales. En la época medieval el uso de imágenes no estuvo presente como mediación didáctica en las lecciones porque el propósito de la enseñanza se orientaba al “arte de saber hablar”[18]. Los métodos orales, memorísticos, mecánicos, abstractos carentes de significado y contenidos aislados de la realidad eran propios de las prácticas escolásticas. Las lecciones (lectio), consistían en leer y recordar textos en latín. Los alumnos repetían en voz alta o por escrito lo que el maestro leía; realizaban ejercicios individuales y colectivos, preguntas-respuestas de algunas disciplinas y memorizaban historias y fábulas. Las cartillas y los catecismos servían para reproducir las lecciones.

Hacia el año 1430, con la invención de la imprenta de Gutenberg se ejerció una fuerte influencia en la propagación masiva de la cultura escrita y del conocimiento existente. Para la escuela, el arte de enseñar a escribir constituyó un propósito fundamental. “Los estudiantes escribieron primero en pizarras y luego en hojas, más tarde en cuadernos que buscaban reproducir los libros”[19]. Ya no era necesario que el maestro dictara las lecciones para copiarlas o reproducir los libros manualmente.

Durante el siglo XVI y comienzos del XVII, la enseñanza aún se concebía como arte, pero después de profundos debates adquirió un carácter científico. Se utilizaban manuales (narrativos) para ayudar al maestro a transmitir enseñanzas orales, presentar reglas sencillas, hacer más entendibles los lenguajes, signos y significaciones y simplificar conceptos complejos. Con la impresión tipográfica, las artes visuales constituyeron un factor de cambio en los tiempos modernos; siglos después evolucionaron a través de los objetos virtuales que incorporaron narrativas enriquecidas con la multimedia y otras herramientas digitales interactivas, muy utilizadas durante y después de la crisis pandémica al terminar la primera década del tercer milenio.

 

El primer libro didáctico ilustrado a comienzos de la modernidad

El primer libro didáctico ilustrado data de un momento histórico de intersección entre la edad media y la moderna. Hasta la segunda mitad del siglo XVII la escuela recibía fuertes críticas por la incidencia verbalista de la tradición clásica medieval. En adelante, el uso de la imagen marcó un giro disruptivo en los métodos, en las formas de difundir el conocimiento y en la adquisición de las lenguas, empezando por el latín.

Fue el teólogo y pedagogo checo, Juan Amos Comenio (1592-1670), quien en 1658 diseñó el primer libro ilustrado titulado Orbis Sensualium Pictus (El mundo en imágenes), con intenciones didácticas para aprender a leer y escribir. Esta obra constituyó un referente innovador para el diseño y edición de los subsecuentes textos auxiliares de la enseñanza y elaprendizaje comprensivo de contenidos escolares, con un enfoque teológico, antropológico y cultural[20]. Los educadores requerían nuevas ayudas para facilitar la imaginación, la retención y la memoria a través de objetos sensibles, lo cual constituyó un gran aporte para la interpretación pedagógica. Por estas y otras razones, a Comenio se le considera el precursor de la educación audiovisual[21].

Según Aguirre, Comenio acogió las tendencias del arte barroco por cuanto estas obras estimulan lo visual mediante representaciones sensibles, inspiran deleite, conllevan mensajes morales, se aproximan a la espiritualidad y logran representar figurativamente las virtudes[22]. Estas características se aprecian, por ejemplo, en las decoraciones de murallas, paredes pintadas y museos griegos. Era intención de los artistas “exponer el conocimiento a la vista de todos”[23]. Así surgió la idea de reproducir temas de enseñanza en las paredes mediante dibujos y emblemas para ayudar a los sentidos, entender y retener lo aprendido, pues lo oral se olvidaba fácilmente. Esto facilitaba a los niños aprender ciencias, anatomía, historia natural, preceptos de medicina.

En la misma línea de Aristóteles (384-322 a. C.), Comenio reforzó que los sentidos son paso previo e indispensable para el desarrollo del intelecto. De acuerdo con Ferrater, para el pensamiento aristotélico, el fin último del conocimiento inicia en los sentidos. “Llamo, por ejemplo, capaz de construir al que puede construir, dotado de la vista, al que puede ver; visible a lo que puede ser visto”[24]. Los datos que reciben los sentidos tienen una conexión directa con la memoria, el conocimiento perdura en el tiempo y la buena comunicación favorece la enseñanza. El maestro, entonces, encuentra en las imágenes un excelente recurso representacional entre las cosas y las palabras. Esta ventaja se observa en los tiempos actuales con el diseño de componentes multimedia para promover el aprendizaje sensorial que aprovecha el oído para la música, la vista para la observación y el tacto para manipulación de los objetos circundantes. Siglos más tarde, los componentes interactivos multimedia, además de novedosos, fueron útiles durante la pandemia y abrieron el camino para promover las clases virtuales que serán prototipo para la era digital del futuro.

Estudios iconográficos previos[25] resaltan diversas características del primer libro didáctico ilustrado Orbis Sensualium Pictus y sus efectos en la pedagogía contemporánea. Alineadas en un marco teológico y ontológico, a manera de enciclopedia, las categorías de análisis están estructuradas a partir de la Biblia: Dios, el mundo, la naturaleza terrenal, el hombre, los animales, el trabajo humano, virtudes, religión, moral, etc. Otra característica consiste en que logra representar cosas sensibles mediante imágenes y cuadros temáticos sobre la percepción de la realidad del hombre del siglo XVII, tecnologías, vida social, enseñanza de las lenguas; variedad de láminas para aprender conceptos científicos sobre el sistema planetario, cosmografía, geocentrismo, heliocentrismo, el tiempo, el espacio, anatomía y fisiología. Woo analiza analogías para ilustrar dualismos y contrastes: luz-obscuridad, orden-desorden, educado-no educado, autoridad-obediencia[26].

