Reseñas de libros y revistas
Reseñas de libros y revistas
BÁEZ OSORIO, Miryam; SEMANATE
NAVIA, Carmen Elvira y PARRA BÁEZ Lina Adriana. Mujer,
Iglesia y Educación en Colombia (1870-1903) y (1941-1960). Academia Boyacense
de Historia. Tunja, 2023.
El
libro Mujer, Iglesia y Educación en Colombia (1870-1903) y (1941-1960) de
autoría de las Dras. Miryam Báez Osorio,
Carmen
Elvira Semanate Navia y Lina Adriana Parra Báez, fija
su atención en el análisis de finales del siglo XIX y el periodo de gobierno de
la dictadura militar del General Gustavo Rojas Pinilla responde a un estudio
sobre aspectos fundamentales en el campo de la historia de la educación entraña
avances significativos en la formación y preparación académica de la mujer
colombiana.
La
historia de las mujeres surge como una necesidad de reflexión académica,
social, cultural y política de su papel en la sociedad. Como bien lo señala la
profesora Pilar Ballarin en so obra: “la educación de las mujeres en España
contemporánea (Siglos XIX Y XX) Y el movimiento social, político y cultural que
las mujeres del mundo han venido protagonizando para lograr el reconocimiento
de la dignidad humana.
Los
trabajos que se han hecho sobre la mujer permiten comprender la totalidad del
devenir histórico, reorientando de esta forma los estudios históricos, sin
limitarse a ciertos grupos que han ejercido el control directo en todos los
campos de la sociedad. Por tanto, la investigación también pretende aportar a
lo que se ha venido denominando historia de género
Se
partió de la pregunta ¿las políticas educativas con respecto a la educación
femenina y de formación de maestras conllevo a transformaciones significativas
en las sociedades, abriendo paso a la mujer a la vinculación en el ejercicio
docente, a compromisos con el entorno social y con la idea
de
trabajar por la generación de una nueva mentalidad en el ciudadano colombiano?
De allí surgió la hipótesis de trabajo que expresa como la penetración de las
nuevas corrientes de pensamiento a Colombia desde finales del siglo XIX fue
factor determinante en la definición de un modelo educativo y de formación para
las mujeres de finales de del siglo XIX y de la época de la administración de
Gustavo Rojas Pinilla
Dentro
de investigación histórica-educativa, se escogió la corriente de la
comparación, con el fin de ver similitudes y diferencias entre los procesos
observados, permitiéndonos de esta manera, describir y analizar el tipo de
formación recibida por mujeres, en diversos espacios e instituciones.
Estructura
del Documento:
Apartado I
1.
La Iglesia católica
colombiana durante la segunda mitad del siglo XIX
2.
La reforma educativa de los
Gobiernos radicales durante 1870
3.
Presencia de las comunidades
religiosas
en
Colombia en la segundo mitad del siglo XIX
Apartado II
1.
La universidad en el
contexto social, político y económico de Colombia en la década de los años 50
del siglo XX
2.
Concepción de la mujer en la
sociedad colombiana 1950-1965.
3.
Instituciones educativas
femeninas de enseñanza superior
4. Ideas
y corrientes de pensamiento que influyeron en la educación superior femenina en
la administración de Gustavo Rojas Pinilla
5.
Modelos pedagógicos en el currículo
de
formación de las maestras universitarias
6.
Vida cotidiana en la
universidad femenina.
Finalmente,
la obra muestra como resultados de la investigación histórica el papel de la
mujer desde el contexto del liderazgo en los procesos educativos y misiones
para Colombia y el mundo.
