DOI: https://doi.org/10.19053/01227238.8149
Artículo de
investigación - Reflexión
Desarrollo
y Reforma
Educativa en Venezuela: El ensayo del Régimen semestre-crédito en
educación media
(1976-1986)[1]
Development and educational reform in
Venezuela: the attempt to implement the semester-credit scheme in secondary
education (1976-1986)
Desenvolvimento e
reforma educação na
Venezuela: O regime semestre de teste na educação média (1976-1986)
Jadhiel Alejandro Rodríguez Suárez[2]
Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado
(Venezuela)
RESUMEN
El presente artículo tiene el
objetivo de reconstruir el proceso histórico del ensayo de régimen
semestre-crédito en el subsistema de Educación Media del Sistema Educativo
venezolano entre 1976 y 1986 en el marco de la Reforma Educativa; con el
propósito de revelar elementos desconocidos o poco documentados de la Reforma Educativa venezolana y que
tienen vinculación con la teoría desarrollista de la educación y su aplicación
efectiva en la región latinoamericana. Siguiendo el método de la Historia
Social como historia síntesis, historia total, se realizó una revisión amplia
de fuentes documentales y bibliográficas con el propósito de describir el
proceso histórico de la reforma educativa; analizar el proceso de planeación, lanzamiento, desarrollo y cancelación
del ensayo de régimen semestre-crédito en el marco de dicha reforma; y valorar
la relación entre Educación y Desarrollo en la historia contemporánea de
Venezuela; llegándose a la conclusión que el ensayo régimen semestre-crédito,
pese a sus ventajas, implicó la complejización de la
administración escolar debido a su enfoque regionalista y descentralizado, por
lo cual fue cancelado por la administración nacional a finales de la década de los ochenta del siglo
XX.
Palabras
clave: Revista Historia de la
Educación Latinoamericana; historia de la educación media; reforma educativa;
desarrollo.
ABSTRACT
This paper aims to
reconstruct the historical process of the semester-credit regime attmept in the Venezuelan subsystem of Secondary Education
between 1976 and 1986 within the framework of the Educational Reform. Here are
also revealed unknown or little documented elements related to the developmentalist theory of education and its effective
application in the Latin American region. By adapting the method of Social
History as synthesis history, total history, a wide review of documentary and
bibliographical sources was carried out with the purpose of describing the
historical process of educational reform; analyzing the process of planning, implemantation, development and cancellation of the
semester-credit scheme attempt within the framework of this reform. The
relationship between Education and Development in the contemporary history of
Venezuela was finally assessed and it was possible to conclude that the
semester-credit system attempt, despite its advantages, led to complicate the
school administration because of its regionalist and decentralized nature, and
precisely for this reason, it was canceled by the national administration in
the late eighties of the twentieth century.
Keywords: Journal
History of Latin American Education; history of secondary education; education
reform; development.
RESUMO
O presente artigo tem como objetivo reconstruir o processo
histórico do teste de regime
de crédito semestral no subsistema de ensino
médio do sistema educacional
venezuelano entre 1976 e 1986 no âmbito da reforma educacional; com o objetivo de revelar
elementos documentados desconhecidos ou
desconhecidos da Reforma Educacional venezuelana e que têm vínculos com a teoria desenvol- vimentista da educação
e sua
aplicação efetiva na região
latino-americana. Seguindo
o método da História
Social como história
de síntese,
história total, uma
ampla revisão de fontes documentais e bibliográficas foi realizada com o objetivo de descrever o processo
histórico de reforma educacional; analisar o processo de planejamento, lançamento,
desenvolvimento e cancelamento
do julgamento do regime de
crédito semestral no âmbito da referida reforma; e avaliar a relação
entre Educação
e Desenvolvimento
na história
contemporânea da Venezuela; Concluiu-se que o esquema de crédito semestral, apesar de suas
vantagens, envolveu a complexidade da administração escolar devido à sua abordagem
regionalista e descentralizada, para a qual foi cancelada pela administração
nacional no final da década de 1980. Século XX.
Palavras-chave: Revista de
História da Educação Latino-americana; história da educação secundária;
reforma educacional; desenvolvimento.
Recepción:
21/08/2016
Evaluación:
10/10/2017
INTRODUCCIÓN
Los procesos de reforma
educativa en Latinoamérica durante la segunda mitad del siglo XX estuvieron
signados por las ideas hegemónicas a nivel
hemisférico, de transformación de los Sistemas Escolares en función del
desarrollo social y económico.
Para lograr este
propósito, los Estados latinoamericanos recurrieron a la cooperación
internacional tanto para capacitar a su personal
docente y administrativo, como para el asesoramiento técnico de los procesos de
reforma que se planificaron y aplicaron. Este doble proceso de apropiación
devino en la implantación de modelos educativos no tradicionales, con la
esperanza de transformar las sociedades y economías de Latinoamérica al
Desarrollo.
En el caso de
Venezuela, la Reforma Educativa comenzó a planificarse desde 1958, pero no
sería sino hasta 1969 que sería aplicada. El desarrollo histórico de dicha
reforma involucró pues, interesantes ensayos como el régimen semestre- crédito:
un ensayo para la semestralización de la educación media en el país.