La analogía sol-nube es un cuadro de metáforas teológicas. El sol brillante y resplandeciente simboliza Dios, autoridad, orden, sabiduría y conocimiento. Los rayos divergentes conectan iconos abstractos que permiten ver el sol como algo dinámico. En contraste, la nube puede ser interpretada como un ícono negativo que bloquea la luz del sol, lo cual representa destrucción y separación.

La analogía naturaleza-cultura es un dualismo. El cuadro representa un prado y árboles sin podar. Las casas y edificios son construcciones materiales; puede significar que la naturaleza descuidada es un estado incivilizado del mundo o un símbolo de la oscuridad. Por el contrario, los íconos de la cultura y la civilización ubicados debajo del sol pueden indicar luz y sabiduría.

La analogía maestro-discípulo muestra a un niño (discípulo) a la izquierda y a un adulto (maestro) a la derecha. El niño se quita el sombrero y expresa un rostro amable indicando respeto y obediencia. El maestro viste una capa, un sombrero y sostiene una vara en su mano, demostrando experiencia, sabiduría y autoridad para invitarlo a observar y conocer.

El primer libro ilustrado también constituyó una fuente para renovar los alfabetos[27]: alfabetos cósmicos para representar la naturaleza; alfabetos filosóficos y lexicográficos para diferentes saberes; alfabetos mnemotécnicos, pictóricos, simbólicos y vivientes. En los alfabetos visuales el niño encuentra dibujos de animales ordenados según la letra inicial. En los alfabetos vivos, cada letra se pronuncia con el sonido onomatopéyico de los animales. Con unas tijeras abiertas se enseña la letra X.

El libro ilustrado de Comenio constituyó una innovación pedagógica inspiradora para la enseñanza activa del lenguaje, fundamentada en la experiencia sensorial, la observación de fenómenos naturales y sociales, la comprensión como etapa previa a la memorización con sentido, interés, diversión, placer, juego, espontaneidad y orden.

 

Imagen, interpretación científica e interacción entre disciplinas desde el siglo XVIII

Según Quiceno, a finales del siglo XVIII el manual (que contenía doctrinas, métodos, teorías y reglas para simplificar la enseñanza) se transformó en texto escolar[28]. En una concepción más avanzada, la enseñanza dejó de ser arte para entenderse como interpretación científica y la imagen aportó significaciones e interacciones con otras disciplinas. En la década de 1840 el uso de textos ilustrados se consolidó aún más con el surgimiento de la Escuela Nueva europea que llegó a Latinoamérica y revitalizó las prácticas pedagógicas en las escuelas normales. Por sus características y propósitos, el primer libro ilustrado, creado por Comenio el siglo anterior, cuando inició la modernidad, fue sin duda un material didáctico de referencia.

En el ámbito escolar colombiano se consideraron los aportes de las pedagogías activas para promover el desarrollo cognitivo y propender por un concepto integral de las facultades intelectuales de la población infantil, según los alcances conceptuales de modernidad “como era la pedagogía pestalozziana[29]. Desde entonces, el uso de imágenes, dibujos de figuras, símbolos algebraicos, cifras y caracteres constituyen una renovación pedagógica porque ayuda a retener la memoria, almacenar y entender información necesaria, así como a integrar las habilidades comunicativas: leer, escribir, hablar y escuchar.

Con estos principios activos se dejarían atrás los procedimientos mecánicos para la comunicación de contenidos, el castigo y la imposición autoritaria provenientes de la enseñanza escolástica; todavía prevalecían las lecciones transmitidas mediante cartillas, manuales, catecismos tipográficos y la pedagogía lancasteriana. El maestro londinense Joseph Lancaster (1778-1838) utilizaba carteles para aprender a leer, mientras que el pedagogo suizo Johann Pestalozzi (1746-1827), recomendaba un texto para cada niño[30]. En este período, el nuevo saber se orientaba fundamentalmente hacia la aritmética, la gramática castellana, la escritura y la lectura, pero también se incluían temas de religión, moral, dibujo lineal, geometría, ciencias naturales y geografía.

En 1872, el Director de Instrucción Pública, presentó un informe al Congreso de la República, solicitando reformas urgentes justificadas en la necesidad de solucionar problemas de desmotivación para asistir a las escuelas, pérdida de años, aprendizaje repetitivo, memorístico y fatigante de conocimientos que se olvidan rápidamente. Era necesario adquirir mobiliario, textos y materiales de estudio. “Cuadernos de escritura, aritmética y dibujo, pizarras regladas, cuadros de historia natural, atlas del reino animal, vegetal y mineral, cuadros de zoología, de razas humanas, mapas en relieve”[31]. También se requerían colecciones de cuadros ilustrativos con representaciones de cosmografía, botánica, geología, física, química, mineralogía, antropología, artes, oficios, navíos, máquinas de vapor, atlas geográficos, cuadros de citolegia, cartografía, globo celeste y terrestre, series de libros de lectura y aparatos científicos. Se solicitaba implementar metodologías alemanas, particularmente, el sistema de Pestalozzi, quien resaltó la importancia del lenguaje para desarrollar la capacidad de pensar y fundamentar las demás materias científicas y artísticas.

Según el informe anual de 1874, presentado al Estado Soberano de Cundinamarca, una de las pruebas finales para aprobar las lecciones consistía en la elaboración de cuadros para decorar el salón. “[...] los niños pequeños dieron minuciosos informes referentes a la descripción de buques, locomotoras de vapor, líneas telegráficas, etc.”[32]. Se construían abecedarios sobre tablillas, se realizaban planas y muestras litografiadas de escritura con caracteres uniformes y excelente letra. El informe contenía listados de dibujos en láminas aumentando dos o tres veces el tamaño de las muestras originales, con imitación exacta de colores: mapamundis, animales, flores, frutas, paisajes, castillos, cultivo de productos agrícolas, asuntos políticos y religiosos. Los mejores dibujos, elaborados con gusto artístico y belleza, eran expuestos en galerías de pinturas para adornar lugares estratégicos y conmemorar celebraciones patrias o de otra índole.

