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APRENDIZAJE Y FORMACIÓN VALÓRICA EN LA ENSEÑANZA MEDIANTE TUTORÍAS ENTRE PARES

Learning and Value Formation in Teaching by Peer Tutoring

L’apprentissage et la Formation des Valeurs dans L’enseignement au Moyen du Tutorat Par les Pairs

Aprendizagem e Formação Valórica no Ensino Mediante Tutorias entre Pares

http://orcid.org/https://orcid.org/0000-0002-1791-2212 Claudine Glenda Benoit Ríos
Universidad Católica de la Santísima Concepción, Chile
http://orcid.org/https://orcid.org/0000-0003-2541-777X Ricardo Andrés Castro Cáceres
Universidad Católica de la Santísima Concepción, Chile
http://orcid.org/https://orcid.org/0000-0002-3824-7872 Cristian Alonso Jaramillo Azema
Universidad Católica de la Santísima Concepción, Chile

APRENDIZAJE Y FORMACIÓN VALÓRICA EN LA ENSEÑANZA MEDIANTE TUTORÍAS ENTRE PARES

Praxis & Saber, vol. 10, núm. 22, 2019

Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

Recepción: 07 Mayo 2018

Aprobación: 10 Diciembre 2018

Resumen: El proceso de enseñanza-aprendizaje exige la participación activa de los estudiantes en distintas instancias de su quehacer académico y su adaptación a las exigencias del sistema. Ante estos desafíos, las instituciones educativas promueven el uso de diferentes estrategias. Una de ellas corresponde a las tutorías entre pares, estrategia pedagógica basada en el trabajo colaborativo entre el tutor y los tutorados. En este contexto, el presente artículo se plantea como objetivos describir la percepción de diez tutores sobre la implementación de un programa de tutores-pares en una Universidad de la Región del Biobío, Chile, y determinar las estrategias movilizadas para acompañar a estudiantes con bajo rendimiento académico. Con una metodología de carácter cualitativo, los resultados de la investigación permiten visualizar la valoración que el tutor hace en torno a las habilidades y valores que se potencian en los participantes del programa, entre los que cabe mencionar la solidaridad, la empatía, la capacidad de aconsejar al estudiante tutorado, el afianzamiento de los conocimientos de manera bidireccional, el dominio del tema por parte del tutor y su práctica como futuro profesor.

Palabras clave: tutorías entre pares, aprendizaje colaborativo, desempeño académico, estrategias de retroalimentación.

Abstract: The teaching-learning process requires the active participation of students throughout different stages of their academic work and their ability to adapt to the system requirements. In the face of these challenges, educational institutions promote the use of different pedagogical strategies. Peer tutoring is one of these strategies, which is based on collaborative working between tutors and tutees. In this context, the present article seeks to describe ten tutors’ perception concerning the implementation of a peer tutoring program at a University in the Bío Bío Region in Chile, and to identify the strategies implemented to support low-performing students. On the basis of a qualitative method, the results of the research visualize the evaluation carried out by tutors regarding the program participants’ skills and values which can be enhanced, including solidarity, empathy, the ability to give relevant advice to the tutees, strengthening of knowledge in a bidirectional way, tutors’ mastery of subject matter and their practice as future teachers.

Keywords: peer tutoring, collaborative working, academic performance, feedback strategies.

Résumé: Le processus d’enseignement-apprentissage requiert la participation active des étudiants à différentes étapes de leur travail académique ainsi que leur adaptation aux exigences du système. Face à ces défis, les établissements éducatifs promeuvent l’utilisation de différentes stratégies pédagogiques. Le tutorat par les pairs est l’une de ces stratégies, dont la base est le travail coopératif entre le tuteur et les tutorés. Dans ce contexte, le présent article a pour objectif de décrire la perception de dix tuteurs quant à la mise en place d’un programme de tutorat par les pairs dans une Université de la Région du Bío Bío au Chili, et d’identifier les stratégies menées visant à aider les étudiants à faible rendement. À partir d’une méthode qualitative, les résultats de la recherche visualisent l’évaluation réalisée par les tuteurs quant aux habiletés et aux valeurs des participants du programme qui peuvent être renforcées, y compris la solidarité, l’empathie, la capacité à conseiller les tutorés, le renforcement des connaissances de manière bidirectionnelle, la maîtrise du sujet de la part des tuteurs et leur pratique en tant que futurs enseignants.

Mots clés: le tutorat par les pairs, apprentissage coopératif, rendement académique, stratégies de rétroaction.

Resumo: O processo de ensino-aprendizagem exige a participação ativa dos estudantes em diferentes instancias de sua a fazer académico e sua adaptação às exigências do sistema, ante estes desafios, as instituições educativas promovem o uso de diferentes estratégias. Uma delas corresponde às tutorias entre pares, estratégia pedagógica baseada no trabalho colaborativo entre o tutor e os tutorados. Neste contexto, o presente artigo propõe como objetivos descrever a percepção de dez tutores sobre a implementação de um programa de tutores-pares em uma universidade da Região do Bío-Bío, Chile, e determinar as estratégias mobilizadas para acompanhar a estudantes com baixo rendimento académico. Com uma metodologia de caráter qualitativo, os resultados da pesquisa permitem visualizar a valoração que o tutor faz em torno às habilidades e valores que se potenciam nos participantes do programa, entre os quais se destacam a solidariedade, a empatia, a capacidade de aconselhar ao estudante tutorado, a consolidação dos conhecimentos de maneira bidirecional, o domínio do tema por parte do tutor e sua prática como futuro professor.