Elaborado
por: Sandra Liliana Bernal
Villate
Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia
Grupo
de investigación HISULA
RÁTIVA VELANDIA, Marlén. Contexto
socio cultural educativo de la región cundiboyacense, en Soto,
Diana Elvira., Gómez, Nubia Yaneth., Bernal, Sandra
Liliana., Semana- te. Imaginarios
escolares sobre el Bicentenario de la Independencia Americana en Escuelas
Normales cundiboyacenses (2009-2019) 1.a
ed. (Tunja: Editorial UPTC, 2022) doi.org/10.19053/9789586606806
Este
capítulo hace parte del libro “Imaginarios escolares sobre el Bicentenario de
la Independencia Americana en Escuelas Normales cundiboyacenses (2009-2019)”.
Se hace necesario resaltar que las escuelas normales son instituciones
formadoras de maestros y han estado presentes en
el contexto colombiano desde el siglo XIX, en el departamento de Boyacá
surgieron a finales del siglo XIX con la Escuela Normal de Varones de Tunja,
pero, amplía su número a mediados del siglo XX abarcando otros municipios.
Este
capítulo
pretende
contextualizar al lector en la creación de las escuelas normales y las
modificaciones
a las cuales han sido sometidas. Primeramente, a partir de la ley 1 del 6 de
agosto de 1821 y del decreto 20 de enero de 1842 se crearon las primeras
Escuelas N orinales en Colombia. El objetivo principal era la formación de
maestros, los cuales se encargarían de enseñar en las
escuelas
las primeras letras, esta está
representada por el maestro y es característica por tener un espacio específico
para la práctica, un horario y procedimiento para enseñar. El primer programa
de pedagogía que se enseñaba en el país, siendo el método lancasteriano, fue
implementado en 1844 en la Escuela Normal de Distrito de Bogotá.
Para
organizar las escuelas, se emitió el
decreto “sobre establecimiento i arreglo de
las escuelas”, en ejecución de la ley 2 de mayo de 1944 que encargó al poder
ejecutivo el arreglo de las escuelas. En el artículo tercero se propuso el
horario de enseñanza, el cual constaba de seis o siete horas divididas en la
mañana y tarde. A partir del capítulo 36 y consiguientes, que hacen referencia
a las Escuelas Normales, se
estableció que el objetivo principal de lasescuelas
era formar directores para las escuelas primarias elementales y superiores,
para ello se hizo necesario dedicar más tiempo al estudio de las asignaturas,
garantizando así que el egresado tuviera la capacidad de enseñarlas con
exactitud y propiedad.
Cabe
resaltar que en 1848 se llevó a cabo la apertura de la Escuela Normal en
Cartagena de Indias, siendo la primera en ponerse en funcionamiento del país.
En un principio de pretendía formar a los hombres, pero pasados treinta años
las mujeres pudieron formarse en la Escuela Normal Femenina de esa provincia.
Posteriormente,
en el año 1858 con Mariano Ospina Rodríguez como presidente por parte del
partido conservador, se firmó la Constitución del 22 de mayo que determinó la
Confederación Granadina en donde se encontraban varios estados en los cuales
estaba Boyacá. Luego, como producto de la ley de Instrucción pública de 1857,
se organizó la enseñanza primaria en el Estado de Boyacá.
Más
adelante, en el año 1863 la convención Nacional presentó la nueva Constitución
Política, en donde los liberales radicales fueron sus principales promotores,
dando lugar a reformas económicas en donde la separación del estado y la
iglesia católica
fue
un acontecimiento importante que marcó el sistema educativo,
ya
que no le dieron continuidad a la administración de las instituciones
educativas y la educación de la iglesia.
Seguidamente,
en el año 1870 se promulgó el decreto orgánico de Institución primaria en donde
se pretendían hacer cambios en materia de educación, siendo así que la
finalidad de este era la de organizar el sistema educativo en lo
administrativo, pedagógico, disciplinar y moral. Buscando el progreso tan
aclamado por los gobiernos latinoamericanos se vieron en la necesidad de
contratar “expertos” en educación provenientes de Alemania, Colombia no es la
excepción a esta necesidad, por lo cual decidió también acudir a estos
educadores, consagrando así tres misiones alemanas.