Cardoso investigó textos que facilitaban la instrucción objetiva mediante la combinación del dibujo, la escritura y la lectura[33]. La citolegia, siguiendo el método alemán del sonideo, se utilizaba con la intención de ejercitar la observación, el análisis y la investigación. Cada objeto iba acompañado de su respectiva palabra “de tal forma que la asociación visual entre el dibujo y la repetición pausada de las sílabas haría reconocer éstas ante su presentación en la composición de otras palabras”[34]. Las lecturas correlacionaban diferentes temas sobre animales, objetos, vivienda y elementos cotidianos, incluyendo frases o máximas con algún mensaje de educación moral.

 

Observación, curiosidad, imaginación e investigación a partir del siglo XX

Camelo y Bernal describieron cambios innovadores de las pedagogías activas, resaltando los aportes del médico belga Ovidio Decroly (1871-1932) en el desarrollo psico-biológico e intereses del niño, a propósito de su visita a Colombia en 1925. “Los órganos normales de los sentidos se hallan siempre listos a impresionarse ante cualquier manifestación externa”[35]. Por esta razón, el niño sigue con su vista todos los objetos, personas y fenómenos que le interesan. El maestro, progresivamente, incrementa su sentido de observación, “destello vivísimo de su psiquis en desenvolvimiento”[36], para romper la tradición escolar de recargar la memoria 218 con datos y reglas incomprensibles. La observación de los recursos que la naturaleza ofrece, permite a los niños imitar, descubrir, crear y representar artísticamente objetos, animales, herramientas, situaciones de la vida familiar y del contexto cotidiano donde actúa.

“Los libros deben servir para consultas e investigaciones una vez que el niño haya leído en el propio libro de la naturaleza, de donde debe sacar las deducciones que le dé su experiencia de observación”[37]. Partiendo de lo conocido a lo desconocido y de lo concreto a lo abstracto, los escolares sienten placer por las cosas nuevas, espontaneidad para explorar lugares, tomar fotografías, pintar, dibujar, levantar croquis, elaborar ilustraciones en láminas, en el pizarrón o en el cuaderno; estampar, medir, contar, pesar, colorear, comparar, correlacionar, describir, establecer proporciones, formular preguntas, realizar ordenadores gráficos y exponer oralmente sus ideas y creaciones. Todo esto “para estar atentos al proceso de las ciencias”[38] desde las lecciones de lenguaje, aritmética, geografía, historia, zoología y otras áreas de estudio. Mediante imitación de pequeñas obras escultóricas con arena, cera, greda, piedras, tierra, maderas, semillas y toda clase de materiales plásticos, “pueden verse las facilidades que cada alumno tenga para el modelado, la estatuaria, el gusto artístico”[39].

Una alta correlación entre la observación, la curiosidad, el dibujo, la objetivación, la expresión oral y la investigación sirve de base para orientar las habilidades profesionales que se van fortaleciendo en los posteriores niveles educativos, porque “el alma del niño es esencialmente investigadora”[40]. Así mismo, para las pedagogías activas, “los conocimientos que se obtienen por el mayor número de sentidos, perduran; mientras que los obtenidos solamente oyendo, se esfuman fácilmente”[41] [42].

La Universidad Pedagógica Nacional conserva en su museo pedagógico una colección de libros y cartillas ilustrados, entre ellos el libro primero de la Alegría de leer42, cartilla de lectura y escritura editada por primera vez en 1930, cuyos autores se basaron en el método ecléctico, con especial énfasis en el ideovisual de Decroly. Las estrategias ideovisuales establecen asociaciones entre la imagen y la idea, procurando que las lecciones sean fáciles, eficientes e interesantes. Palabras, letras, vocales y consonantes van acompañadas de su correspondiente representación gráfica. Después de la Primera Guerra Mundial abundaron las colecciones de textos sobre aritmética, geometría, geografía, zoología, botánica, el cuerpo humano, física, química, historia, comercio, literatura universal[43]. Se aprendían fábulas, historietas, poemas, cuentos, creados por otros autores o por los mismos alumnos y maestros. Los niños no solo leían piezas literarias sino que dibujaban secuencias, personajes principales, vestidos, costumbres, inferían moralejas o creaban obras diferentes, producto de su propia imaginación.

 

Innovaciones tecnológicas y editoriales en los siglos XXy XXI

Hacia la tercera década del siglo XX resurgió la idea de utilizar libros de texto para enseñar una ciencia de manera atractiva, estimulante y con sentido. Durante la República Liberal (1930-1946), época de cambios políticos, culturales y educativos[44], se pensó en un proyecto editorial que contemplara una “dimensión técnica y social del libro, usuarios, funciones, organización formal del libro, distribución, etc.”[45]. Terminando el siglo, frente al auge de la tercera revolución tecnológica, los impactos de la era digital y los vertiginosos avances de los sistemas informáticos y comunicacionales, es innegable el cambio de orientación en la producción de textos y materiales educativos. Las innovaciones curriculares generan cambios en las finalidades, contenidos, objetivos, metodologías y experiencias de aprendizaje, en correspondencia con las tendencias didácticas y metodológicas contemporáneas más influyentes.

Avanzando el siglo XXI, dadas las circunstancias de la era de la información, comunicación e industrialización, se incrementan los sistemas de diseño, graficación, producción y comercialización de material didáctico para responder a las demandas sociales e interculturales. Los manuales también son “productos comerciales y culturales producidos en una determinada época”[46]. Las empresas mediáticas e industriales encuentran en la producción cultural y académica nuevas posibilidades de gestión editorial[47]. La producción semiótica de los ambientes multimedia facilita no solo la interpretación sino la producción de imágenes con expectativas específicas. Las plataformas y herramientas tecnológicas incrementan posibilidades icónicas creativas, motivacionales y divertidas, con variedad de formas, figuras, tamaños, colores, diálogos entre personajes reales o ficticios, fantasía e interactividad[48]. Estas producciones fueron muy útiles para el trabajo en casa durante la pandemia ocurrida a principios del tercer milenio, a pesar de las limitaciones de equipos y hábitos metodológicos presenciales que afectaron principalmente las escuelas públicas y rurales pertenecientes a estratos sociales con poblaciones menos favorecidas. Además, las nuevas políticas de infancia e inclusión social (Ministerio de Educación Nacional, MEN), la problemática ambiental[49] y la cuarta revolución industrial jalonan avances investigativos en la producción editorial sobre literatura ilustrada en entornos tecnológicos, que sea de utilidad para diferentes comunidades con necesidades educativas especiales, aplicable a la solución de conflictos y accesible a diferentes ramas del saber.