Palavras-chave: tutorias entre pares, aprendizagem colaborativo, desempenho académico, estratégias de retroalimentação.

Introducción

Las instituciones universitarias han focalizado su atención en prevenir y detener la deserción y los bajos rendimientos académicos, problemáticas que son el reflejo de las dificultades que pueden experimentar los estudiantes a lo largo de su proceso de formación. Una de las acciones impulsadas ha sido la implementación de programas de tutorías entre pares, estrategia pedagógica y didáctica en que los estudiantes se presentan como entes activos del proceso de enseñanza-aprendizaje y en que los beneficios son evidentes de manera bidireccional en la relación tutor/tutorado.

El programa de tutorías en el que se contextualiza el presente trabajo surge como parte del proyecto PMI USC1501, Proyecto de Mejoramiento Institucional del Ministerio de Educación de Chile. La experiencia se ha replicado durante dos años, con ventajas y limitaciones tanto para su etapa de implementación como para los ajustes a las estrategias llevadas a cabo en el programa. El acompañamiento de los estudiantes con problemas de rendimiento en asignaturas críticas1 estuvo a cargo de alumnos con excelente desempeño académico en el curso, con un promedio general satisfactorio y con buenas relaciones interpersonales y vocación pedagógica. Cabe destacar que, si bien hubo un pago asociado a su labor, la mayoría de los tutores, estudiantes de Pedagogía, afirma realizar su labor motivados por su vocación como futuros profesores y por lo significativo de la experiencia para su crecimiento personal y profesional.

En el afán de contribuir al acompañamiento de los estudiantes que presentan dificultades para responder de manera positiva a los requerimientos propios de las asignaturas, los focos de atención fueron el mejoramiento del desempeño académico y el acompañamiento que implicase la mirada hacia aquellos aspectos sociales y motivacionales que pudiesen estar influyendo en los resultados de proceso y finales en la actividad curricular. En otras palabras, fomentar una relación armónica entre tutor y tutorado, que favoreciera el diálogo, la comunicación y la confianza para la consecución de los objetivos académicos.

Este trabajo tiene como propósito presentar una evaluación parcial del desarrollo del programa, con respecto al avance de su implementación en el segundo año, desde la perspectiva de los tutores, teniendo en cuenta los propósitos del proyecto y la valoración del programa. A partir de sus experiencias y del discurso evidenciado en las respuestas a una encuesta, se darán a conocer las percepciones que los tutores tienen acerca de su participación en el programa, de las fortalezas y debilidades, y de aquellos aspectos de relevancia para realizar las adecuaciones en pro de los estudiantes.

Las tutorías entre pares como estrategia pedagógica en la universidad

Las acciones tutoriales en la universidad responden a enfoques pedagógicos centrados en la colaboración para la búsqueda de soluciones efectivas ante las problemáticas que experimentan los estudiantes, especialmente cuando ingresan a la universidad. En este trabajo, se definen dos componentes fundamentales para comprender la dinámica que ejerce la tutoría-par frente a acciones de acompañamiento y remediales. La primera de estas concepciones es que la tutoría par responde a un modelo de aprendizaje centrado en el estudiante; la segunda hace referencia a la formación valórica y afectiva que se puede fortalecer en el aprendizaje a través de esta estrategia.

La tutoría par, un modelo de aprendizaje centrado en el estudiante

Las dificultades de los estudiantes cuando ingresan a la universidad son de diversa naturaleza, pero la más común está relacionada con problemas en el rendimiento académico. La atención se focaliza en el resultado final, pero también es necesario analizar de qué manera se podría contribuir al desempeño a lo largo del proceso de formación. Son muchas las instancias de acompañamiento al estudiante que derivan en un mejoramiento de las calificaciones y estas llevan aparejadas acciones pedagógicas consistentes con un modelo en que el estudiante se vuelve actor principal de las dinámicas de trabajo.

De acuerdo con los lineamientos actuales en educación, es imprescindible “ofrecer un programa académico con un enfoque educativo flexible y eficiente, basado en el aprendizaje y atento al desarrollo humano integral, a la formación en valores y a la disciplina intelectual de los estudiantes” (Cruz & Perusquía, 2016, p. 2). Este tipo de aprendizaje puede darse y fortalecerse, precisamente, mediante la realización de tutorías pares, una estrategia significativa ante las necesidades de apoyo académico. Esta estrategia de acompañamiento es, según Durán (2006), “recomendada por los expertos en educación (la propia UNESCO) como una práctica altamente efectiva para la enseñanza inclusiva” (p. 1), lo que permite atender a un mayor número de estudiantes desde sus necesidades particulares. En este mismo sentido, Cardozo-Ortiz (2011) reafirma la idea de que la tutoría universitaria se ha ido instalando como tema de interés en las instituciones de educación superior, “dada la necesidad de brindar a los estudiantes nuevas oportunidades de aprendizaje, en las cuales ellos sean los principales actores” (p. 2).

La tutoría entre iguales permite un mejoramiento del desempeño a través del trabajo cooperativo que se da entre tutor y tutorado, en el que ambos agentes se esfuerzan por la consecución de propósitos similares. Para Alzate y Peña (2010), en la puesta en práctica de dicho aprendizaje cooperativo, “estudiantes más aventajados apoyan el aprendizaje de otros menos expertos, mediante un trabajo que se realiza en grupos pequeños o en parejas” (p. 125). Esto resulta ser determinante en el clima para llevar a cabo la tutoría, pues el trabajo en pequeños grupos potencia la confianza al momento de dar a conocer dudas e inquietudes por parte del tutorado, quien, con frecuencia, calla cuando se enfrenta al curso completo.