La
primera, se instauró en el gobierno de Eustorgio Salgar en 1872, en donde se
pretendía organizar el sistema de las Escuelas Normales y que la educación se
basara en la enseñanza de la lectura y escritura. Posteriormente en 1924, se
llevó a cabo la segunda misión alemana, se pretendía elaborar un proyecto de
reforma educativa, como educadores llegaron Julius Sieber
para organizar la Escuela Normal Superior de varones de Tunja y Franziska Radke para encargarse del Instituto pedagógico
nacional de mujeres en Bogotá, es pertinente señalar que Sieber
trajo un reconocimiento de la Normal en Boyacá y el país como semillero de la
escuela Nueva. Para esta época se presentó la guerra de los mil días, en donde
Rafael Víctor León Uribe Uribe participó en esta y
fue de los primeros en proponer la autonomía universitaria, esta fue tomada en
cuenta para la segunda misión alemana. Finalmente, a través del convenio
bilateral entre Colombia y Alemania se llevó a cabo la tercera misión alemana
en 1968, pretendiendo reorientar las normas y las acciones vigentes para lograr
mayor efectividad, la dotación de material didáctico en las escuelas primarias
y el trabajo con los docentes rurales y urbanos.
Trayendo
a coalición la primera misión alemana se hace hincapié en la Escuela Normal
Nacional de Institutores de Boyacá, ubicada en Tunja, fundada en 1872 con la
dirección del pedagogo alemán Ernest Hottschisk. Señalado de
protestante, se autorizó que los sacerdotes estuvieran a cargo de la enseñanza
de la religión y supervisaran las clases y textos de la escuela. También, el
método pestalozziano fue implementado
por
algunos docentes en Boyacá, pero otras instituciones preferían el método
lancasteriano.
El
decreto 3012 de 1997 estableció la reestructuración de las escuelas normales,
en donde se implementó el ciclo complementario de formación docente con una
duración de cuatro semestres académicos en convenio con una institución de
Educación Superior. Para el caso de Boyacá, que cuenta con diez escuelas
normales superiores, hacen parte del convenio con la Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia, titulado “Programa Escuelas Normales Superiores en
Convenio con la UPTC”.
Elaborado
por: Jeimmy Mariana Vargas Romero
Semillero
ERMI/HISULA: Educación y ruralidades.
Una
mirada interdisciplinar
Grupo
de Investigación HISULA - UPTC
Pierre Lévy. CIBERCULTURA
“La cultura de la sociedad digital”. (Anthropos
Editorial: México: Universidad Autónoma Metropolitana - Iztapalapa, 2007).
El
libro CIBERCULTURA
“La cultura de la sociedad digital” bajo la autoría
de Pierre
Lévy,
reconocido como el filósofo del ciberespacio y experto en cultura virtual,
analiza las implicaciones culturales de las nuevas tecnologías de la
información y de la comunicación digital.
El
libro se estructura en tres partes. La primera, denominada Definiciones establece
una descripción de los conceptos centrales que expresan y conforman la
cibercultura, de modo que da claridad al lector sobre el lenguaje que utiliza así como la connotación que estos implican. La
segunda, Propuestas,
aborda las implicaciones culturales de la sociedad digital, siendo la tesis
central. Cierra con el apartado Problemas, donde
explora la cibercultura desde el conflicto de intereses, críticas y las luchas
de poder frente a los imperialismos políticos, económicos o mediáticos.
Lévy
afirma que el ciberespacio se constituye en un campo de batalla entre los
industriales de la comunicación y la programación, como de los mismos Estados.
La relación con el empleo, con el saber, la moneda, la democracia, el mismo Estado,
son
formas sociales fuertemente cuestionadas y que se tienen que reinventar. Se
promueve una cultura consumista y de mercado planetario con sus reglas y
monopolios donde se comercializa la información resultando un negocio favorable
en términos económicos, sin embargo, provoca problemas en términos de soberanía
y territorialidad, ya que la información fluye de un lugar a otro del planeta
sin la mínima vigilancia. Los medios de comunicación, que son un nicho para el
cultivo de opiniones y movilización de conflicto de intereses, dominan el flujo
de información afectando la privacidad y dignidad de grupos sociales lo que les
es útil para manipular fríamente sus hilos de poder.