 

Demostraciones didácticas de la imagen en lecciones de lenguaje durante la pandemia COVID-19

Maestros normalistas describen diferentes usos de la imagen en la escuela, principalmente para enseñar a escribir y leer, en atención a los lineamientos del Ministerio de Educación Nacional[50]. La cartilla o cuaderno de trabajo propone que, previamente al desarrollo escritural, se dé importancia a los trazos grafomotores, a la coordinación visomotora y a la motricidad fina.

A continuación se presentan extractos de las entrevistas virtuales realizadas a maestros normalistas dedicados durante varios años a la enseñanza de la lectura y la escritura en instituciones de educación básica primaria en Colombia:

Bueno, entonces les voy a contar cómo se trabaja la lectura y la escritura en la escuela. La

imagen juega un papel muy importante porque los niños son muy visuales. Ellos aprenden lo que ven a través de los ojos, a través de la visión.

Yo muestro una imagen a los estudiantes con la correspondiente letra mayúscula y minúscula para delinear Se les pregunta qué ven.

“¡Ah!, profesor: abeja, araña, avión, vaca, hormiga, flor”, etc.

Después se les pregunta qué letra ven o si conocen esa letra.

“¡Ah!, sí. Vemos la letra a.

¿Qué otras palabras empiezan por la letra a?

Después se les enseña el morfema, la forma del dibujo.

 

Fuente: MEN, Aprendamos todos a leer, 5.

Imagen 1. Imágenes para aprender con letras mayúsculas y minúsculas,recomendadas por el Ministerio de Educación de Colombia

 

En el siguiente momento les enseño otras imágenes. Deben colorear las letras, en este caso, la a. Bueno, y así mismo, se enseñan todas las vocales y se trabajan también las demás letras.

Les muestro otra imagen: mamá, águila, cama, anillo. ¿Qué dice debajo de esa imagen? Ellos van asociando la imagen con la escritura de la palabra. Se trabaja de lo general a lo específico. La lectura y la escritura van simultáneamente. Se les refuerza qué es lo que dice ahí.

Más abajo vemos otras imágenes: ala, araña, cama. Ellos deben completar las palabras que están incompletas con la vocal correspondiente. En este caso, con la vocal a.

Lo mismo pasa con ‘papá’, ‘pala’ y ‘montaña’.

Después se pasa a un ejercicio más avanzado que consiste en colorear el avión, el árbol y la ardilla. También se les pide que dibujen otros elementos que comiencen por la letra a.

Después de las vocales, viene un ejercicio más complejo. Hay una iguana, un reloj, una abeja, una nube, un avión. Pero siempre la imagen está presente.

Cuando pasa a la evaluación, entonces observa, analiza y colorea todas las imágenes que empiecen por una vocal. Se asigna un color diferente a cada vocal. Se utilizan los recursos del entorno. Estos recursos le indican los colores naturales. Los decoran con plastilina, crayolas, escarcha, etc. Pueden salir del aula para buscar más recursos. Luego el niño dibuja otros animales.

Vamos a las consonantes. Normalmente, siempre las primeras consonantes que se trabajan son la eme y la pe. Luego, muestro lo mismo al estudiante. Le pregunto ¿qué ve ahí?

“¡Ah!, un niño, una señora”.

¿Qué letra será esta? Se muestra una mamá. Entonces, ¿qué dice debajo?

De una vez empieza a leer ‘mamá’. Sin deletrear.

Se hacen ejercicios variados, recortan y pegan palabras que comiencen por la letra eme. Sílabas que comiencen por la letra eme, y también otros elementos o animales que comiencen por esa letra. Generalmente, ellos aciertan en lo que dice cada imagen.

En otros ejercicios, observan la imagen y completan la letra que falta en la palabra. ¿Qué letra falta? “La eme”. Y lo complementamos con otros dibujos que ellos hacen. Vamos a dibujar cinco palabras que empiecen por la letra eme. Dibujos sencillos, fotografías. Se trata de contextualizar en la cultura del niño.

Se llevan otras imágenes para actividades de conjunto porque trabajamos en Escuela Nueva. Se llevan juegos, imágenes y palabras recortadas. Fijo imágenes en el tablero. El estudiante busca la ficha que tiene el nombre de esa imagen.

También hay guías de internet. Con la tecnología hay más alternativas. Los estudiantes descargan e imprimen. Es más interactiva. Pero la imagen está presente en cualquier tipo de mediación o ambiente. Impresa o virtual. Son cartillas muy ricas en actividades lúdicas y otras habilidades de interacción.

Luego vienen fábulas, cuentos, adivinanzas, dictados, historietas con la imagen. Con diez imágenes se inventan un cuento. Decodificación primaria, secundaria, lectura categorial. Secuencia de imágenes, videos. Se les desordena un texto y ellos lo ordenan. Se van dando otros procesos, interpretación, coordinación motora, estética, alegría, inferencia. También se trabaja la imagen en otras áreas curriculares. En todas las áreas. [51]

En la siguiente descripción de clase, registrada en el diario de campo, otra maestra desarrolla producción de narraciones a partir de imágenes como mediación didáctica.

Procedimiento:

-  La profesora mostró un video corto de dibujos animados sobre animales en general.

-  Realizó un ejercicio de comprensión, a nivel literal e inferencial.

-  Hizo una exploración acerca de las preferencias y experiencias cercanas de los estudiantes con animales.

-  Entregó a los niños una breve historia en imágenes, sin ningún orden, para que fueran organizadas en secuencias lógicas.