En la universidad, la relación entre profesor y estudiante en ocasiones se ve marcada por un fuerte distanciamiento entre la forma de abordar la clase y cómo el estudiante siente su retroalimentación. En otros momentos, se siente inmerso en un clima en que todo se le hace difícil, principalmente, en aquellas asignaturas críticas para una carrera; por ello, la necesidad de implementar programas de tutorías que faciliten los procesos formativos en un clima de mutua colaboración. El trabajo cimentado en este ambiente de cooperación posibilita “asumir un compromiso individual y colectivo por medio de establecimiento de objetivos compartidos y consensuados” (Valdebenito & Durán, 2013, p. 155), lo que es determinante para una mejora sistemática de los aprendizajes de los alumnos.

En el proceso de acompañamiento, los tutores desempeñan diversas acciones para motivar a los tutorados y hacerlos partícipes de su aprendizaje; entre ellas, acciones de orientación, desde su propia experiencia previa en el curso, y de acompañamiento tendiente a la mejora de su rendimiento académico, tales como consultorías, retroalimentación y evaluación formativa. Seoane et al. (2012) sostienen que la tutoría, en tanto orientación y acompañamiento “podrá atender problemáticas como el rendimiento académico, socioeconómicas, de afiliación social y académica a la universidad” (p. 2), pues el ingreso a la educación superior supone un cambio importante para el aprendiz respecto de la formación secundaria y, por tal motivo, requiere de apoyo en temáticas específicas.

Debido a su campo de acción, la tutoría universitaria genera un impacto en el estudiante durante su proceso de formación. Rodríguez (2012) afirma que las características para comprender el impacto son: a) “es una acción docente de orientación dirigida a impulsar y facilitar el desarrollo integral de los estudiantes” en sus diferentes dimensiones; b) “contribuye a personalizar la educación universitaria”; c) “la atención al estudiante constituye un elemento clave de calidad”; d) “la tutoría canaliza y dinamiza las relaciones del alumnado con los diferentes segmentos de atención al estudiante”; e) “permite la integración activa del estudiante en la institución” (pp. 22-23).

Además del impacto de la tutoría en el mejoramiento de los resultados en una asignatura, la implementación de acciones tutoriales en la universidad crea un espacio de mediación y de interacción entre sus participantes, quienes desarrollan “progresivamente capacidades y competencias autogestionarias, en un proceso flexible, adaptable a cada sujeto, y desde el reconocimiento del carácter interpersonal de los procesos de aprendizaje, como producto de una actividad intersubjetiva” (Neudeck & Hedman, 2014, p. 35), lo que conlleva a que cada alumno se sienta partícipe y responsable de sus propios procesos formativos.

En dicho modelo de aprendizaje centrado en el estudiante, el tutor se constituye en un mediador que “conoce el potencial del estudiante, sabe escuchar, guía, orienta, presenta alternativas, le ofrece herramientas para que desarrolle exitosamente su trabajo y sabe reconocer oportunamente sus logros” (Alzate & Peña, 2010, p. 125). Por su parte, el tutorado recibe una atención más personalizada, se siente escuchado y validado por un par con el que comparte rasgos en común, motivaciones, preferencias y proyecciones académicas. En tal relación dialógica y de intercambio, la tutoría representa una buena estrategia pedagógica y didáctica para contribuir a un mejor desempeño de ambos participantes.

Cuando tutor y tutorados se enfrentan a la tarea de resolver conjuntamente inconvenientes derivados de las exigencias académicas, construyen un espacio para dialogar e intercambiar ideas. Las buenas relaciones entre los participantes son propiciadas por el uso del lenguaje, instrumento de comunicación que posibilita el intercambio académico y la resolución de problemas. Frente a los diversos desafíos presentados, “los papeles de tutor y tutorado se complementan, se ajustan y se combinan para favorecer situaciones de aprendizaje enriquecedoras para todos los alumnos” (Flores & Durán, 2016, p. 347). Por consiguiente, este modelo centrado en el estudiante debe buscar el afianzamiento de las relaciones interpersonales y afectivas como factores de mejoramiento y de un aprendizaje significativo.

Formación valórica y afectiva en la enseñanza a través de tutorías

En el proceso de enseñanza y aprendizaje mediante tutorías, el contenido no es el factor central durante la implementación y ejecución de las actividades propuestas. Si bien lo que se busca es el mejoramiento del rendimiento académico de los tutorados, con el desarrollo de las tutorías entre pares se van potenciando numerosos valores. Ello se sustenta en el hecho de que los programas de tutorías han evolucionado de forma paulatina “hacia un enfoque integrador del proceso educativo” que involucra no solo la atención personalizada, sino “el desarrollo integral del estudiante” (Olaguez, Espino, Mancilla & Díaz, 2016, p. 3), lo que favorece el fortalecimiento de valores como el compañerismo, la empatía, el comprender el sentir de otros, sus dificultades y las trabas para cumplir con las exigencias propias del sistema.