Y es que el Desarrollo
como propósito y meta de la sociedad ha sido el leitmotiv
de la Educación en los países del llamado Tercer Mundo, en especial en
Latinoamérica; y la Reforma Educativa su expresión más característica.
El caso que se describe
y analiza en el presente artículo se enmarca dentro de los esfuerzos llevados
adelante por el Estado venezolano para
alcanzar
el tan ansiado Desarrollo económico y social, utilizando
el proceso de Reforma Educativa como contexto y pretexto para
experimentar
estrategias y enfoques.
En efecto, el ensayo de
régimen semestre-crédito
fue
un proyecto educativo implementado en el subsistema
de Educación media diversificada de Venezuela durante el periodo 1976-1986 en
treinta y dos institutos piloto.
Propuesto en 1976 como
un salto hacia adelante en el proceso de Reforma Educativa iniciado en 1969, el
ensayo de régimen semestre-crédito involucró no solo la semestralización del
régimen escolar, sino la aplicación de estrategias y planes de estudios
ajustados al paradigma del Desarrollo regional como ruta para
la
diversificación geoeconómica para, posteriormente, lograr
el
despegue de las fuerzas productivas y por ende el Desarrollo económico y
social.
Pese a la riqueza
teórica del proyecto del ensayo de régimen semestre-crédito y lo que representó
durante más de una década en Venezuela, muy poca literatura especializada
hace
referencia
al
tema, posiblemente por el poco impacto
que
tuvo en el desarrollo del Sistema Educativo. Sin embargo, en los institutos en
los que se aplicó el ensayo, se pudo rastrear la trascendencia que tuvo el plan
de estudios y las estrategias didácticas contempladas en el proyecto.
Es así como se llegó al
hallazgo del ensayo de régimen semestre-crédito: gracias a las pesquisas sobre
la Historia Social de la Educación Media en Venezuela, en las que se reflejó el
impacto que tuvieron los planes de estudio, las estrategias didácticas, y el
régimen escolar en el desempeño posterior de los egresados de institutos piloto
del mencionado ensayo, como el Liceo "Rafael Villavicencio" de
Barquisimeto.
Dichas pesquisas
y
el presente artículo mismo, se elaboraron
siguiendo el método de la Historia Social, historia
síntesis
o historia
total.
Enfoque teórico- metodológico formulado por la Escuela francesa de Annales y que encontró eco en Venezuela en los estudios del
Dr. Federico Brito Figueroa y los de su discípulo,
el
Dr. Reinaldo Rojas, quien dirige
la
Escuela de Historiadores de Barquisimeto; escuela prolífica
en
estudios de historia de la educación. Este enfoque busca aprehender la
totalidad del hecho histórico considerando los
elementos sociales, económicos, políticos y culturales a fin de lograr una
visión síntesis de la realidad: compleja y multidimensional.
1. Educación para el Desarrollo
Durante la década de
los años cincuenta del siglo XX se asistió a la formulación teórica del
concepto de modernización[3]
como correlato de la industrialización,
esto es, el proceso previo al desarrollo nacional[4].
Según esta teoría, los
países no-industrializados debían, intencionalmente, encaminar sus esfuerzos
hacia la modernización absoluta de todos los elementos sociales de la nación,
es decir, plantearse una transición desde un
estadio caracterizado por elementos pre-capitalistas, preindustriales, rurales
y religiosos, hacia uno capitalista, industrial, urbano y secular. Esta
modernización debía venir aparejada al proceso de desarrollo
nacional, es decir, un conjunto de acciones que incluían la
redistribución del ingreso (fomento del consumo masivo), del poder político
(democratización progresiva), de las actividades
económicas (industrialización) y de la cultura (alfabetización y educación
gratuita).[5]
El Estado venezolano
que recién (enero de 1958) había reiniciado su proceso de democratización
asumió este enfoque como parte fundamental de las reformas que había
emprendido.[6]
Así pues, este proceso
condujo a la aparición de dos rasgos importantes en la cultura educativa
venezolana: en primer lugar, "la adquisición de una cultura técnica, de
modos de pensar, hacer y resolver los
problemas de la educación, no siempre convenientes para las condiciones del
país"; y en segundo lugar "la reproducción acrítica de modelos poco
exitosos en nuestro medio" con el consecuente desprecio a las tradiciones
pedagógicas venezolanas.[7]
Esta idea encontraba
eco a nivel internacional.
Desde finales de la
década de los cincuenta, numerosos académicos norteamericanos como Theodore W. Schultz promovieron la idea de la necesaria inversión en
educación para lograr el desarrollo
económico, con lo que las agencias creadas para
la asistencia económica en la postguerra[8] se dedicaron a la asistencia
educacional justificándose tanto en el deseo de aumentar las ganancias para los
inversionistas norteamericanos al capacitar mano de obra calificada, como en un
concepto de seguridad nacional norteamericana
al asegurarse la alianza de las naciones periféricas[9].
Es en este contexto que
se crea, recién instaurado el Estado Democrático en Venezuela, la Oficina de
Planeamiento Integral de la Educación (EDUPLAN) el 07 de agosto de 1959. El
Estado venezolano precisaba de un organismo capaz de dirigir y controlar el
proceso de planeamiento de la educación según los estándares internacionales si
aspiraba a beneficiarse de los convenios con las fundaciones estadounidenses.