-  Los niños expusieron de manera oral las historias ordenadas.

- La profesora entregó a cada niño una hoja con ilustraciones (de su autoría) de algunos animales y otros elementos, los cuales sugerían una historia; éstos fueron elegidos con propósitos específicos, de acuerdo con los objetivos de la lección:

Fuente: Diario de campo de la investigadora

Imagen 2. Ilustraciones para colorear las escenas de la historia infantil

 

- A partir de estas ilustraciones, los estudiantes debían: 1) Colorear la escena. 2) Asociar los dibujos contenidos con las palabras que las nombran (v.gr., “oso”, “ola”, “olla”, “sol”, etc.). 3) Producir un escrito (historia o relato), en el cual se remarcara el uso de palabras que iniciaran con la letra o, y que contuvieran dicho grafema. Se sugirió hacer un dibujo con el cual se ilustrara la escena central del relato o el presonaje principal. La maestra explicó trabajos realizados por sus estudiantes, tal como los que se muestran en las imágenes 3 y 4. Durante la pandemia, los niños sintieron la necesidad de conseguir computador, buscar estrategias para desarrollar las guías en casa y solicitar ayuda por correo o WhatsApp.

 

 

 

Fuente: nina de 2.° grado; cuaderno escolar.

Imagen 3. Interpretación: Cuento infantil

 

Los profesores entrevistados aplican las pedagogías activas (Modelo Escuela Nueva) para la enseñanza del lenguaje en los primeros años. Coinciden en afirmar que el uso de imágenes es más importante que las reglas gramaticales de memorización. Para los profesores, las representaciones visuales de lo que el niño ya conoce en interacción con el contexto inmediato es un principio pedagógico fundamental.

 

Fuente: niño de 2.° grado; cuaderno escolar.

Imagen 4. Producción cuentos infantiles

 

Discusión

Una vez constatada la importancia de la imagen y todo tipo de ilustraciones impresas o virtuales en los procesos pedagógicos activos desarrollados durante la pandemia, surgen planteamientos relacionados con los avances más recientes propuestos por el Ministerio de Educación Nacional[52]. Es importante contrastar si los aportes del primer libro ilustrado de comienzos de la modernidad se mantienen en el diseño de las cartillas actuales para aprender las primeras letras, con base en los enfoques constructivistas y semántico-comunicativos, cuya intencionalidad pedagógica es incorporar la realidad circundante del niño, sus intereses y necesidades. En esta misma línea, los maestros cuentan con oportunidades cada vez más desafiantes para hacer ajustes curriculares[53], en correspondencia con las características de los contextos históricos, culturales, científicos y tecnológicos. Es innegable el beneficio de la imagen en los nuevos diseños de materiales didácticos ilustrados, cargados de significados y simbologías representativas de la cotidianidad con la clara intención de incentivar la creatividad, la sensibilidad, el pensamiento y otras habilidades intelectuales.

La imagen ocupa un espacio privilegiado desde tiempos prehistóricos mediante jeroglíficos, pictogramas e ideogramas. La imprenta en el medioevo, el primer libro didáctico ilustrado a comienzos de la modernidad y el desarrollo de las artes gráficas con la irrupción de las revoluciones tecnológicas han impactado la cultura escrita y las formas de ver el mundo. El siglo XXI sigue avanzando con la nueva cultura cibernética de alta influencia iconográfica en los medios de comunicación[54]. Es necesario reinterpretar los textos ilustrados, como mediaciones que van evolucionando y generando disrupciones para adecuarse a nuevas funciones de las tecnologías comunicacionales ligadas a la educación, las cuales ampliaron su potencial durante y después de la pandemia.

Con todo, retomando a Montesdeoca[55], hace falta analizar con mayor rigor y profundidad la cantidad desbordante y la calidad de imágenes accedidas desde la Web y todo tipo de redes sociales. Los contenidos digitales, la televisión, la computación, los dispositivos móviles, el concepto de realidad aumentada y las implicaciones de los lenguajes informáticos exigen una mirada didáctica frente a los desafíos educativos, usos, desusos y sentidos. Es necesario profundizar en un análisis actual acerca de los dibujos de los niños para identificar las intencionalidades que se encuentran detrás de esas imágenes; quizás existan acercamientos, pero también distorsiones de la realidad.

Los resultados de este estudio encuentran coincidencias entre investigaciones iconográficas recientes[56], las propuestas de los primeros pedagogos de la escuela activa (Comenio, Pestalozzi, Decroly) y las demostraciones de los maestros entrevistados que usan la imagen bajo los principios de las pedagogías activas[57]. Todos ellos toman en serio los aprendizajes adquiridos en las etapas iniciales de vida, donde las condiciones favorables o desfavorables son determinantes para la adquisición del lenguaje y el posterior desarrollo cognitivo, espacial, motriz, afectivo y emocional. Por cuanto los niños son visuales, perceptivos y abiertos a la información icónica, la lectura de textos ilustrados es más atractiva para ellos.

El análisis pedagógico y hermenéutico del primer libro ilustrado se ha realizado en la línea de la investigación iconográfica que busca significado simbólico. Mediante iconos tales como círculos y triángulos, Comenio simbolizó conceptos con propósitos teológicos, religiosos, sociales y pedagógicos para educar. No obstante, Woo cuestiona que el propósito es más teológico que como libro ilustrado para aprender a leer[58]. En todo caso, este primer libro sirvió no solo para demostrar cómo se concebían la ciencia, la religión y la cultura en el siglo XVII, sino la intencionalidad para plasmar cómo debía reformarse la educación. Así mismo, es incuestionable que las imágenes constituyen un valioso repositorio histórico portador de principios, sentidos, significados, creencias y comportamientos arraigados en las culturas de los pueblos pero con mayor impacto en la era digital.