En la tutoría, la relación que se forje entre tutor y tutorados depende, en gran medida, de las características del tutor y de cómo se entrega a la labor de orientar a los tutorados. Según Paredes, Matheson y Castro (2014), su rol tiene un gran valor social, ya que, por un lado,

el tutor también es un estudiante, lo que le permite ser más cercano a los tutorados, [y, por otro] cuenta con una experiencia de vida que le permite orientar a los estudiantes tanto en el ámbito académico como en la integración y adaptación a la vida universitaria. (p. 18)

En los diferentes contextos, se espera que la tutoría entre pares demande la participación activa de ambos agentes del proceso.

Un modelo de aprendizaje de esta naturaleza implica un desarrollo valórico de sus agentes, quienes, en su búsqueda de adaptación a las exigencias propias de su formación, manifiestan valores como la solidaridad, la tolerancia y el respeto por las diferencias. Precisamente, la investigación de Castro & Jaramillo (2018), con estudiantes de carreras de pedagogía, da cuenta de que “la empatía y la tolerancia emergen como factores relevantes para los estudiantes de primer año, respecto de la dimensión compromiso social” (p. 52), hecho que vincula la vocación pedagógica con un interés real por la formación de los alumnos en su futuro rol de profesores.

Lo presentado pone de manifiesto una sólida formación valórica y afectiva, construida durante las tutorías entre pares, que marca una relación bidireccional, es decir, hay un trabajo en conjunto, beneficios que son comunes, dificultades que se resuelven mutuamente, roles que se intercambian a través del aprendizaje colaborativo y valores que se refuerzan en la interacción. En otras palabras, hay una potenciación del aprendizaje: en el caso del tutor, refuerza los contenidos base de su formación disciplinar y en el tutorado, se logra un mejoramiento de sus habilidades en la actividad curricular. En esta misma línea, Arenas et al. (2014) sostienen que los alumnos que trabajan de manera colaborativa “maximizan su propio aprendizaje y el de los demás reconociéndose desde sus fortalezas y debilidades y valorando el respeto por el otro y por sí mismo” (p. 147). Como aseguran Valdebenito y Durán (2014), el tutor “aprende enseñando a su compañero tutorado y, por su parte, el tutorado aprenderá gracias a la mediación de su compañero tutor” (p. 112).

Las relaciones afectivas se fomentan en la medida en que el tutor debe ganarse la confianza del tutorado, legitimar su labor, escucharlo y ser consciente de las limitaciones o dificultades a las que están expuestos. Según Durán, Flores, Mosca y Santiviago (2014), los tutorados tienen muchas oportunidades de lograr un aprendizaje de calidad, puesto que obtienen una ayuda permanente y personalizada, en un contexto de aprendizaje donde “se genera un clima de confianza que permite a los tutorados plantear dudas y equivocarse sin temor” (p. 33).

Frente a los cambios educativos existentes, “para propiciar una formación pedagógica y didáctica pertinente [se] debe partir de situaciones relacionadas con la actividad del profesor” (Callejas, Gómez, Gutiérrez & Pardo, 2013, p. 48). El tutor, entonces, deberá alinearse a las características exigidas para un docente. Los beneficios de las tutorías son evidentes: se potencia el aprendizaje, se evita la deserción universitaria y los bajos rendimientos, se contribuye a los índices de titulación oportuna, se desarrollan valores y se fortalece la afectividad. Los agentes de este proceso van, paulatinamente, haciendo consciente su actuar, reflexionando acerca de sus fortalezas y debilidades, y de cómo pueden mejorar a lo largo del tiempo. La vocación es fundamental, pues les permite afianzar su verdadero deseo por luchar por esa profesión que han elegido para su formación y en la que deberán poner sus máximos esfuerzos por cumplir con las diferentes exigencias.

Metodología

El estudio realizado fue de tipo descriptivo e implicó la construcción de un instrumento que permitió dos tipos de análisis. El análisis cualitativo, desarrollado a partir del corpus textual emergente de las respuestas abiertas, se realizó bajo el enfoque de la teoría fundamentada a través del uso del método comparativo constante (Strauss & Corbin, 2002; Vieytes, 2004). El análisis cuantitativo fue elaborado mediante un análisis estadístico descriptivo, específicamente, el análisis de frecuencia absoluta.

La investigación se enmarca en un proyecto mayor, el PMI USC1501 titulado Propuesta de mejoramiento para provocar cambios notables en los procesos de Formación Inicial Docente en la UCSC, con énfasis en el trabajo colaborativo con actores del sistema educativo regional en contextos educativos diversos. Específicamente, responde al Plan de estrategias curriculares para fortalecer la titulación oportuna de estudiantes de Pedagogía, en el objetivo específico 4 del proyecto, en el que una de las estrategias es “implementar un programa de tutores con buen rendimiento que colaboren en los procesos formativos de sus pares en la universidad”.

El objetivo general del presente estudio es describir la percepción de los tutores sobre la implementación de un programa de tutores-pares en una universidad chilena. La atención se centró en la valoración que realizan sobre el programa, su rol, las fortalezas y debilidades experimentadas y la reflexión en torno a los beneficios de su participación, tanto para tutores como para tutorados. Los objetivos específicos son: a) Determinar las percepciones de los tutores sobre el proceso de acompañamiento durante las tutorías. b) Identificar las estrategias utilizadas por los tutores en el acompañamiento. c) Identificar los valores que se potencian durante las tutorías.

Los participantes fueron 10 estudiantes tutores -7 mujeres y 3 hombres, de 20 años en promedio- pertenecientes a la Facultad de Educación de una Universidad de la Región del Biobío, Chile. El trabajo de acompañamiento mediante tutorías se realizó a estudiantes con dificultades de rendimiento en alguna de las asignaturas críticas de la facultad, durante un año lectivo. La muestra fue no probabilística y por conveniencia, pues se obtuvieron datos de los tutores que tuvieron la voluntad de responder el instrumento.