Los agentes intermediarios de este proceso fueron la UNESCO y la CEPAL. De modo
que EDUPLAN funcionó como el agente de enlace entre los organismos
internacionales y el sistema educativo con atribuciones para planear,
coordinar, asesorar, orientar, supervisar y evaluar todos los planes, programas
y proyectos emprendidos por el Ministerio de Educación.
Este complejo esfuerzo
estatal dirigido desde EDUPLAN, de preparar técnica, científica y racionalmente
la futura reforma educativa, demuestra además el nivel de participación que
tenían los organismos internacionales en este proceso.[10]
En este sentido, fue
emblemático el convenio entre el Estado venezolano y la Universidad de
Wisconsin a través de la Fundación Ford en julio de 1967 especificando la
participación de técnicos y especialistas de la mencionada universidad en el
mejoramiento de "los planes educativos en Secundaria, para hacerlos más
cónsonos con el desarrollo económico que se opera en el país".[11]
Al iniciar la década de
los setenta, el Estado venezolano va a acelerar y profundizar este proceso. Dos
factores incidieron en ello, ambos enmarcados en la bonanza económica producto
de la inusitada alza de los precios del petróleo: a) el impulso dado por el
Estado venezolano a la industrialización a través de mayores inversiones, y la
nacionalización de las industrias minero-extractivas del hierro y los
hidrocarburos; y b) la profundización de los problemas estructurales de la
economía rentista. Esto tanto en el campo económico como en el campo cultural.[12]
En ese sentido, el IV
Plan de la Nación correspondiente al periodo 19701975
estableció como objetivo fundamental de la educación "la conformación de
una sociedad que se realice dentro de un proceso de desarrollo sostenido y
autónomo"[13],
esto es, la educación como "Empresa Nacional".[14]
Esta concepción de la
modernización permaneció en la esencia del V Plan de la Nación elaborado para
el periodo 1975-1980.
2. La Reforma Educativa y Educación Media
Diversificada
Tanto el V Plan de la
Nación como su predecesor implementaron la misma idea de modernización y
desarrollo: acelerar el surgimiento de un capitalismo nacional independiente
apoyado en una masa de trabajadores técnicamente calificados, y en un sector de
profesionales e investigadores de alto nivel.
De esta forma, la
administración del presidente Rafael Caldera (1969-1974) comenzó emitiendo 11
decretos y 18 resoluciones dirigidas a regular el sistema educativo. Entre
ellos el de mayor significación -decreto N°. 120, del 13 de agosto de 1969-
adoptó el proyecto ensayado por EDUPLAN desde 1963 de dividir la Educación
Media en dos ciclos: un Ciclo Básico Común, de
tres años de duración, obligatorio para todas las ramas de la Educación Media,
y un Ciclo
Diversificado, de dos años como mínimo.
Así pues, los grandes
liceos nacionales que otrora agruparan todos los niveles de la Educación Media
y que habían desempeñado un rol fundamental en la vida política del país,
fueron reestructurados. Entre 1969 y 1975 la mayoría pasaron a constituirse
como Ciclos Diversificados impartiendo solo dos años de escolaridad, reduciendo
con ello el tiempo de convivencia del estudiantado venezolano con el resto de
los elementos de la comunidad educativa.
De igual manera, en el
sector universitario, la Reforma introdujo la semestralización como parte del
proceso de modernización de las universidades e institutos de educación
superior. Semestralización que a pesar de sus detractores[15], perseguía el mismo fin
desarrollista expresado en las reformas a la educación media.
Esta intencionalidad
desarrollista se encuentra expresada en los textos de los decretos Nos. 120 y
136 que justifican la Reforma por la necesidad de formar "recursos humanos
aptos para la promoción del desarrollo integral de la República y de cada una
de sus regiones según las peculiaridades culturales, económicas y
sociales"[16],
además de hacerlo en base a las políticas establecidas en el Plan Nacional de
Desarrollo y en "atención a las peculiaridades y grado de desarrollo de
las regiones de la República sin perjuicio de su unidad".
El segundo de los
propósitos señalados en los documentos de la Reforma Educativa, se traducía en
la regionalización
de la educación, es decir, el esfuerzo de desconcentración y descentralización
de los procesos administrativos y académicos, a fin de que los planteles de
Ciclo Diversificado se convirtieran en centros de gestión del desarrollo
regional preparando simultáneamente a la población escolar para
proseguir hacia la educación superior, si fuese el caso, y para incorporarse al
mercado de trabajo si fuese necesario.[17]
En este sentido, es
emblemática la respuesta del Prof. Alberto Armitano,
Director de Control y Evaluación de Estudios del Despacho del Ministerio de
Educación para la época, al ser interrogado sobre el propósito de la Educación
Diversificada: "Primero: lograr una educación diferenciada que responda a
la geografía del país, a sus recursos y sus necesidades. Segundo: adaptar la
educación al medio (...) Tercero: esta educación que se dé a nuestros
estudiantes, debe contribuir al desarrollo regional".[18]
Y es que según los
expertos del Ministerio de Educación "Todo el talento venezolano se
concentra en la capital. La provincia es continuamente abandonada en cuanto se
adquiere alguna capacitación", por lo que el Ciclo Diversificado debía
coadyuvar para que "el estudiante preparado en una región del país, de
acuerdo a la demanda local de empleo, permanezca allí brindando sus servicios y
conocimientos y favoreciendo con ello el desarrollo de esa región".[19]
Es por esta razón que
el plan de estudios del Ciclo Diversificado se diseñó con la específica función
de contribuir al desarrollo de las regiones venezolanas, distribuyendo las especialidades
y
menciones según las necesidades y potencialidades detectadas en estudios y
diagnósticos previos.[20]
No es atrevido afirmar,
que el desarrollo regional fue el leitmotiv de la Educación
Diversificada en Venezuela, por lo menos en sus orígenes.