Otro asunto de debate se refiere a si, efectivamente, Comenio, al crear Orbis Sensualium Pictus a comienzos de la modernidad, adquiere el mérito de ser el primer diseñador de textos didácticos en el mundo[59]. Woo demuestra que históricamente no lo es porque, desde siglos atrás, se conocían ilustraciones en otros países e idiomas[60]. Pero, en defensa de Comenio, sí fue el primero con intencionalidad didáctica, inspirado en las obras de arte. Además de aprender a leer y escribir una lengua con agrado, se comunican mensajes acerca de la manera de pensar en una época, lugar o institución. Por ejemplo, el tamaño grande del cuerpo y la expresión del rostro del maestro evocan autoridad, invitando a adquirir sabiduría y virtudes después de observar. El alumno, pequeño y asustadizo, es figura de obediencia[61]. Los rayos del sol y las nubes, además de representar un fenómeno natural o científico, conllevan una intencionalidad teológica para expresar la magnificencia de Dios y su omnipotencia en la creación.

Si bien desde inicios de la modernidad el primer libro didáctico ilustrado de Comenio propició una transformación importante en la reproducción del saber universal, producto de la observación e imitación de la naturaleza sensible, actualmente, en el tercer milenio, no se trata de imitar sino de inventar nuevos modelos. En todo caso, las investigaciones historiográficas, iconológicas, sociales y educativas[62] resaltan la funcionalidad de la imagen, dada su dimensión comunicativa y cognitiva; es, además, coadyuvante de la producción artística, cultural, científica y tecnológica para la educación y progreso de los pueblos. Aún, desde el campo jurídico[63] en procesos de transformación social, protección de derechos fundamentales, toma de decisiones y participación ciudadana, las comunidades se organizan y movilizan con el fin de reclamar garantías, de acuerdo con intereses colectivos orientados a la protección del medio ambiente.

En el enfoque del lenguaje total[64], palabras, sonidos e imágenes son elementos constitutivos y expresivos. Lo que percibe la vista se procesa de manera instantánea porque llega directamente al cerebro provocando una sensación de cercanía y afectación respecto a la realidad. En este sentido, la imagen constituye un soporte de comunicación visual capaz de materializar fragmentos significativos y polisémicos de la realidad[65]. Aunque entre imagen, sonido y palabra existe complementación e interrelación, puede suceder que, al usar imágenes en procesos comunicativos sincrónicos o asincrónicos, las palabras sean innecesarias. Esta aseveración coincide con Montesdeoca[66], en cuanto a que el lenguaje visual es más universal y global en comparación con el verbal. Así mismo, es posible que, al codificar ideas simples en pictogramas, para luego representar proposiciones más elaboradas en ideogramas, las imágenes sean suficientes y no requieran explicaciones verbales.

La importancia que se atribuye al contenido, estructura y significación de lo que se observa es una actividad intelectual que supera la estimulación sensible mediante representación directa de formas puras de objetos, personas, animales, etc., como lo dijo Aristóteles[67]. Es indiscutible, entonces, que en el aula, durante y después de la pandemia, las imágenes son unidades de sentido con lenguaje propio, susceptibles de ser construidas, interpretadas y explicadas, coadyuvando exitosamente al proceso de decodificación (lectura) y codificación (escritura) de símbolos. Niños que aún no conocen el alfabeto, al asociar el símbolo con la realidad, aprenden nuevos conceptos y palabras. Historias, fábulas, cuentos o poemas acompañados de imágenes despiertan la curiosidad natural, provocan reacciones de asombro, sentimientos y emociones y, a la vez, desarrollan el intelecto[68]. La personificación de animales tiene el propósito de despertar en el niño su capacidad connatural de simbolización y desciframiento de signos, sentidos y significados de las acciones.

No obstante, queda la inquietud si todas las imágenes que acompañan los contenidos de los textos escolares son interpretadas acertadamente, si todas por sí mismas estimulan la observación o si pasan desapercibidas por carecer de soporte didáctico. Intencionadamente o no, las imágenes, ilustraciones, pinturas, fotografías, son testimonios históricos eficaces. Sin embargo, debido a su carácter subjetivo[69], la imagen tampoco logra reflejar una realidad tal como es y por el contrario, puede distorsionar los significados. Esta característica desvirtúa de algún modo el tratamiento de la imagen como documento histórico que, sin duda, está vinculada a la interpretación, intereses, experiencia y contexto del autor.

A transferir la teoría a la práctica, el maestro corre el riesgo de tergiversar o replicar tácticas prescriptivas recargadas de esquemas tomados de otros contextos y con mediaciones educativas obsoletas. También son cuestionables las cartillas comerciales orientadas a la lectura y la escritura, alejadas de situaciones comunicativas reales sin tener en cuenta las capacidades creativas del niño; aún más, el maestro no está obligado a acoger las orientaciones de las casas editoriales ni las intencionalidades de otros autores. En cuanto a los tiempos de pospandemia, la escuela colombiana enfrenta retos, oportunidades y amenazas para incorporar las tecnologías virtuales que causan disrupciones con las acostumbradas metodologías presenciales. No obstante, las comunidades académicas aceptan que las generaciones del futuro serán más digitales y experimentarán procesos educativos mediante objetos conectados a internet donde la imagen seguirá portando intencionalidades comunicativas, científicas, pedagógicas y políticas.

 

Conclusiones

En este estudio se ha resuelto el interrogante relacionado con el origen e intencionalidades comunicativas, científicas y pedagógicas atribuidas a la imagen. Se han explorado las movilidades en subsecuentes períodos históricos y su correspondencia con los caminos trazados por los discursos pedagógicos, curriculares, didácticos e iconográficos que han configurado las prácticas escolares no solo para mejorar el aprendizaje de la lectura y la escritura de una lengua, sino para comprender todo tipo de conocimiento. Se ha mostrado cómo la imagen 228 acompaña la estructura temática e intencionalidades del corpus de materiales impresos en estrecha relación con las tendencias pedagógicas. Cuando las lecturas se soportan en imágenes se logra contextualizar vivencias diarias y orientar la comprensión, de acuerdo con las intencionalidades del autor o del maestro. Todas las ilustraciones didácticas tienen intenciones orientadas a que los niños entiendan fácilmente y con agrado los mensajes que se quieren comunicar en su respectiva época y lugar.