El instrumento aplicado -encuesta online- estuvo conformado por preguntas de dos tipos: a) cuestionamientos, cuyas respuestas implicaban la selección de alternativas y b) preguntas abiertas que involucraban la justificación ante la elección de las alternativas anteriores. El instrumento de tipo cualitativo, respaldado con preguntas cuantitativas, fue diseñado de esa forma, ya que se busca el visibilizar el impacto del programa con base en la percepción de los tutores participantes. Se considera un desafío para estudios futuros en la universidad abordar el impacto del programa desde ambos enfoques, rendimiento y percepciones.

Los 10 estudiantes tutores partícipes de esta encuesta estaban distribuidos en 6 carreras de Pedagogía de la Facultad de Educación.

Tabla 1
Distribución de tutores, según carreras
elaboración propiaTabla 1 Distribución de tutores, según carreras

Las actividades curriculares en las que se realizaron tutorías fueron: Gramática Comunicativa I, Gramática comunicativa II, Bases psicopedagógicas de la lectura y la escritura, Biología para la Educación Física, Neurofisiología y trastornos neurológicos, Estudios del sistema de la lengua, Inglés I, Inglés II, Inglés III, Introducción al análisis y Geometría plana, estas dos últimas a cargo de un mismo tutor.

Junto con la definición de las asignaturas críticas y de la convocatoria para proveer los cargos de tutor en cada actividad curricular, un aspecto de relevancia consensuado en la comisión de evaluación de antecedentes fue la definición del perfil del estudiante tutor. Para efectos de la selección, el perfil se determinó a través de un ensayo en el que se solicitaba su referencia a la labor que deberían desempeñar como tutores y a los valores relacionados con su vocación como futuros profesores. Ese mismo perfil se fue redefiniendo mediante la inducción efectuada a los tutores, a quienes se les solicitó fortalecer lo siguiente.

1. Capacidad para reconocer la importancia de su rol de tutor en la ejecución de los procesos formativos de sus alumnos.

2. Iniciativa para llevar la tutoría hacia el cumplimiento de los objetivos planteados.

3. Dominio de los contenidos en la actividad curricular que le permitiera tomar las mejores decisiones pedagógicas.

4. Potencial cognitivo para la aplicación de sus conocimientos desde una perspectiva práctica, didáctica y de colaboración.

5. Capacidad para generar nuevos conocimientos, a partir de las experiencias vivenciadas como estudiante de la asignatura. En este sentido, se espera que comparta las estrategias que favorecieron su trabajo, con las que logró el éxito académico y las estrategias que no fueron pertinentes en la actividad curricular.

6. Responsabilidad y compromiso con el desempeño de los tutorados a lo largo del semestre lectivo.

7. Proyección de valores como la solidaridad y la empatía, fundamentales para reconocer en el “otro” sus necesidades, aprehensiones, frustraciones y para analizar de qué manera contribuir a su superación.

8. Habilidades cognitivo-lingüísticas necesarias para el intercambio verbal con los tutores y para la ejecución de las diferentes actividades planificadas.

9. Capacidad para respetar a todos los miembros de la comunidad educativa, teniendo en cuenta la diversidad y las distintas formas de concebir el mundo.

10. Habilidades sociales para establecer buenas relaciones interpersonales, que favorecieran la comunicación, la resolución de problemas y el trabajo colaborativo.

Resultados

La aplicación de la encuesta a los tutores permitió obtener información relevante respecto de los procesos llevados a cabo durante las tutorías, las estrategias implementadas, las habilidades que pusieron en práctica durante el trabajo colaborativo y el acompañamiento, y la valoración de los tutores sobre las tutorías.

En relación con el último aspecto, nueve de los tutores -sumando las categorías muy alta y alta- valoraron positivamente su desempeño como tutor.

Autovaloración del desempeño como tutor. Fuente: elaboración propia.
Figura 1
Autovaloración del desempeño como tutor. Fuente: elaboración propia.
Elaboración propia

A través de su discurso, los tutores plantearon dos tipos de argumentos al momento de explicar esta valoración. El primer argumento tiene que ver con aspectos vocacionales asociados a su rol como tutor, tal como está representado en los siguientes ejemplos: “No solo trabajé en las horas semanales, sino que estaba dispuesto a resolver dudas fuera de horario, fines de semana incluso” (Tutor 2).

Me preocupé de contactar a los estudiantes y animarlos en el proceso. Los apoyé tanto en asuntos relativos a la asignatura como en otros de la vida universitaria. Me siento satisfecha con mi labor, sin embargo, soy consciente de que siempre se puede mejorar. (Tutor 9)

Dicho aspecto vocacional se define como el interés por acompañar y apoyar al estudiante tutorado incluso cuando implicaba desarrollar su rol de tutor fuera de los horarios y tiempos establecidos para esos efectos.

El segundo argumento se concentra en los cambios que los mismos tutorados logran percibir en su rendimiento académico, tal como se refleja en el siguiente discurso:

Se intentó ayudar a los estudiantes en lo que más se pudo. La disponibilidad siempre estuvo. Los mismos tutorados indicaron que la tutoría les ayuda a mejorar su desempeño en los certámenes, pues se dan cuenta de cosas que en clases o mediante autoaprendizaje no se daban cuenta. (Tutor 6)

Este hecho es relevante para el proceso de enseñanza-aprendizaje, pues permite vincular el desarrollo de las tutorías con la percepción de los tutores respecto del impacto académico en los estudiantes tutorados. En la figura 2, se revela la valoración que realiza cada tutor sobre el impacto que la tutoría ejerce sobre el mejoramiento del desempeño académico de los alumnos tutorados.