En el campo de la
Educación, este modelo de desarrollo se dirigió inicialmente a las
Universidades consideradas centros de gestión del desarrollo regional por sus potencialidades
de
capacitación en innovación.[21]
El aporte fundamental
de la Reforma Educativa fue haber extendido este concepto a la Educación Media
a través del diseño regionalizado del Ciclo Diversificado.
3. La Reforma Educativa y el ensayo del
régimen semestre-crédito
Ese propósito pareció
lograrse en la segunda mitad de la década de los setenta,
cuando el alza inesperada de los precios del petróleo permitió a la
administración del presidente Carlos Andrés Pérez (1974-1979) profundizar la
Reforma Educativa y extenderla con proyectos de modernización más audaces, en
especial la semestralización a través de la introducción del denominado Régimen
Semestre-Crédito: una adaptación del sistema de créditos curriculares recién
aplicado en las universidades.
El ministro de
Educación Luis Manuel Peñalver, su más entusiasta promotor[22], informaba en su intervención
ante el Congreso Nacional en 1976 sobre la implementación del Régimen en diez
(10) instituciones de Educación Media del país anunciando
"instrumentalizar e implantar el régimen de
semestralización en 32 planteles de Educación Media."[23] Sin embargo, en marzo de 1977
reconoció las dificultades que semejantes modelos educativos presentaban para
su implementación inmediata, y la decisión de aplicarlos en forma experimental
hasta determinar las formas más convenientes de adaptarlas a la realidad educativa
del país[24],
planteando como fecha tentativa para su evaluación el año escolar 1977-1978.[25]
Según el proyecto del
Ministerio de Educación, el ensayo del régimen semestre-crédito sería
implementado en dos etapas diferentes[26]: la primera, a partir de enero
de 1976, incluiría a los liceos: "Francisco de Miranda" (Los Teques,
Estado Miranda), "Combinado Valencia" (Valencia, Estado Carabobo),
"Carmelo Fernández" (Guama, Estado Yaracuy), "Udón Pérez" (Maracaibo, Estado Zulia), "Don Ramón
Velásquez" (San Cristóbal, Estado Táchira), "Carlos Francisco Grisanti" (Río Caribe, Estado Sucre), "Francisco
Lazo Martí" (San Fernando de Apure, Estado Apure), "Ramón
Bastidas" (Turmero, Estado Aragua), "Jacinto Lara" (Cabudare,
Estado Lara)[27]
Mientras que la segunda
etapa iniciaría en el mes de enero de 1977 e incluiría a los liceos:
"Julián Maza" (Ciudad Bolívar, Estado Bolívar),
"Aplicación" (Caracas, Distrito Federal), "Augusto Pi
Suñer" (El Junquito, Distrito Federal), "Esteban Smith" (Coro,
Estado Falcón), "Agustín Aveledo" (Caracas,
Distrito Federal), "Rafael Villavicencio" (Barquisimeto, Estado
Lara), "Pedro Arnal" (Cumaná, Estado Sucre), "Dr. Felipe Guevara
Rojas" (Cantaura, Estado Anzoátegui),
"Félix Ángel Lozada" (Maturín, Estado Monagas), "José Antonio
Anzoátegui" (Barcelona, Estado Anzoátegui), "Alejandro Humboldt"
(Calabozo, Estado Guárico), "Carlos Rangel-Lamus"
(Rubio, Estado Táchira), "Rómulo Gallegos" (Maracaibo, Estado Zulia),
"Emiro Fuenmayor" (Betijoque,
Estado Trujillo), "Fray Ramos de Lora" (Mérida, Estado Mérida),
"Nueva Esparta" (Porlamar, Estado Nueva Esparta), "José Vicente
de Unda" (Guanare, Estado Portuguesa),
"Alberto Arvelo Torrealba" (Barinas, Estado Barinas), "José Luis
Ramos" (Maracay, Estado Aragua), "Enrique Bernardo Núñez"
(Valencia, Estado Carabobo), "Diversificado San Carlos" (San Carlos,
Estado Cojedes), "Pérez Bonalde" (Ocumare
del Tuy, Estado Miranda), "Rómulo Gallegos" (San Felipe, Estado
Yaracuy), y "Yaritagua" (Yaritagua, Estado Yaracuy)[28]
Las herramientas de
este nuevo enfoque/estrategia fueron, en síntesis, la semestralización
y la individualización
de los estudios de Educación Media.