Dadas sus características, las imágenes son mediaciones educativas por excelencia. La lectura y la escritura, así como otras áreas o disciplinas curriculares, tienen como característica ® relevante que cuando el niño observa una imagen, no solamente está aprendiendo fonemas 0 y grafías, sino que paralelamente (de forma implícita o explícita, intencionada o no) está asimilando valores, pautas de comportamiento, priorización de contenidos y reafirmación de una mentalidad individual y colectiva en cada época y en cada geografía. La comunicación apoyada en imágenes adquiere valor didáctico al armonizar variedad de colores, formas, contrastes, tamaños, dimensiones e intencionalidades. De esta manera, estimula lo que el aprendizaje activo siempre pretende lograr en cuanto a intereses, saberes previos, creatividad, comprensión, interacción, capacidad de análisis y construcción de conocimiento, desde las etapas tempranas de escolaridad.

Los investigadores iconográficos en el campo de la educación constatan un alto poder comunicativo y cognitivo de la imagen, ligado a una metodología para utilizarla de manera significativa y contextualizada. La interpretación iconológica e iconográfica reviste especial ^ importancia por cuanto se adentra en detalles para intuir, comprender y desentrañar significados intrínsecos que subyacen en los lenguajes, recursos y métodos pedagógicos. Desde los jeroglíficos en arcilla, el papiro, las tablillas, pasando por la renovación del libro impreso al libro interactivo, las cartillas, los manuales, los textos y ahora las herramientas tecnológicas virtuales, la imagen conserva su función comunicativa de ideas, conceptos, intencionalidades, sentimientos y emociones. Al develar la historia de pueblos, comunidades, grupos sociales y contextos educativos específicos, las imágenes aportan intenciones, pautas de comportamiento y valores impregnados de significado cultural.

Los materiales visuales se convierten en oportunidades tecnológicas que incrementaron su utilidad en tiempos de pandemia y continúan su aplicación con el advenimiento de la revolución industrial cuatro punto cero donde se impone la inteligencia artificial, la robótica, las aulas inteligentes y toda clase de objetos, artefactos y dispositivos conectados a internet.

Conflicto de interés

Los autores declaran no tener conflicto de interés.

Financiamiento

Sin financiación

Referencias Bibliográficas

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Cómo citar este artículo: Quintero Corzo, Josefina; Munévar Quintero, Fabio Ignacio; Infante Castaño, Gloria Esperanza. “Intencionalidad comunicativa, científica y pedagógica de la imagen: desde el primer libro ilustrado hasta los materiales interactivos en Pospandemia COVID-19)” Revista Historia de la Educación Latinoamericana. vol. 25 no. 40 (2023).



[1]   Este artículo fue elaborado a partir del proyecto de investigación titulado "Escenarios posibles de un currículum disruptivo para la escuela 4.0 en el marco de la RI4.0” inscrito en las líneas de investigación del grupo Innov-Acción Educativa, Categoría A de Minciencias, avalado por la Universidad de Caldas y la Universidad del Magdalena (Colombia).

[2]   Docente Titular de la Universidad de Caldas (Manizales, Colombia). Doctora en Educación. Posdoctorado en Ciencias de la Educación. Investigadora Emérita de Minciencias. Directora del grupo Innov-Acción Educativa. Correo: josefina. quintero@ucaldas.edu.co

[3]   Docente Asociado de la Universidad del Magdalena (Santa Marta, Colombia). Doctor en Ciencias de la Educación, área comunicación. Investigador Junior Minciencias. Codirector del grupo Innov-Acción Educativa. Correo: fmu- nevar@unimagdalena.edu.co

[4]   Docente Ocasional de la Universidad de Caldas (Manizales, Colombia). Magíster en Educación. Integrante del grupo Innov-Acción Educativa. Correo: gloria.infante@ucaldas.edu.co

[5]   María Fernanda Ramírez E., "Prácticas de visualización en la investigación académica en diseño gráfico”, Revista Kepes vol. 17, n.0 22 (2020).

[6]   Beatriz del Carmen Peralta D. y Liliana María Villescas G., "Significados sociales e institucionales de uso del espacio público”, Revista Kepes vol. 17, n.0 22 (2020).

[7]   María Esther Aguirre, "El recurso de la imagen en la enseñanza. Una historia temprana, Revista Educación y Pedagogía vol. 13, n.os 29-30 (2010); David I. Smith, "Gates Unlocked and Gardens of Delight: Comenius on Piety, Persons, and Language Learning”, Christian Scholar's Review vol. 30, n.° 2 (2000); Jeong-Gil Woo, "Revisiting Orbis Sensualium Pictus: An Iconographical Reading in Light of the Pampaedia of J. A. Comenius", Stud Philos Educ vol. 35, n.° 2 (2016); Antonio Yapor Miguel, Juan Amos Comenio. Buenos Aires: El Cid Editor, 2005.

[8]   Miguel Ángel Gómez, "La historia ilustrada del libro escolar en España”, Revista Educación y Pedagogía vol. 13, n.os 2930 (2015); Agustín Escolano, dir., Historia ilustrada del libro escolar en España. De la postguerra a la reforma educativa, Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez / Ediciones Pirámide, 1998.

[9]   Humberto Quiceno, "El manual escolar: Pedagogía y formas narrativas", Revista Educación y Pedagogía vol. 13, n.os 29-30, (2010): 66.

[10] Ana María Badanelli, "Las imágenes y sus interpretaciones en los textos escolares españoles. Una propuesta metodológica", Revista Brasileira de História da Educação vol. 20 (2020).

[11] Ibid., 5.

[12] Néstor Cardoso, "Los textos de lectura en Colombia. Aproximación histórica e ideológica. 1872-1917”, Revista Educación y Pedagogía vol. 13, n.os 29-30 (2010): 131.

[13] Badanelli, "Las imágenes y sus interpretaciones"; Escolano, Historia ilustrada del libro escolar; Gómez, "La historia ilustrada del libro escolar”.