Por
otro lado, el ciberespacio es un escenario de la inteligencia colectiva, como
un bien y un patrimonio de esta nueva era, que exige sus derechos por encima de
intereses políticos y estatales.
El
autor asume el concepto Inteligencia colectiva, señalando que el ciberespacio
permite a los seres humanos conjugar su creatividad y sus inteligencias
individuales al servicio del desarrollo y de la emancipación de las personas
resaltando que no se trata de una utopía tecnológica, sino que trae sus
beneficios concretos en lo económico, la política y la cultura.
Pierre
muestra
como es un gran error creer que el mundo virtual vaya a sustituir el mundo
real. Esta idea falsa de sustitución, genera miedo a
que se llegue a desplazar el contacto humano directo. Sin embargo, es
inevitable que la innovación técnica traiga sufrimiento, pues genera nuevos
planos de existencia y es natural que el ser humano se resista. Los nuevos
planos de existencia que impone el ciberespacio son la diversidad de los modos
de relación y de conocimiento. Se afirma nuevamente, que más que reemplazar los
medios tradicionales, lo que hace es influenciarlos, y
por otro lado, a forzarlos a encontrar su nicho específico de la nueva ecología
cognitiva.
El
autor plantea algunos problemas respecto al desarrollo de la cibercultura, para
mencionar,
entre otros: ¿produce
la cibercultura exclusión? Cada universal produce sus
excluidos. El desconectado está excluido, no participa en la densidad
relacional y cognitiva de las comunidades virtuales y de la inteligencia
colectiva. Dos, será
cada vez más fácil y menos caro conectarse. Por un lado, se
requiere cada vez, menos conocimientos
técnicos, y por otro, los gobiernos promueven mayor conectividad a través de
sus políticas públicas y la reglamentación de los operadores, que compiten por
mejores servicios a menores costos. Tres, ¿están amenazadas la diversidad de
las lenguas y de las culturas? El inglés es la lengua estándar de la red. Las
empresas norteamericanas forman la mayoría de productores
de información en internet y puede convertirse en un obstáculo para quien no
domina el idioma. Así mismo, declara potencialidades del ciberespacio como elfin de los monopolios de la
expresión pública atendiendo que cada
individuo o grupo puede tener los medios técnicos para comunicarse con pocos
gastos a un inmenso público; la creciente variedad de los modos de expresión, ya
que cada vez son más los medios y modos disponibles para comunicarse en el
ciberespacio. Nuevas escrituras de imagen, nuevas retóricas de interactividad; la
disponibilidad progresiva de instrumentos de filtraje y de navegación, son
cada vez más los medios automáticos de filtraje, de navegación y orientación en
el contenido de las redes y de las memorias que permitirán obtener rápidamente
la información más pertinente, y el desarrollo de comunidades virtuales y de
los contactos interpersonales a distancia por afinidad independientemente
de las barreras físicas y geográficas.
En
síntesis, es un texto pertinente para educadores e investigadores que estén
interesados por reflexionar de manera crítica el impacto de la tecnología en el
desarrollo de una nueva cultura. El libro provoca a generar en la sociedad una
actitud para que sea capaz de trabajar y aprender en la infoesfera
o memoria común. Se deberían dar las herramientas intelectuales a los
ciudadanos que proporcione autonomía para actuar y comunicarse bajo una
dimensión moral, reconociendo que se tiene un poder que no tenían otras
generaciones. Es notorio la fracturación de las relaciones humanas, en el
sentido que en ocasiones nos conectamos con las personas más en entornos
virtuales que físicos. Las nuevas generaciones ahora expresan sus vidas en las
redes, sumado al excesivo tiempo de conectividad a la red y las prácticas propias
de la misma. Ahora bien, es imperante asumir que por más recursos tecnológicos
materiales y artificiales que se tenga, no podemos perder el rumbo que ante
todo somos humanos y nuestras interacciones deben primar en lo humano y en el
contacto real, a pesar de que la era
imponga otras pautas de comportamiento.