En cuanto a la
semestralización, el régimen semestre-crédito estuvo diseñado para cursar la
Educación Media Diversificada en cuatro (04) semestres -en sustitución de los
dos (02) años del régimen tradicional- con una duración mínima de dieciocho
(18) semanas cada uno, de las cuales dieciséis (16) semanas serían para las
actividades pedagógicas, y dos (02) semanas para evaluación y eventual
recuperación. Entre cada semestre se previó un periodo inter-semestral
a fin de efectuar las inscripciones de las asignaturas, mismas que tenían un
valor en términos de créditos.[29]
Debido a la relativa
complejidad de este régimen en comparación con el tradicional régimen anual,
por cada treinta (30) alumnos los planteles experimentales designaban un profesor asesor
con el propósito de orientar académica y profesionalmente a los estudiantes. De
igual manera, asignaban profesores tutores a cada
estudiante para prestar asistencia y apoyo necesario en situaciones de
recuperación y re-enseñanza.[30]
En cuanto a la
individualización, se trataba de proporcionar al alumno las condiciones para
que la progresión de sus estudios dependiera exclusivamente de sus habilidades
e intereses.
En efecto, la
aplicación del ensayo significó, en algunos casos, un comportamiento errático
en la matrícula de los planteles experimentales debido a la individualización
que el nuevo régimen permitía al estudiantado, en especial en lo concerniente
al adelanto de asignaturas por medio de tutorías y
pruebas especiales, por lo que la matrícula fluctuaba dependiendo de las
características de cada generación de estudiantes. Este comportamiento era dinamizado
por
la estructura misma del plan de estudios del Régimen.
En efecto, la formación
del alumno abarcaba cuatro (04) grandes áreas:
La correspondiente a un
área
común, constituida por un conjunto de asignaturas de carácter
obligatorio, "necesarias para complementar el proceso de integración a la
cultura general", iniciado en el CBC. La segunda se trataba de un área
diversificada, integrada por asignaturas específicas de cada
mención, destinadas a "proporcionar al estudiante los
elementos
teórico-prácticos para la continuación de sus
estudios profesionales, según la mención seleccionada".
A estas áreas se le
añadían un área
electiva, constituida por asignaturas de libre elección con
el
objetivo
de
lograr
que
los
alumnos, de acuerdo a sus intereses y
capacidades, profundizaran y ampliaran "su formación en el estudio de los
diferentes campos del conocimiento científico, tecnológico, y
humanístico"; así como también un área exploratoria y extra-académica
(A.E.E.) compuesta por un conjunto de actividades orientadas a planificar el
tiempo libre de los alumnos.[31]
Cuadro
I Plan de estudios del Ciclo Diversificado de Educación Secundaria bajo el
Ensayo del Régimen Semestre-Crédito
Fuente:
Ministerio de Educación, Ensayo Régimen Semestre
Crédito: Una nueva estrategia y un nuevo enfoque para la educación
diversificada. (Caracas: Ministerio de Educación, 1977),
10-13. Elaborado por: Jadhiel Rodríguez Suárez.
Es importante añadir
que además de las asignaturas electivas, las instituciones podían ofrecer otras
de acuerdo a sus recursos, y sobre todo y más importante, a las necesidades y
potencialidades de la región donde estuvieran ubicadas[32], siempre y cuando recibieran
la aprobación correspondiente de la Dirección de Educación Media del Ministerio
de Educación.
Así como en lo
concerniente al plan de estudios el régimen de evaluación y sus prácticas
correspondientes presentaba importantes diferencias con el tradicional régimen
anual.
En primer lugar, la
"expresión e interpretación de los resultados de la actuación del
alumno", comenzó a realizarse mediante el uso de dos (02) escalas de
calificación: una numérica, del uno (01) al nueve (09) para "aquellos
aspectos cuantificables" del proceso de evaluación, con un mínimo
aprobatorio de cuatro (04) puntos; y una escala literal de tres valores (A, B y
C) para los "rasgos no cuantificables, con fines de descripción"[33]
entre excelente (A) y deficiente (C).
Sin embargo, la
diferencia más trascendental con respecto a los regímenes de evaluación
precedentes y paralelos era la posibilidad de acelerar el cumplimiento de la
escolaridad a través de la aplicación de pruebas especiales, así
como también la posibilidad de aprobar asignaturas pendientes de semestres
anteriores,
mientras el estudiante continuaba avanzando en otras asignaturas.[34]
Para asegurarse de que
el número de estudiantes que requirieran aprobar asignaturas por vía
extraordinaria, los diseñadores del ensayo de régimen semestre-crédito
incorporaron la caracterización de diversas técnicas de enseñanza-aprendizaje
en los manuales dirigidos a los docentes[35]. Es importante destacar que
estas
técnicas solo fueron institucionalizadas en el régimen anual
con
la promulgación del Reglamento General de 1986.
4. Cancelación del ensayo de régimen
semestre-crédito
No obstante las
múltiples ventajas del Régimen, existían serias dificultades que impedían el
despliegue total del proyecto. Se trataba de dificultades inherentes a la
centralización de los procesos administrativos que experimentaba
el Sistema Educativo desde su creación a pesar de
los esfuerzos de regionalización, desconcentración y descentralización, que
redundaba en la desidia y el abandono de planes, programas y proyectos.[36]
En este sentido, el
progresivo abandono por parte del Estado venezolano del ensayo llegó a su punto
culminante con la Reforma Curricular llevada
adelante por la administración del presidente Jaime Lusinchi
(1984-1989) que incluyó la promulgación del Reglamento General de la Ley Orgánica de
Educación en 1986, que imponía detalladas directrices al proceso
de evaluación escolar; en especial la Resolución N° 140 contentiva de las Regulaciones
Complementarias sobre el proceso de evaluación en los niveles de Educación
Preescolar, Básica, y Media Diversificada y Profesional[37].