Valoración por parte del tutor del impacto académico de las tutorías en tutorados. Fuente: elaboración propia.
Figura 2
Valoración por parte del tutor del impacto académico de las tutorías en tutorados. Fuente: elaboración propia.
Elaboración propia

Los resultados muestran que el 80% de los tutores -8 tutores sumando alto y medio-valoró el impacto en los estudiantes tutorados de manera positiva, pero tendiente a la categoría medio. Al complementar este hallazgo con los análisis cualitativos, es posible plantear que los tutores reconocen un impacto positivo en los estudiantes, evidenciado en el aprendizaje de contenidos y la aprobación de ramos. Uno de los tutores reafirma esta idea al señalar que: “los estudiantes han demostrado un buen desempeño en general, y en especial una de las alumnas ha comprendido mejor los conceptos que son la base para otros ramos” (Tutor 4). Por su parte, un tutor declara acerca de los tutorados: “Pasaron compañeros que estaban por 4 y 3 vez en el ramo” (Tutor 1), lo que implica que la estrategia ayudó a subsanar dificultades que afectaban por años a estudiantes en la misma asignatura.

Se suma a lo anterior que, incluso en los tutores que consideraron generar un impacto alto, la dedicación por parte del estudiante tutorado es un factor determinante en el impacto que pueden generar los tutores. A su vez, la asistencia de los tutorados a las actividades de tutoría sería un elemento crucial para que los tutores perciban un impacto positivo en los tutorados: “Es medio, pues la continuidad en la asistencia a las tutorías de algunos estudiantes no fue buena por diversos motivos, pero aun así ha sido una gran ayuda para reforzar contenidos, aclarar dudas y mejorar en su desempeño académico” (Tutor 6).

En realidad, el impacto de estudiantes se resume prácticamente a una estudiante, la cual perseveró hasta el final de las tutorías. Con respecto a ella, considero que el impacto fue bueno, sin embargo sus calificaciones se vieron afectadas por otras complicaciones personales. (Tutor 2)

Respecto de las habilidades que hicieron más fácil el trabajo como tutor, se destacaron dos tipos de habilidades: “empatía y la capacidad de aconsejar al estudiante tutorado” y “conocimientos y dominio del tema por parte del tutor”.

Empatía y la capacidad de aconsejar al estudiante tutorado.

Este primer tipo de habilidades fue considerado por el tutor de relevancia para generar un buen ambiente de trabajo y lograr la confianza del tutorado. Uno de los tutores señaló que las habilidades que facilitaron su trabajo fueron “liderazgo, empatía, solidaridad, respeto, paciencia, capacidad de escuchar” (Tutor 5). Por su parte, otro tutor declara:

Las habilidades blandas y sociales, sin duda, me ayudaron a generar un ambiente de trabajo más agradable y darle confianza los estudiantes. Además, mi conocimiento en el área adquirido en el curso me facilitó el desarrollo de ejercicios de distintos niveles. (Tutor 2)

La capacidad de aconsejar al estudiante-tutorado parte de la propia experiencia del tutor, quien se apropia de los conocimientos adquiridos previamente y de las estrategias para cumplir con los objetivos propuestos. La misma apropiación le permite reflexionar en torno a cómo resolvería él la situación problemática y luego proyectar esa reflexión en el tutorado. Esto puede explicarse por la capacidad de enseñar y de aprender desde la experiencia, pues, según Rubio y Mendoza (2018), “el desarrollo de dichos procesos está determinado por la posibilidad de prácticas experienciales y de individualización” (p. 25). Perassi y Temporalli (2014) refuerzan esta idea al señalar que, durante la ejecución de las tutorías entre pares, se forja “un ejercicio metacognitivo que es central a la hora de promover la autonomía en el estudio y de contribuir al aprendizaje significativo” (p. 25).

Conocimientos y dominio del tema por parte del tutor.

Algunos tutores valoran sus conocimientos y el dominio de los temas relevantes del curso y los consideran como un elemento facilitador de su rol en el proceso de acompañamiento: “la experiencia de haber trabajado como tutora en un proyecto antes de comenzar estas tutorías y durante, además de tener los conocimientos necesarios para enseñarlos y, en especial, tener la confianza de los estudiantes que asistieron a la tutoría” (Tutor 6); “conocerlos desde antes, ser cercano con ellos y estar a disposición de sus dudas. Volver a aclarar conceptos si ellos lo requerían” (Tutor 1).

Esos datos se relacionan con los hallazgos de Chois, Casas, López, Prado y Cajas (2017), quienes señalan que los tutores “manifiestan que la interacción con sus tutorados les permite ir adquiriendo confianza sobre sus conocimientos y sobre su papel como tutor para desempeñar mejor su trabajo” (p. 178). El que la empatía sea un factor relevante de su labor se relaciona con la pregunta acerca de las dificultades que los tutores encontraron al momento de desarrollar sus actividades. La pregunta fue abordada como una escala Likert y sus resultados se presentan en el siguiente gráfico.