Elaborado
por: Clara Emilse Rojas Morales
Doctoranda
en Ciencias de la Educación- UPTC
Cohorte
XII
GUERRERO BARÓN,
Javier; ACUÑA
RODRÍGUEZ, Olga Yanet. (Compiladores). La
Historia vuelve a la Escuela Reflexiones sobre la enseñanza de la Historia en
Colombia. Tunja: https://librosaccesoabierto.uptc.edu.co/index.php/editorial-uptc/catalog/view/130/159/2619
A
través de la lectura de este ejemplar, los lectores podrán adentrarse en la
comprensión de los cambios que ha experimentado la enseñanza de la Historia en
las aulas colombianas. Asimismo, lograrán reflexionar sobre los desafíos
actuales y futuros que se plantean para afrontar este proceso educativo.
El
título del libro, “La Historia vuelve a la Escuela”, surge en el marco de la
Ley 1874 de 2017, que restableció la enseñanza de la historia de Colombia en
las aulas. Sin embargo, es relevante
señalar
que esto no significa que la historia no se estuviese enseñando con
anterioridad, sino que las condiciones educativas han experimentado
transformaciones que han llevado a la construcción de nuevos currículos que
llegaron a descuidar este tema. Por esta razón, la obra se presenta como un
recurso valioso para comprender el proceso de enseñanza, analizar las
transformaciones a las que ha sido sometida y motivar a los docentes a
perfeccionar sus prácticas en el aula.
El
libro se encuentra dividido en ocho capítulos. En primer lugar, el autor Jorge
Orlando Melo
presenta
la evolución de la enseñanza de la historia en Colombia,
desde
los tiempos de la Nueva Granada hasta 2018. Hace un recorrido de
acontecimientos vitales para el desarrollo de la enseñanza de la Historia, las
transformaciones,
los precursores
y los debates que se han presentado a lo largo de los años.
Adicionalmente, destaca las diferencias
que se presentan entre las instituciones educativas públicas y privadas, en
cuanto al uso de materiales y métodos de enseñanza que se presentan al interior
de las aulas.
En
segundo lugar, la autora Olga Yanet
Acuña Rodríguez presenta en su capítulo La historia en la escuela:
dinámicas, retos y procesos preocupaciones
sobre la enseñanza de la Historia en educación básica y media, resaltando la
importancia de enseñar Historia en la relación pasado-presente y la necesidad
de promover posturas críticas. Para ello, se requiere superar el “relato
histórico”
para en su lugar, se promover la diversidad cultural,
lingüística,
étnica y económica en la enseñanza de la historia. Asimismo, la configuración
de la memoria colectiva y la formación de una conciencia crítica es fundamental
para dejar de lado las explicaciones centradas en “héroes” o los
“acontecimientos”. En síntesis, se plantea la necesidad de retomar el
conocimiento histórico para comprender la sociedad del presente.
En
tercer lugar, el autor Medófilo Medina destaca el
papel de la enseñanza de la Historia para la comprensión del mundo. A pesar de
la omisión de la enseñanza de la Historia de los currículos escolares,
se considera fundamental para el desarrollo del pensamiento crítico, la
formación de identidad y ciudadanía, el aprendizaje de lecciones del pasado y
la promoción de la empatía y comprensión. En el capítulo se presentan algunas
estrategias pedagógicas, respondiendo a ¿qué se debería enseñar?, en el cual se
presenta la pertinencia de la contextualización de eventos históricos, el
análisis de temas en coordenadas de tiempo y lugar, la enseñanza de la crítica
y el análisis histórico, y la integración de valores y conductas a través de la
historia.