Los planteles bajo ensayo de régimen semestre-crédito entraron así en un limbo
jurídico sin precedentes.
En vista de ello, el 04
de mayo de 1987 el Ministerio de Educación decidió reformar la Resolución N°
140 modificando el contenido del Artículo 45° con la incorporación de un ultimátum
a los planteles bajo ensayo de régimen semestre-crédito de "acogerse al
presente régimen de evaluación o continuar con el que habían venido
aplicando... hasta tanto se implante el nuevo diseño curricular
para
el nivel de Educación Media Diversificada y Profesional" cuando
procederían entonces a aplicar definitivamente lo establecido en la legislación
educativa vigente para el momento.[38]
La respuesta de los
planteles experimentales fue retornar inmediatamente al régimen anual antes que
la reconversión se realizase de forma brusca por parte del Ministerio de
Educación.
Ahora bien, no es
coincidencia que la interrupción del ensayo ocurriese en medio de la crisis
económica de finales de la década de los ochenta.
La recesión económica
iniciada en 1978, recrudeció a partir de 1983 con el inicio de la escalada devaluativa de la moneda nacional[39]. La crisis impulsó a la
sociedad venezolana a un debate nacional sobre las causas del desastre
económico y las soluciones más viables para salir de la misma, desembocando así
en una unánime exigencia al Estado para reformar el Sistema Educativo para
hacerlo más cónsono con las necesidades productivas del país.
La administración del
presidente Luis Herrera Campins (1979-1984) inició
así un proceso de revisión de los planes, programas y proyectos en todos los
sectores de la administración pública, incluyendo el ensayo del régimen
semestre-crédito en la Educación Media Diversificada.[40]
A pesar de los
comentarios favorables que se le hizo a su plan de estudios, al rol propedêutico que
significaba para los aspirantes a cursar la Educación Superior, y a la
importancia que se le daba a las actividades extra-académicas; en estos
estudios se descubrió que a pesar de los esfuerzos
emprendidos por docentes y directivos, la
complejidad del régimen constituía un
serio obstáculo para alumnos y docentes.
Las quejas de los
alumnos se centraban principalmente en el accidentado proceso de inscripciones
inter-semestrales que casi siempre les dejaba pocas opciones para escoger horarios
cómodos o asignaturas de su interés, así como por la insatisfactoria calidad de
las asesorías personalizadas. Los docentes por
su parte, se quejaban de la poca claridad y practicidad de los procedimientos e
instrumentos de evaluación.[41]
Sin embargo, el defecto más grave del régimen semestre-crédito era su
incompatibilidad con la tendencia centralista de la administración pública
venezolana y los altos costos de funcionamiento que significaba para una
economía en franca recesión.
Y es que Venezuela
asistía en esta época al triunfo definitivo del argumento tecnocrático de la Educación
Rentable, esto es, del convencimiento casi unánime sobre la
incapacidad del Estado para sufragar la totalidad de los gastos del Sistema
Educativo; argumento que venía siendo esgrimido por los agentes gubernamentales
desde 1964 y que para la víspera constituía una de las consignas principales de
las comisiones reformistas designadas por el Estado venezolano.[42]
Sin embargo, las
recomendaciones propuestas por las comisiones estatales - retomar el proceso de
descentralización iniciado con la regionalización de finales de los sesenta, al
tiempo que se redujera drásticamente el gasto público- fueron tan arduamente
combatidas por los grupos políticos tradicionales, esto es, firmes defensores
del carácter centralista de la administración pública venezolana y de la
utilización de la renta petrolera para mantener el consenso político, que
fueron finalmente abandonadas, por lo menos en su primera versión.[43]
En efecto, frente a los
discursos de regionalización y descentralización pronunciados por los voceros
del Gobierno y publicados en planes, programas y proyectos; en la práctica, la
administración del presidente Lusinchi llevó a cabo
una revitalización y fortalecimiento del modelo centralista en Educación al
minimizar y, en el caso del ensayo de régimen semestre-crédito eliminar, los
proyectos modernizadores de la Reforma Educativa.[44]
El ensayo de régimen
semestre-crédito fue relegado en la historia de la educación venezolana. Casi
ninguna referencia a este experimento se encuentra reseñada en la literatura
especializada y se recuerda como un episodio singular en la vida nacional, a
pesar de haber constituido un esfuerzo considerable en recursos financieros,
humanos y organizacionales, además de haber aplicado prácticas pedagógicas
vanguardistas para su época.
La Reforma Educativa
aplicada en Venezuela a partir de 1969 formó parte de los procesos de reforma y
transformación de las administraciones públicas de los Estados latinoamericanos
durante la segunda mitad del siglo XX para adaptarse a los estándares internacionales
promovidos por los organismos hemisféricos, con el propósito de obtener finandamiento, asesoría técnica y capacitación
especializada en el campo de la Educación.
Esta adaptación supuso
la implantación de modelos educativos no tradicionales como el régimen
semestral tanto en Educación Superior como en Educación Media, que además debía
ser desarrollado en consonancia con el modelo de desarrollo regional promovido
por la CEPAL para la diversificación geoeconómica.