Dificultades que influyeron en el trabajo con los tutorados.
Figura 3.
Dificultades que influyeron en el trabajo con los tutorados.
elaboración propia.

Lo anterior muestra que el factor que menos veces se identificó como una dificultad para los tutores fue las relaciones interpersonales entre los alumnos. Dicho esto, se destacaron como dificultades relevantes los “problemas familiares de los estudiantes” y los aspectos “motivacionales”. Este último impedimento, fundamental para los tutores, se conecta con las respuestas asociadas al impacto, en que los tutores consideraron la motivación -expresada como asistencia y constancia a las sesiones de tutoría- como un factor de peso al momento de definir el impacto en el estudiante tutorado.

Respecto del impacto en el tutorado, se buscó visibilizar otros componentes asociados a la tutoría, además del rendimiento académico. Para ello, se diseñó una pregunta de selección múltiple con las categorías expuestas en la figura 4.

Habilidades y capacidades potenciadas durante las tutorías.
Figura 4
Habilidades y capacidades potenciadas durante las tutorías.
elaboración propia.

La confianza personal y la motivación fueron los aspectos que, en más ocasiones, fueron destacados por los tutores, lo que ratifica la idea de que la motivación es un factor determinante en el desarrollo de tutorías y en la evaluación que los mismos tutores hacen de su trabajo.

Lo exhibido se relaciona con la pregunta acerca de la participación de los estudiantes tutorados al inicio y al término del programa. Los hallazgos se concentraron en los extremos alta y muy baja, al inicio del programa; por su parte, los extremos muy alta y baja, al término del programa.

Percepción de tutores sobre la participación de los tutorados, al inicio y término del Programa.
Figura 5
Percepción de tutores sobre la participación de los tutorados, al inicio y término del Programa.
elaboración propia.

Los resultados muestran como desafío el potenciar la participación de los estudiantes tutorados en el programa, a fin de lograr que la participación se concentre principalmente en las categorías muy alta y alta. Dependiendo de la participación alta o baja, las razones que explicarían la participación son las siguientes.

Participación muy alta y alta.

En relación con esta categoría, los tutores que percibieron una buena parte de los tutorados justifican dicha percepción en que, a su juicio, los alumnos comprendieron la importancia del apoyo que se les brindaba y advirtieron los beneficios en la búsqueda de mejores desempeños académicos. Esta idea es reforzada por un tutor, quien señala: “En un inicio no estaban tan interesadas con participar. Veían esto como algo que las habían metido forzadas. Con el tiempo lograron ver la realidad y participaban activamente” (Tutor 8).

Participación baja y muy baja.

Los tutores que percibieron una baja o muy baja participación de los tutorados la atribuyeron a la acumulación de tareas académicas durante el proceso formativo y, especialmente, en el cierre del semestre. De acuerdo con el discurso evidenciado, los tutores jerarquizan las actividades realizadas en las diferentes actividades curriculares dando prioridad a aquellas que están asociadas con evaluaciones que tienen incidencia directa en las calificaciones obtenidas en el periodo lectivo. Ante el cuestionamiento acerca de las razones que explicarían la baja participación, uno de los tutores las atribuye a “las exigencias académicas al finalizar el semestre. Se les juntaban trabajos y certámenes y daban prioridad a eso” (Tutor 4).

Percepción de tutores acerca de la valoración de los estudiantes tutorados.
Figura 6
Percepción de tutores acerca de la valoración de los estudiantes tutorados.
elaboración propia.

A propósito de la pregunta precedente, los tutores debieron interpretar qué aspectos valoraron más los estudiantes tutorados del programa de tutorías; en otros términos, el interrogante alude a una forma de medición del impacto con base en la percepción. En concreto, los tutores consideran que los estudiantes tutorados valoran cuatro aspectos del programa de forma similar. Se destaca el “aumento de la confianza en sí mismo” como la consecuencia más valorada, mientras que la “mayor motivación” fue la consecuencia menos valorada. Tales resultados se relacionan con la valoración que los tutores hacen del programa, en especial, con los efectos que suscita en los tutorados. Este efecto positivo en los estudiantes tutorados se sustenta en la combinación de dos factores: a) el interés de estos en mejorar su rendimiento y b) la confianza y empatía que generan los tutores con los estudiantes tutorados.

Porque es una oportunidad de reforzar los contenidos débiles que se tienen en la asignatura, como también aclarar dudas en temas que quizás en el momento de la clase no se lograron aclarar, y las tutorías le entregan al estudiante las herramientas necesarias para que él pueda estudiar de manera autónoma. (Tutor 6)

“Porque es un apoyo gratuito dado por estudiantes como ellos, que han pasado por lo mismo. No existe la vergüenza, se genera una confianza que da lugar a preguntar y responder sin temor a equivocarse” (Tutor 10).

Percepción de los tutores sobre la valoración del programa de tutores en los tutorados
Figura 7.
Percepción de los tutores sobre la valoración del programa de tutores en los tutorados
elaboración propia.