En
cuarto lugar, el autor Oscar Saldarriaga Vélez reflexiona sobre la relación
entre el historiador, el pedagogo y el maestro en la enseñanza de la Historia,
y cómo las Ciencias Sociales integradas generan un tipo de reflexión desde la
relación de los diversos saberes. Destaca la importancia de una perspectiva
interdisciplinaria y aplicada en la enseñanza de la historia.
En
quinto lugar, la autora Diana Bonnett Vélez aborda la
respuesta a ¿Quién debe enseñar Historia? a lo que refiere que no tiene una
única respuesta, ya que es situacional y ha evolucionado a lo largo del tiempo.
Se enfatiza que las formas actuales de enseñar historia difieren de las de hace
20 años y pueden seguir cambiando en el futuro. Narra que “quien enseña
historia debe aproximarse a una historia plural, asumida desde diversas
perspectivas, bajo nuevos problemas y en nuevos formatos”. Se plantea eliminar
la perspectiva lineal del conocimiento, rechazando la estructura estrictamente
cronológica de los programas de enseñanza. En cambio, se promueve un enfoque
centrado en la resolución de problemas y la formulación de preguntas,
reconociendo la necesidad de que la enseñanza fomente habilidades para
comprender y generar conocimientos.
En
sexto lugar, en conjunto Carolina Guerrero García y Javier Guerrero Barón
presentan un análisis de los grandes debates sobre los contenidos que se
enseñaban en seis grandes períodos de la historia republicana y reflexionan
sobre el impacto de estos debates en la enseñanza de la Historia. Abordan el
impacto de las reformas educativas en la enseñanza de la Historia en Colombia
desde 1826 hasta 2017, presentando las transformaciones y continuidades en la
enseñanza de la historia, influenciadas por dinámicas globales, tensiones
económicas, políticas, conflictos bélicos e
ideológicos.
En
séptimo lugar, el autor José Manuel González Cruz resalta la pertinencia de
entender el presente a través del conocimiento del pasado y la implementación
de herramientas como la historia oral y la memoria histórica, las memorias
individuales-colectivas, locales, territoriales, etc. Resalta la importancia de
incluir la enseñanza de la historia en el currículo, con el objetivo de
promover perspectivas críticas sobre los procesos sociales y fomentar actitudes
hacia la paz y la reconciliación.
Finalmente,
la autora Claudia Liliana Monroy Hernández se centra en las experiencias de la
enseñanza de la Historia desde la Educación Básica Secundaria, presentando sus problemáticas,
la didáctica empleada y comparte cómo el abordaje de la Historia Local
contribuye a la construcción de sujetos históricos al centrar su estudio y
análisis de la vida cotidiana, la recuperación de la memoria, y explorando el
ámbito local mediante la investigación histórica y social. Este enfoque, no
solo fortalece las habilidades de los estudiantes, sino que también fomenta una
conexión más profunda con su comunidad. Al transformar las prácticas
tradicionales, se generan procesos significativos que revitalizan el papel de
la enseñanza de la historia, otorgándole una función crítica, reflexiva y
orientadora en el tejido social.
Las
reflexiones planteadas en el libro respecto al quehacer pedagógico generan
inquietudes pertinentes para las
instituciones educativas, incentivando a la comunidad docente a reconsiderar
y
mejorar sus métodos. En resumen, esta obra no
solo ofrece un análisis detallado de la evolución de la enseñanza de la
historia, sino que también sirve como estímulo para la reflexión y la mejora
continua en el ámbito educativo. Por tanto, se extiende la invitación a
explorar a fondo y sumergirse en la lectura de esta obra, la cual despierta la
reflexión y estimula un cambio de actitud a partir de
los insumos
que en sus hojas ofrece.
Elaborado
por: Paola Andrea Reyes Parra
Doctoranda
en Ciencias de la Educación- UPTC
Grupo
de Investigación Desarrollo humano, cognición y educación