En este sentido, el
ensayo del régimen semestre-crédito supuso la profundización del currículo
centrado
en el desarrollo regional, con un pénsum de estudios
dirigido al estudio de las potencialidades
geoeconómicas regionales en estrecha colaboración con las fundaciones y
corporaciones de desarrollo regional como FUDECO en la región centroccidental.
En Venezuela, no
obstante las ventajas técnicas del mencionado régimen, la fragmentación de los planes
de
estudio en función de las necesidades y
potencialidades de cada región, así como la
variación en los tiempos de los procesos administrativos de cada
plantel,
devino en el abandono del ensayo
llevado adelante en treinta y dos planteles durante más de diez años.
Y es que la fuerte
tradición centralista del sistema político venezolano dio al traste con
el
plan de descentralización administrativa que
suponía la regionalización del país, llevándose con ello los proyectos
educativos que incorporaban diferenciaciones en los procedimientos administrativos
de
cada
región.
Los factores arriba
señalados deben enmarcarse además en los ciclos de bonanza y recesión de la
economía rentista-petrolera venezolana. No es coincidencial
que la cancelación del ensayo del régimen
semestre-crédito ocurriera durante la crisis económica de la década de los
ochenta,
pues, en aras de hacer funcionar más
eficientemente la administración del aparato escolar, el Estado impulsó una
reforma
curricular
que
recentralizó el Sistema Educativo, uniformando la
gestión y reduciendo sus costos de mantenimiento.
En conclusión, el
episodio del ensayo del
régimen
semestre-crédito ilustra, quizás como ningún otro proyecto de la Reforma
Educativa, la dualidad entre el ideal de desarrollo nacional basado en la
diversificación geoeconómica producto de la descentralización administrativa
(incluida la administración escolar), y la práctica político-administrativa del
centralismo
como la forma más efectiva de gestionar la renta petrolera en todas los
sectores de la vida pública nacional.
Ministerio de
Educación. Memoria y Cuenta de 1975. Caracas: Ministerio
de Educación, 1976. Ministerio de Educación. Memoria
y Cuenta de 1976. Caracas: Ministerio de Educación, 1977. Ministerio de
Educación, Guía del Estudiante. Régimen de
Semestre-Crédito para los Institutos Experimentales de Educación Media
Diversificada. Menciones de Humanidades y Ciencias. Caracas: Ministerio
de Educación, 1975.
Ministerio de
Educación, Ensayo Régimen Semestre Crédito:
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de la República de Venezuela, Caracas, 11 de enero, 1977.
Ministerio
de Educación. "Resolución N° 140: Regulaciones Complementarias sobre el
proceso de evaluación en los niveles de Educación Preescolar, Básica, y Media
Diversificada y Profesional", Gaceta Oficial de la República de
Venezuela, Caracas, 14 de abril, 1986.
Ministerio
de Educación. "Resolución N° 337: Reforma a la Resolución N° 140 de fecha
9-4-86 que contiene las regulaciones complementarias sobre el proceso de
evaluación en los niveles de Educación Preescolar, Básica, y Media
Diversificada y Profesional", Gaceta Oficial de la República de
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[1] Artículo de Reflexión elaborado como parte de la investigación
para optar al Título de Magíster en Educación, mención Enseñanza de la Historia
por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de
Barquisimeto "Luís Beltrán Prieto Figueroa" (UPEL-IPB) en Barquisimeto,
Venezuela.
[2] Magíster en Educación, mención Enseñanza de la Historia por la
UPEL-IPB. Coordinador adjunto de la Cátedra Libre Historia de la Universidad
perteneciente a la Universidad Centroccidental
Lisandro Alvarado (UCLA). Estudiante del Doctorado en Cultura Latinoamericana y
Caribeña en la UPEL-IPB. Correo electrónico: jadhielalers@gmail.com.
[3] Carlos Altamirano. "Modernización", en Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas,
ed. Torcuato S. Di Telia. (Buenos Aires: Puntosur Editores, 1989), 397-398.
[4] Pedro Paz. "Desarrollismo" y "Desarrollo-Subdesarrollo", en Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas,
ed. Torcuato S. Di Telia. (Buenos Aires: Puntosur Editores, 1989), 168-170.
[5] Theotonio Dos Santos. "La Crisis de la
Teoría del Desarrollo y las relaciones de dependencia en América Latina", en La dependencia político-económica de América Latina,
eds. Helio Jaguaribe. (México: Siglo XXI Editores,
1978) ,160-161.
[6] Alejandro Bilbao y Carmen Gibaja.
"Legislación educativa y dependencia en Venezuela", Cuadernos de Educación, N° 38 (1976):
45-46.
[7] Nacarid Rodríguez. Historia de la Educación Venezolana. Seis ensayos.
(Caracas: Universidad Central de Venezuela, 1996), 243-244.
[8] Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) que luego
pasará a llamarse Banco Mundial, y la Agencia Internacional para el Desarrollo
(AID)
[9] Martin Carnoy. La Educación como Imperialismo Cultural.
(México, Siglo XXI Editores, 1988), 300-301
[10] Rodríguez, Historia, 244.