[14] Badanelli, "Las imágenes y sus interpretaciones”, 5.

[15] Peter Burke, Eyewitnessing. The Uses of Images as Historical Evidence. Londres: Reaktion Books, 2001.

[16] José Morais, El arte de leer. Madrid: Editorial Antonio Machado Libros, 2001.

[17] Aguirre, "El recurso de la imagen en la enseñanza”.

[18] Quiceno, "El manual escolar”, 57.

[19] Ibíd.

[20] Aguirre, "El recurso de la imagen”; Smith, "Gates Unlocked”; Woo, "Revisiting Orbis Sensualium Pictus"-, Yapor, Juan Amos Comenio.

[21] Yapor, Juan Amos Comenio.

[22] Aguirre, "El recurso de la imagen".

[23] Ibíd., 74.

[24] José Ferrater Mora, Diccionario de filosofía. Barcelona: Ariel, 1999, 226.

[25] Aguirre, "El recurso de la imagen”; Smith, "Gates Unlocked”; Woo, "Revisiting Orbis Sensualium Pictus''.

[26] Woo, "Revisiting Orbis Sensualium Pictus".

[27] Aguirre, "El recurso de la imagen”.

[28] Quiceno, "El manual escolar”.

[29] Olga Lucía Zuluaga, "Entre Lancaster y Pestalozzi: los manuales para la formación de maestros en Colombia, 18221868”, Revista Educación y Pedagogía vol. 13, n.os 29-30 (2010): 44.

[30] Cardoso, "Los textos de lectura en Colombia”.

[31] Dámaso Zapata, Informe del ministro de Instrucción Pública presentado al Congreso de Colombia en sus sesiones ordinarias de 1872, 8 [6].

[32] Dámaso Zapata, Cuarto informe anual del director de la Instrucción Pública del Estado Soberano de Cundinamarca, Bogotá: Imprenta de Echeverría Hnos., 1874, 282 [76].

[33] Cardoso, "Los textos de lectura en Colombia”.

[34] Ibíd., 137.

[35] Julio Camelo y Juan de J. Bernal, Preocupaciones escolares y centros de Interés. Bogotá: Librería colombiana Camacho Roldán & Cía., 1933, 11.

[36] Ibíd., 12.

[37] Ibíd., 44.

[38] Ibíd., 88.

[39] Ibíd., 86.

[40] Ibíd., 88.

[41] Ibíd., 90.

[42] Evangelista Quintana y Susana de Quintana, Alegría de leer. Buenos Aires (Argentina): Peuser, S. A., 1956.

[43] Quiceno, "El manual escolar”.

[44] Martha Cecilia Herrera, "Historia de la Educación en Colombia. La República Liberal y la Modernización de la Educación: 1930-1946”, Revista Colombiana de Educación, n.° 26 (1993).

[45] Quiceno, "El manual escolar”, 64.

[46] Badanelli, "Las imágenes y sus interpretaciones”, 5.

[47] Gómez, "La historia ilustrada del libro escolar”; Escolano, Historia ilustrada del libro escolar

[48] Álvaro Galvis, Ingeniería de software educativo. Bogotá: Universidad de los Andes, 2001.

[49] Claudia Alexandra Munévar, Carlos Dávila y Rodrigo Giraldo, Eds., De los conflictos socioambientales a las resistencias territoriales, Bogotá: UPN / CINDE; Manizales: Universidad de Manizales, 2018.

[50] Ministerio de Educación Nacional, Aprendamos todos a leer. Cuaderno de trabajo. Unidades 1 y 2. Bogotá: MEN / BID / Fund. Luker, 2018.

[51] Entrevistas realizadas a Fray Néstor Moreno, Paula Andrea Rojas, Yeimy Lorena Salazar y Luz Stella Posada (maestros normalistas), Manizales, 17 de diciembre de 2020.

[52] MEN, Aprendamos todos a leer.

[53] Fabio Jurado, Investigación, escritura y educación: El lenguaje y la literatura en la transformación de la escuela. Experiencias de maestros. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia / Plaza & Janés, 1988.

[54] Badanelli, "Las imágenes y sus interpretaciones”; Burke, Eyewitnessing; Escolano, Historia ilustrada del libro escolar; Gómez, "La historia ilustrada del libro escolar”.

[55] Cristina Paola Montesdeoca, Lectura de imágenes en la comprensión lectora de los niños de 4 a 5 años de edad del centro infantil "Ciudad de San Gabriel"D.M.Q., período 2014-2015 (tesis de licenciatura en Ciencias de la Educación, Universidad Central del Ecuador, 2017).

[56] Badanelli, "Las imágenes y sus interpretaciones”; Burke, Eyewitnessing.

MEN, Aprendamos todos a leer.

Woo, "Revisiting Orbis Sensualium Pictus".

Aguirre, "El recurso de la imagen en la enseñanza”; Yapor, Juan Amos Comenio.

Woo, "Revisiting Orbis Sensualium Pictus”.

Ibíd.; Aguirre, "El recurso de la imagen en la enseñanza”.

Ibíd.; Badanelli, "Las imágenes y sus interpretaciones”; Escolano, Historia ilustrada del libro escolar; Gómez, "La historia ilustrada del libro”; Woo, "Revisiting Orbis Sensualium Pictus".

[63] Claudia Alexandra Munévar, Carlos Dávila y Rodrigo Giraldo, De los conflictos socioambientales a las resistencias territoriales.

[64] Rudolf Arnheim, Arte y percepción visual. Psicología de la visión creadora. Buenos Aires: Eudeba, 1971.

[65] Luis Jorge Prieto, Mensajes y señales. Barcelona: Seix Barral, 1967. .

[66] Montesdeoca, Lectura de imágenes.

[67] Ferrater Mora, Diccionario de filosofía.

[68] Montesdeoca, Lectura de imágenes.

[69] "Aristóteles", en Ferrater Mora, Diccionario de filosofía; Badanelli, "Las imágenes y sus interpretaciones”.