Las preguntas referidas a volver a participar y recomendar el programa de tutorías, tanto para tutores como tutorados, buscan confirmar los aspectos positivos del programa, visibilizados en cuestionamientos anteriores. Se desprende de las respuestas a ambas interrogantes que los resultados son positivos; de hecho, en el análisis cualitativo los tutores explicaron sus respuestas desde dos factores asociados a aspectos vocacionales:

a) El primer factor refiere al aprendizaje que los tutores identifican en sí mismos, entendiendo el programa de tutorías como una manera de poner en práctica conocimientos adquiridos en su carrera: “Creo que es una experiencia muy enriquecedora para un futuro profesor. Hay bastante libertad para probar distintos tipos de metodología, y también se generan conexiones entre estudiantes (Tutor 3). “Es una experiencia enriquecedora y permite reforzar las habilidades necesarias como futuro profesor. Es una oportunidad para ayudar a otros, formar vínculos y redes entre estudiantes y es gratificante ver los buenos resultados” (Tutor 4).

b) El segundo factor se relaciona con el interés por ayudar a estudiantes con dificultades para optimizar su estancia en la universidad, lo que es un indicador de satisfacción por el progreso y el impacto del programa. Ejemplos de ello se encuentran en los dos siguientes discursos: “He presenciado, en menor o mayor medida, el aumento de confianza de los estudiantes, el interés, las ganas que ponen en el proceso y la superación. Eso para mí es suficiente” (Tutor 9). “Es una oportunidad para ayudar a otros, formar vínculos y redes entre estudiantes y es gratificante ver los buenos resultados” (Tutor 4).

Respecto de las sugerencias que los tutores efectúan, estas se concentraron principalmente en los tiempos en los que se desarrolla el programa y la importancia de la coordinación del programa con el calendario académico: “Creo que sí o sí, debe iniciarse desde temprano, para ir más en paralelo con los docentes y lograr atacar desde las primeras evaluaciones” (Tutor 1). “Considero que el trabajo como tutor fue muy beneficioso personalmente, sin embargo, creo que faltan cosas de carácter administrativo que mejorar, como claridad de información y más reuniones para evaluar el proceso y compartir experiencias entre tutores” (Tutor 3).

Creo que, en general, esta estrategia de enseñanza es muy efectiva para trabajar muchos ámbitos ya nombrados. Puedo comentar que quizás falta un poco más de compromiso, en lo personal la selección del alumnado fue independiente, lo que no me dificultó, pero si serían útiles comunicados oficiales de parte de jefatura de carrera o un aviso formal del inicio de clases, para mayor compromiso de estudiantes al principio, y por la experiencia de otros compañeros tutores. (Tutor 5)

Durante la ejecución de las tutorías “los tutores tuvieron la oportunidad de identificar debilidades conceptuales y de métodos de estudio en sus compañeros-alumnos, y a partir de allí trataron de plantear actividades para atender casos particulares” (Botello & Parada, 2013, p. 138). El proceso de acompañamiento mediante tutorías reporta importantes beneficios, tanto para la formación de los tutores y su futuro rol docente, como para el mejoramiento del desempeño académico de los tutorados en las distintas fases de su aprendizaje. Eso es precisamente lo que muestran los hallazgos de este estudio al reforzar la idea de que la tutoría par es una estrategia de aprendizaje colaborativo que favorece el desarrollo integral de los estudiantes y el reforzamiento de valores fundamentales para el ejercicio de la profesión docente.

Conclusiones

Los aportes y conclusiones de esta investigación, sustentada en la valoración realizada por estudiantes tutores, son:

1. Las tutorías entre pares permiten el afianzamiento de una relación bidireccional entre estudiante tutor y estudiante tutorado. Por una parte, los tutores contribuyen como mediadores en el proceso de enseñanza-aprendizaje favoreciendo el desarrollo cognitivo de los tutorados, a la vez que fortalecen su rol como futuros profesores. Por su parte, los tutorados se involucran en un proceso en el que deben responder a los requerimientos de las tutorías, para mejorar su desempeño académico y participar de un intercambio de saberes y de colaboración mutua.

2. La construcción de un vínculo entre tutor y tutorado se potencia por la comunicación efectiva y el uso del lenguaje en las diferentes situaciones comunicativas. En este sentido, y siguiendo a Quitián (2017), la labor del maestro, en este caso del tutor, “independiente del área de conocimiento en la que trabaje, ha de orientarse a reconocer en el lenguaje una potente condición para acceder a sí mismo, a otros, a la construcción social, al conocimiento, es decir, a la acción” (p. 138).

3. El aprendizaje colaborativo durante las tutorías potencia un trabajo óptimo entre tutor y tutorado, en el que ambos se benefician y aportan a un proceso de enseñanza-aprendizaje significativo.

4. Las tutorías responden a un modelo de aprendizaje que está centrado en el estudiante, quien, a partir de su propia experiencia y vivencias durante el proceso de formación, busca la aceptación social e individual.

5. Los tutores de la presente investigación responden a un perfil definido para las tareas encomendadas, que constituye un facilitador de las relaciones afectivas suscitadas entre los participantes y que permite la retroalimentación constante, la regulación de sus procesos y la reflexión en las diferentes fases de las tutorías.

6. La valoración de las tutorías desde la perspectiva del tutor, por una parte, subraya la importancia de la empatía y de la capacidad de aconsejar al estudiante tutorado para lograr una mejora en los resultados. Por otra parte, los tutores reconocen que sus conocimientos y dominio del tema favorecen el proceso formativo. Reiteran su vocación por ayudar a sus compañeros y por la búsqueda de su bienestar a lo largo de su permanencia en la universidad.

Finalmente, es tarea de los diferentes agentes de la institución el analizar un modelo de tutorías pares que permita el desarrollo integral de todos los estudiantes.

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Notas

1 Se consideran asignaturas críticas aquellas actividades curriculares que presentan un alto índice de reprobación, principalmente por las complejidades propias de los contenidos abordados o de los procedimientos implicados.
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