[11] Simón Sáez Mérida, "Crédito educativo y modelo tecnocrático", Cuadernos de Educación, Número
extraordinario 63-64. (1979): 31. Este convenio fue ratificado en 1972 por
cinco (05) años más hasta 1977.
[12] Diferentes autores entre los que destacan Mattelart,
Vasconi, Selser, Swchebor y Carnoy han dado cuenta
de un proyecto educativo estadounidense para América Latina caracterizado por
la estandarización de técnicas, procedimientos y fines.
[13] Omar Belandria y Ricardo H. Velarde,
"Segunda hipótesis para un estudio del sistema escolar en Venezuela", Cuadernos de Educación, Número
extraordinario 44-45 (1977): 139.
[14] Manuel Fermín, Momentos históricos de la
Educación Venezolana. (Caracas: Editorial Romor,
1989), 104.
[15] Rodríguez, Historia, 264.
[16] Presidencia de la República. "Decreto N° 120: Reglamento para la
Educación Secundaria y la Educación Técnica", Gaceta
Oficial de la República de Venezuela, Caracas, 19 de agosto de
1969
[17] Ministerio de Educación. Eduplan informa, vol. 5 N° 4 (1972): 35.
[18] Ibíd, 39.
[19] Ibíd, 39.
[20] Ibíd, 04-05.
[21] Reinaldo Rojas. Universidad CentroccidentalLisandro Alvarado: una historia de 50 años.
(Barquisimeto: Universidad Centroccidental Lisandro
Alvarado, 2012), 59-60.
[22] Ministerio de Educación. Memoria
y Cuenta de 1975. (Caracas: Ministerio de Educación, 1976),
XLVII.
[23] Ibíd, LXII
[24] Sáez Mérida, Crédito,
62-68.
[25] Ministerio de Educación. Memoria
y Cuenta de 1976. (Caracas, Ministerio de Educación, 1977), XXIV.
[26] Ibíd, 130-131.
[27] Ministerio de Educación. "Resolución N° 56 del 07 de abril de 1976",
Gaceta Oficial de la República de Venezuela,
Caracas, 22 de abril de 1976.
[28]
Ministerio de Educación. "Resolución N° 12 del 05 de enero de 1977", Gaceta
Oficial de la República de Venezuela, Caracas, 11 de enero de 1977. Hay
incongruencias en las cifras presentadas por el Ministerio de Educación en
diferentes documentos. Ver: Ministerio, Memoria 1976, 130-131.
[29] Ministerio
de Educación. Guía del Estudiante. Régimen de Semestre-Crédito para los
Institutos Experimentales de Educación Media Diversificada. Menciones de
Humanidades y Ciencias. (Caracas: Ministerio de Educación, 1975), 08.
[30] Ibíd, 06
[31] Ministerio, Memoria 1976,
90.
[32] Destaca la asignatura Desarrollo regional en el Plan de
estudios del Régimen, junto a seminarios sobre el desarrollo de sectores
estratégicos del país como la industria siderúrgica y la industria petrolera.
[33] Ibíd, 64.
[34] Ibíd, 65
[35] "Estudio dirigido, Tarea dirigida, Interrogatorio, Debate, Mesa
redonda, Simposio, Foro, Panel y Phillips 66". Ministerio, Memoria 1976, 32-37.
[36] El ministro Luis Manuel Peñalver, principal promotor del ensayo del
régimen semestre-crédito, fue destituido en 1977 con lo que el proyecto de
semestralización en Educación Media empezó a decaer en cuanto al apoyo
institucional. Fermín, Momentos,
119-120.
[37] Ministerio de Educación. "Resolución N° 140: Regulaciones
Complementarias sobre el proceso de evaluación en los niveles de Educación
Preescolar, Básica, y Media Diversificada y Profesional", Gaceta Oficial de la República de Venezuela,
Caracas, 14 de abril de 1986.
[38] Ministerio de Educación. "Resolución N° 337: Reforma a la Resolución
N° 140 de fecha 9-4-86 que contiene las regulaciones complementarias sobre el
proceso de evaluación en los
niveles de
Educación Preescolar, Básica, y Media Diversificada y Profesional", Gaceta Oficial de la República de Venezuela,
Caracas, 14 de mayo de 1987.
[39] El viernes negro
de 1983 señala el ingreso formal de Venezuela al club de países endeudados y en
recesión; características estas a las que el país había permanecido extraño
debido fundamentalmente a la renta petrolera dinamizadora de toda la economía nacional. Algunos periodistas y analistas
como Domingo Alberto Rangel incluso se atrevieron a
llamar a este proceso de franco empobrecimiento, la "latinoamericanización"
de Venezuela. Ver: Domingo Alberto Rangel. La Crisis Económica Mundial. (Caracas: Vadell Hermanos Editores, 1987).
[40] Fermín, Momentos, 126.
[41] Ministerio de Educación, Informe
de evaluación del régimen semestre-crédito, (Caracas: Ministerio
de Educación, 1979).
[42] Lenin Romero y Carlos Manterola, "Nueva
Ley de Educación (Texto y comentario)", Cuadernos
de Educación, Número Extraordinario 78-79 (1980): 30.
[43] Manuel Peñalver, secretario general del partido Acción Democrática
expresó lo que ha venido a considerarse el epitafio del proyecto COPRE: "Los
venezolanos no somos suizos".
[44] Rodríguez. Historia, 272.